Mimando al genio de la lámpara

Los 34 años de Pablo Infante no pasan en balde. Si bien su calidad sigue intacta, el desgaste físico de una competición tan exigente como la Liga Adelante ha acabado haciendo mella en el mediapunta, un ‘genio’ de esos que escasean en la Segunda División, capaz de desatascar un partido con una individualidad.

Quizá la amarga despedida de la que fue su casa durante nueve años le llevó a forzar más de lo necesario en los primeros partidos, buscando el cariño de una afición que lo recibió con los brazos abiertos y lo encumbró a los altares desde el primer momento; como para no hacerlo. El burgalés le dio los tres primeros puntos a la Deportiva con un gol olímpico que dio la vuelta a todo el país y se convirtió en el referente ofensivo del equipo berciano hasta que se produjo la resurrección goleadora de Yuri.

Sin embargo todo cambio a raíz del partido de Zorrilla. En aquel choque el mediapunta vio la quinta amarilla y comenzó un carrusel de molestias físicas que le ha llevado a perderse 5 de los últimos diez partidos de Liga. Así, Manolo Díaz ha pasado de darle los 90 minutos a convertirse en uno de los jugadores más sustituidos de la Deportiva, siendo retirado antes de tiempo en 8 de los 13 partidos en los que ha empezado como titular.

Tras la victoria ante el Alavés, la última exhibición de Pablo Infante en los terrenos de juego, el cuerpo del atacante dijo basta y estuvo en el dique seco durante prácticamente un mes, perdiéndose los dos últimos partidos antes del parón navideño (Llagostera y Mallorca) y el derbi ante el Lugo.

Un carrusel de molestias físicas que le ha llevado a perderse 5 de los últimos diez partidos de LigaPrecisamente su ausencia en el Anxo Carro es uno de los signos más evidentes de que algo ha cambiado respecto al trabajo con Pablo Infante. Estaba previsto que el burgalés volviera a los terrenos de juego tras las vacaciones, pero Manolo Díaz prefirió no forzarlo y ni siquiera estuvo en la lista del partido ante los gallegos, mientras que frente al Racing empezó el partido en el banquillo.

Veinte minutos le dio Manolo Díaz en el partido del domingo ante el conjunto cántabro, suficiente para ver que aunque la magia sigue intacta, un mes de inactividad acaba pasando factura, aunque te llames Pablo Infante, el genio de la lámpara de una Deportiva que a pesar del empate sigue ocupando puestos de ‘playoff’.