Las cuentas no salen con Carlos Terrazas

La Deportiva ha sumado siete puntos de los últimos treinta en juego / Solo la última etapa de Manolo Díaz empeora los números del entrenador vasco

A. Cardenal
27/11/2017
 Actualizado a 19/09/2019
El entrenador de la Ponferradina, Carlos Terrazas. | MAURICIO PEÑA
El entrenador de la Ponferradina, Carlos Terrazas. | MAURICIO PEÑA
Desde que hace dos años el Eibar remontara la eliminatoria copera y la Deportiva entrara en una caída libre que todavía no ha conseguido frenar, por el banquillo de la capital berciana ha sido ocupado por hasta siete inquilinos distintos : Manolo Díaz, la dupla formada por Nistal y Rubén Vega, Fabri, Manolo Herrero, Pedro Munitis, Miguel Ángel Álvarez Tomé y Carlos Terrazas, que si ya llegaba con el crédito en números rojos al choque ante el Rápido de Bouzas, la derrota lo ha dejado al filo del alambre.

Todos sus predecesores en el banquillo, a excepción de Tomé, que tras terminar la temporada no fue renovado, terminaron antes de tiempo su aventura en la escuadra blanquiazul en situaciones menos angustiosas que la que se vive en este momento, con la Ponferradina en la zona de descenso a Tercera División a solo tres jornadas del final de la primera vuelta.

Y es que a Terrazas no le salen las cuentas. Con siete puntos de los últimos treinta disputados, solo la última etapa de Manolo Díaz –con el equipo en Segunda División y fuera de los puestos de descenso– empeora los números del vasco. Entonces, el ahora coordinador de la cantera del Real Madrid fue cesado tras perder ante el Mallorca en El Toralín (0-2) tras sumar cuatro puntos en diez partidos.

Todos los demás abandonaron la Ponferradina con mejores registros que Terrazas. Así, Manolo Herrero fue despedido tras perder ante la Mutilvera, un partido que ponía fin a una racha de seis jornadas sin conocer la derrota, y con el equipo en la séptima posición, a tres puntos de la zona de ‘playoff’.

Su relevo en el banquillo, Pedro Munitis, dimitía tras caer ante el Palencia en El Toralín (0-2) y si bien su andadura fue de más a menos, en sus últimos diez partidos el equipo blanquiazul había logrado once puntos, también mejorando los números recientes de Carlos Terrazas.

Cambios sin éxito


El vasco, poco amigo de las rotaciones y de cambios tácticos –solo ha variado el 3-3-3-1 una vez en el presente curso–, ante el Rápido de Bouzas trató de darle la vuelta a la situación con una once revolucionario que nunca llegó a funcionar.

Pese a que el empate llegó rápidamente, la sensación fue que el conjunto berciano siempre fue a remolque y estaba a merced de un equipo local que pese a quedarse en inferioridad numérica, siempre mantuvo el duelo controlado y logró vivir un cómodo final de partido tras el gol de Deivid y la expulsión de Fernando Román.

Héctor, que debutó en Segunda B, no estuvo acertado, pero su error en el tercer gol no camufla la mala actuación colectiva y la mala gestión desde el banquillo de un partido que agravó todavía más la crisis berciana.


La Copa, ensombrecida


El partido de vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey ante el Villarreal, al que la Ponferradina llega con la ventaja del 1-0 de la ida, ha quedado en un segundo plano debido a la agónica situación liguera y el torneo del ‘KO’ ha pasado de ser una oportunidad de brillar a un compromiso que llega en el peor momento.
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