Nàstic 5 - 3 Cultural: 'Asomados al abismo tras rozar el cielo'

La Cultural desperdicia un 0-2 y se lleva una 'manotazo' ante un Nástic que remontó en la segunda mitad aprovechando los errores defensivos de los culturalistas

A. Cardenal
19/05/2018
 Actualizado a 17/09/2019
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Como el doctor Jekyll y Mr. Hyde, la Cultural mostró dos caras en el Nou Stadi y recibió un ‘manotazo’ (5-3) del Nàstic que complica la permanencia y le acerca al abismo de la forma más cruel posible. Porque el varapalo duele todavía más cuando al descanso, los leoneses estaban rozando el cielo.

Los de Rubén de la Barrera se fueron a los vestuarios con un 0-2 que parecía poner muy de cara la permanencia. Los goles de Antonio Martínez y Emi Buendía en los primeros compases mostraron la versión más efectiva de los visitantes, que sufrieron una metamorfosis inexplicable en el descanso y resucitaron a un rival que llevaba cinco partidos sin ver portería, pero fue capaz de marcar cinco goles en 45 minutos.

Lo hizo con la inestimable colaboración de una defensa que hizo aguas. Bastos e Iza naufragaron en los dos primeros goles y el Nástic se impuso en el juego aéreo, destrozando a los leoneses a base balones colgados, un recurso simple pero letal para una Cultural que se hizo pequeña en el segundo acto y desperdició un gran arranque.

Susto y reacción


El Nástic, consciente de que se jugaba mucho más que tres puntos, salió en tromba y rozó el gol cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de partido. Maikel Mesa devolvió un balón colgado al corazón del área pequeña, donde Barreiro, con todo a su favor, se encontró con un Palatsí que se hizo gigante y logró desviar ‘in extremis’ a córner.

Tras el susto y la inmediata respuesta con una falta leja botada por Carcelén que se marchaba por encima del larguero, la Cultural encontró una ‘mina’ en la medular catalana, demasiado lenta en el repliegue, y la exprimió hasta encarrilar el partido en un abrir y cerrar de ojos.

Dos zarpazos en solo un cuarto de hora pudieron haber valido la permanencia de no haberse producido la debacle del segundo acto. Antonio Martínez abrió la lata con un tanto casi maradoniano. El centrocampista recogió un balón aparentemente inofensivo casi en el centro del campo y comenzó un eslalon sin oposición para plantarse en el interior del área. El primer remate se estrelló en un defensa, pero al madrileño le volvió a caer el balón y a la segunda no perdonó, sacando un latigazo cruzado que llegó a tocar en el pie del portero, pero terminó en el fondo de la red.

El tanto fue un torpedo en la línea de flotación de los locales, que acusaron el golpe y se fueron momentáneamente del choque. La Cultural apretó los dientes y buscó hacer sangre. Así, tras una buena triangulación en el pico del área, Emi Buendía recogió un balón que se había quedado muerto para fusilar a Dimitriveski y poner el 0-2.

Nefasta segunda mitad


Pero el buen arranque y la buena primera mitad de los culturalistas no sirvió de nada. El paso por vestuarios no le sentó nada bien a los de Rubén de la Barrera, que se relajaron y vieron como el Nàstic puso las tablas en el marcador en tres minutos.

No necesitaron los locales hacer maravillas para volver al partido, les bastó con aprovechar al enorme lagunas defensivas de una Cultural a la que le faltó atrás la contundencia que mostró en el área contraria durante la primera parte.

Recortó distancias Álvaro Vázquez, superando en la salida a Palatsí tras recibir totalmente solo un balón largo desde la zaga y casi a continuación Barreiro puso el 2-2 aprovechando un intento de control fallido con el pecho de Iza.

Y comenzó la debacle. La Cultural dimitió y se vio desbordada por un Nástic renacido que dio un paso de gigante hacia la permanencia con los goles de Uche, Barreiro y Dumitru, haciendo inútil un tanto de Señé ya en el descuento que solo sirvió para maquillar el resultado final.

La Cultural, a dos jornadas del final, se queda con tres puntos de ventaja respecto a un Córdoba que juega este domingo ante el Almería y podría alcanzar a los leoneses.
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