Seis meses después del polémico Nástic-Málaga que decidía quién ascendía a Segunda División, el partido sigue trayendo cola y poniendo en el calendero al árbitro leonés Eder Mallo Fernández, que fue el encargado de dirigir un encuentro que acabaron llevándose los andaluces y a cuya conclusión recibió graves amenazas que provocaron que el Nou Estadi se clausurara durante cuatro partidos.
Ahora, el Nástic ha presentado una querella criminal contra el árbitro leonés, siendo el primer club que acude por la vía penal contra un colegiado, acusándole en este caso "falsedad documental" por considerar que miente en el acta y de "corrupción deportiva" por "pitar de forma premeditada" a favor del Málaga y existir "predeterminación y alteración deliberada del resultado del partido".
La querella, que ha sido desvelada por 'La Vanguardia', incluye grabaciones realizadas por una agencia de detectives que contrataron y asegura que si arbitró de esa manera fue para "asegurarse el ascenso de categoría" y quintuplicar con ello su salario hasta los 100.000 euros.
Consideran que había animadversión por conversaciones donde decía que "Tarragona es una puta mierda y no hay policía más corrupta que los Mossos"
«Las principales conclusiones que hemos comprobado son las que se aportan en el informe que acompaña a la querella, él [el árbitro] nos dice a nosotros en privado lo contrario de lo que pone en el acta arbitral; hay multitud de pruebas alrededor», asegura el informe de la agencia de detectives, defendiendo que había una animadversión hacia el Nástic porque en conversaciones recogidas en la denuncia y reflejadas por el 'Diari de Tarragona' decía que Tarragona es «una puta mierda» y que los Mossos d’Esquadra «son unos hijos de la grandísima puta. No hay policía más corrupta que esa».
Además, también apuntan que «en el pensamiento, todos suponemos que un árbitro, al final, tiene una orden, pero quién la dio, cómo la dio... todo eso tiene que determinarlo un juzgado, no puedo hacerlo yo», incluyendo el testimonio de la propietaria de un restaurante en el que durante una cena "determinadas autoridades de Andalucía y de la ciudad de Málaga que se habían trasladado a Tarragona manifestaron que tenían el partido controlado y que lo único que les preocupaba era la reacción del público"; así como el del camarero de un bar en el que la noche anterior asegura que dijo que le tenía la "matrícula tomada" al 3 del Nástic, que fue expulsado en el minuto 63.
"Determinadas autoridades de Andalucía manifestaron que tenían el partido controlado y sólo les preocupaba la reacción del público", señala el informe
Eder Mallo, que nació en Bilbao pero reside desde que era pequeño en Santa María del Páramo, ascendió este año a Segunda División y acabó saliendo escoltado y amenazado de ese partido, en el que reflejó en el acta que a su conclusión; "Golpean con agresividad nuestra puerta en hasta 24 ocasiones; se dirigen hacia nosotros abriendo la puerta y gritándonos, entre lo que identificamos lo siguiente: ‘Vais a morir’; ‘sinvergüenzas’; ‘tu hijo va a morir’; ‘ojalá os matéis’; ‘hijos de puta’; ‘que muera vuestra puta familia’; ‘cobardes hijos de puta’; ‘dar la cara hijos de puta que os vais a enterar’; ‘no tienes huevos’; ‘tu puta madre’; ‘te voy a recibir hasta el final, si tienes huevos baja (en 4 ocasiones)".
Además de apuntar que "una vez finalizado el partido un miembro del club local empujó a mi asistente por las escaleras del túnel de vestuarios" y reconocer que llegaron a "temer por nuestra integridad física al ver cómo abrían la puerta y nos increpaban".