Todos sus predecesores en el banquillo, a excepción de Tomé, que tras terminar la temporada no fue renovado, terminaron antes de tiempo su aventura en la escuadra blanquiazul en situaciones menos angustiosas que la que se vive en este momento, con la Ponferradina en la zona de descenso a Tercera División a solo tres jornadas del final de la primera vuelta.
Y es que a Terrazas no le salen las cuentas. Con siete puntos de los últimos treinta disputados, solo la última etapa de Manolo Díaz –con el equipo en Segunda División y fuera de los puestos de descenso– empeora los números del vasco. Entonces, el ahora coordinador de la cantera del Real Madrid fue cesado tras perder ante el Mallorca en El Toralín (0-2) tras sumar cuatro puntos en diez partidos.
Todos los demás abandonaron la Ponferradina con mejores registros que Terrazas. Así, Manolo Herrero fue despedido tras perder ante la Mutilvera, un partido que ponía fin a una racha de seis jornadas sin conocer la derrota, y con el equipo en la séptima posición, a tres puntos de la zona de ‘playoff’.
Su relevo en el banquillo, Pedro Munitis, dimitía tras caer ante el Palencia en El Toralín (0-2) y si bien su andadura fue de más a menos, en sus últimos diez partidos el equipo blanquiazul había logrado once puntos, también mejorando los números recientes de Carlos Terrazas.
Cambios sin éxito
El vasco, poco amigo de las rotaciones y de cambios tácticos –solo ha variado el 3-3-3-1 una vez en el presente curso–, ante el Rápido de Bouzas trató de darle la vuelta a la situación con una once revolucionario que nunca llegó a funcionar.
Pese a que el empate llegó rápidamente, la sensación fue que el conjunto berciano siempre fue a remolque y estaba a merced de un equipo local que pese a quedarse en inferioridad numérica, siempre mantuvo el duelo controlado y logró vivir un cómodo final de partido tras el gol de Deivid y la expulsión de Fernando Román.
Héctor, que debutó en Segunda B, no estuvo acertado, pero su error en el tercer gol no camufla la mala actuación colectiva y la mala gestión desde el banquillo de un partido que agravó todavía más la crisis berciana.
La Copa, ensombrecida
El partido de vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey ante el Villarreal, al que la Ponferradina llega con la ventaja del 1-0 de la ida, ha quedado en un segundo plano debido a la agónica situación liguera y el torneo del ‘KO’ ha pasado de ser una oportunidad de brillar a un compromiso que llega en el peor momento.