Una de ellas es la alero Laura Quevedo. La alero, que aterrizó el pasado mes de enero en la capital del Bierzo Alto tras su aventura en la Liga Universitaria estadounidense y que acaba de coronarse campeona de Europa sub-20 con la selección española.
La madrileña es una de las jugadoras con más futuro del panorama nacional. Así lo considera la dirección técnica del conjunto rojillo, que apostó fuerte por Quevedo firmando un compromiso por lo que restaba de la pasada temporada y una más.
Tras su adaptación, la alero está llamada a dar un salto de calidad esta temporada y comenzar a hacerse un hueco en la Liga Femenina tras arrasar en las categorías inferiores con la selección española, lo que le valió para formar parte del quinteto ideal del Europeo.
Junto a la madrileña aparece otro talento emergente, el de la canterana Alba González. La base cumplirá su sexta temporada en las filas del conjunto rojillo y vivirá su segundo curso como parte de la primera plantilla tras varios años alternando entre el equipo Junior y el de Liga Femenina.
Y es que ‘Chiqui’ Barros siempre ha considerado a la berciana el futuro del equipo rojillo, integrandola poco a poco en las dinámicas del primer equipo para que no acusará el salto entre las categorías inferiores y el baloncesto profesional, una élite en la que el Embutidos Pajariel ha conseguido instaurarse en las últimas temporadas. «Sabemos que es una jugadora pequeña, condicionada por el físico, pero tenemos tanta confianza en ella que es una ficha de las diez de la plantilla. El hecho de ser en la posición de base demuestra que se confía en ella. Está preparada, siempre entrena muy bien. Hay que dejarla tranquila», aseguró el técnico ferrolano en declaraciones a la página web del club, recordando que es «una jugadora de la casa».
