La Deportiva quiere ser el orgullo del Bierzo

Ante Atlético B y Unionistas El Toralín se disfrazó de ‘playoff’. Con la Deportiva más necesitada que nunca y la temporada en juego, equipo y afición volvieron a ser uno y recuperaron la comunión que llevó al conjunto blanquiazul a vivir los mejores años de su casi centenaria historia.

Los diez últimos minutos ante el equipo salmantino, con la grada llena de luces cantando el ‘A Ponferrada me voy’, fueron la mejor manera de ilustrar el apoyo incondicional de una afición que no dejará solo a su equipo en el derbi.
Poco más de dos días ha tardado la Ponferradina en repartir el millar de entradas que la Cultural reservó para la afición visitante. De hecho, tras vender casi 800 en la primera mañana, el conjunto berciano pidió 250 más. Así, han sido 1.349 las entradas que se han vendido en la capital berciana, una respuesta que ha desbordado cualquier previsión y ante la que el vestuario quiere estar a la altura.

«Sabemos que va a ir mucha y nos van a apoyar», asegura el centrocampista de la Deportiva, Óscar Sielva, que garantiza el compromiso de una plantilla que garantiza que no reservará ni un ápice de energía en el césped. «Tenemos que estar al cien por cien», apostilla.

Y es que a los futbolistas no se les escapa que es una «semana especial», pero creen que el camino para sacar tres puntos vitales tanto a nivel clasificatorio como anímico es mantener la imagen y la mejoría de las últimas semanas. «Estamos recuperando las sensaciones de la primera vuelta y tenemos que seguir en esa línea», confiesa.
De hecho, para el ex del Rápido de Bouzas el equipo ha crecido no solo gracias a los resultados, también ha dado un paso adelante en cuanto a juego y ha superado la ansiedad que lastró al conjunto berciano durante los meses de enero y febrero. «Ahora tenemos tranquilidad con el balón y nos está viniendo muy bien», sentencia.

Así, la Ponferradina llegará al derbi en su momento más dulce del curso. Incluso durante un brillante inicio de temporada con seis victorias en los siete primeros partidos de Liga no hubo la ‘chispa’ que sí se ha visto durante las tres últimas semanas y que ha llevado a la afición berciana a entregarse a un equipo que se ha ganado el derecho a soñar.