La evidencia enciende la alarma amarilla

Que el Racing de Ferrol no haya perdido un solo partido en A Malata desde el mes de septiembre está claro que no es ninguna casualidad. Sin embargo, durante casi 20 minutos el Astorga vivió el espejismo de ganarle a un equipo gallego que aún así llevó el peso del partido desde el pitido inicial hasta casi el final del encuentro. Después, la diferencia entre ambos conjuntos se hizo patente y el Racing de Ferrol se llevó la victoria por pura inercia, la de un equipo con mucha pólvora arriba y ante el que la muralla maragata solo pudo jugar al ‘ping-pong’ durante 53 minutos.

Pepe Calvo no dio ninguna sorpresa en el once inicial y apostó por los mismos que lograron en La Eragudina vencer a la Unión Deportiva Logroñés. El planteamiento era claro, dejar a los de Manolo García el peso del partido y tratar de aprovechar las bandas buscando la portería contraria a través de algún contraataque, pero ni los más optimistas podían prever que la táctica iba a dar resultado tan pronto. A pesar del agobio inicial de los ferrolanos, Borjas se encontró un balón prácticamente en la esquina derecha del terreno de juego que pudo filtrar hacia el borde del área para que Bandera, que llegaba en carrera, la cruzase al segundo palo e Ivi Vales apareciese ante una despistada defensa gallega para hacer el 0-1 cuando se habían jugado poco más de cinco minutos de partido.

El Astorga disparó a puerta tres veces en todo el partido, dos se convirtieron en gol y la otra fue una gran parada de Mackay Un premio totalmente inesperado que iba sin duda a agudizar el guión del encuentro. El Astorga dio otro paso atrás para pasar a convertirse en un auténtico frontón. El Racing encerró a todo el equipo maragato en su propia área una jugada tras otra, pero una bien plantada defensa (que volvió a tener a David Uña y Víctor en el eje de la zaga), además de un acertado Javi evitaban que la igualdad se restaurase en el marcador. A pesar de ello, la sensación era la de que el cántaro estaba yendo demasiado a la fuente y que el gol del empate era cuestión de tiempo.

Y así fue. A la enésima una subida por la banda izquierda sirvió un balón atrás para Pablo Rey que entrando por la esquina del área tiró de calidad y cruzó el balón para batir la meta astorgana y volver a comenzar de cero con mucho, demasiado, tiempo por delante para los visitantes.

No se estiró lo más mínimo el Astorga tras el gol, que mantuvo la idea inicial de esperar atrás y buscar las bandas, algo que lastraba el (primer) mal día de Diego y que Ivi Vales trataba de contrarrestar por el otro extremo. Pero nada más lejos de la realidad, los maragatos no eran capaces de llegar con el balón más lejos de la línea de medios y el Racing dominaba a placer el partido con Pablo Rey y Adrián Cruz llevando una y otra vez el peligro a la portería de Javi.

Entre tanto, las lesiones obligaron a que ambos equipos realizaran sus primeros cambios. Nano debutaba en las filas ferrolanas y Rubén tuvo que salir por Taranilla después de que éste recibiese un golpe que le dejó K.O.

Los maragatos aguantaron el resultado hasta el paso por vestuarios, pero ya las primeras jugadas del segundo acto hacían presagiar que el marcador no iba a tardar en cambiar. Javi sacó la primera de Nano, que se quedaba solo nada más empezar el partido y a la siguiente el leonés ya no pudo hacer nada.

Maceira, muy incisivo, llegó hasta la línea de fondo y la puso para que el propio Javi sacara los puños con tan mala suerte que el rechace fue a parar a las botas de Dani Rodríguez, que en aire y de media volea reflejaba en el marcador lo visto sobre el terreno de juego.

Sí sirvió el tanto para que el Astorga tratase de lograr algo más, pero los maragatos se encontraban con un palo casi definitivo de la mano de Nano, que debutaba por todo lo alto. Una falta casi pegada a la línea de fondo y a cinco metros del borde del área la ejecutaba el ex jugador del Barça para ponerla en el segundo palo y batir a un Javi que quizás pudo hacer algo más.

Rubén, de cabeza, dio un falso halo de vida al partido que Joselu se encargó de aniquilar con el 4-2 El tanto parecía matar el partido de una vez por todas, pero el Astorga no estaba dispuesto a morir sin luchar. Los maragatos hicieron gala de efectividad y en su segunda (media) ocasión se llevaron el segundo premio. Una falta botada por David Bandera desde la derecha atravesó la inocente defensa ferrolana y se encontró en su camino a Rubén, que puso la cabeza para recortar distancias y darle un falso halo de vida al partido.

Cinco minutos tardó el Ferrol en confirmarlo, y esta vez no por ningún mérito gallego sino por otro de esos errores que tantos goles le han costado a los maragatos y que parece que Pepe Calvo aún no ha podido corregir. Un balón perdido en el centro del campo sirvió para que los gallegos filtrasen un balón entre Víctor y David Uña, que no se pusieron de acuerdo para despejar y dejaron el balón franco para que Joselu demostrase por qué es uno de los delanteros más cotizados de la categoría y en un palmo regatease a Javi y marcase el cuarto y definitivo tanto.

Y ahí, a falta de veinte minutos, se acabó el partido. Un resultado que, unido al ‘favor’ de la Cultural mete por primera vez en la temporada al Astorga en promoción de descenso, eso sí, con un ligero colchón de cuatro puntos con el descenso directo.