Y es que Aspire es ya oficialmente propietaria del club leonés tras la celebración de la Junta Ordinaria de Accionistas de la mañana de este jueves, en la que se ratificaba la compra del 99,74% de las acciones por parte de la sociedad catarí, se aprobaban las cuentas y se establecía un nuevo Consejo de Administración tras aceptar la renuncia del último así como de la Junta Gestora que había regido al club los dos últimos años. Además del presidente, Tariq Abdulaziz Al Naama (que también ostenta ese cargo en el KASEupen, otro de los equipos propiedad de Aspire) y el vicepresidente Iván Bravo, también formará parte de ese consejo y como secretario quien ha sido intermediario entre León y Doha desde el inicio de las negociaciones, el exjugador de baloncesto y ahora abogado José Lasa.
Sin embargo, el día a día del club no cambiará mucho y es que los nuevos gestores han decidido «buscar la continuidad» y Felipe Llamazares mantendrá su puesto como director general del club y cabeza visible del mismo.
En la rueda de prensa posterior a la Junta, el consejero delegado de la Aspire Zone Foundation Mohammed Suwaidi, aseguraba que este acuerdo «supone una continuación en nuestro objetivo de ser referencia mundial en la formación deportiva», dejando además clara la «ilusión con la que intentaremos conseguir lo mismo en España y que algún día los jugadores de la Cultural puedan también ser internacionales en España además de sentir como suyos los éxitos de Catar».
Una visita al Ayuntamiento, donde fueron recibidos por el concejal de Deportes José María López Benito fue el colofón a una rueda de prensa que una vez más Felipe Llamazares señalaba como histórica y que oficializa algo que ya existía en los hechos en una nueva y parece que por fin feliz etapa para la Cultural.
Iván Bravo:«La ciudad, los aficionados y el club tienen que entender que venimos por una razón a la Cultural»
Más allá del papeleo que hace oficialmente a Aspire dueña de la Cultural y Deportiva Leonesa, sin duda el gran interés de la jornada además de la composición del nuevo Consejo de Administración, era las que han sido las primeras declaraciones oficiales por parte de los catarís sobre el club leonés.
Iván Bravo, director general de Aspire y vicepresidente de la Cultural, tomaba la palabra para lanzar las que serán las líneas maestras de su proyecto en León, que pasa por la formación de jugadores catarís «como objetivo paralelo a la competición, somos un academia no un club profesional y un componente es el de aprender a competir y a ganar, con chicos jóvenes se pueden lograr también grandes cosas».
Esa intención no deja de lado una de las mayores preocupaciones del aficionado, un ascenso de categoría que desde Aspire no se ve como algo incompatible:«El tiempo para buscarlo lo van a marcar los jugadores, si cada vez hay más masa social, el equipo crece y se da todo lo necesario estaremos encantados de redibujar el proyecto.Está claro que en Segunda División el club es más competitivo y ambicoso y además tenemos posibilidades de seguir formando a nuestros jugadores a pesar de las restricciones que pueda haber de extranjeros, pero lo primero es sentar los cimientos institucionales y económicos para que poco a poco todo vaya fluyendo».
La formación es compatible con un ascenso, los tiempos los van a marcar los jugadores, pero hay que ser prudentes Preguntado directamente sobre si existe una imposición para que juguen los futbolistas de la academia, Bravo fue tajante:«No existe una orden, el cuerpo técnico sabe gestionar y decide pero lo que sí existe es una fuerte creencia en el que el club, el culturalismo y la ciudad tienen que entender que Aspire ha venido a la Cultural para que los chicos que vayan a jugar en la selección nacional puedan competir en el fútbol profesional español. A partir de ahí tenemos que ser ambiciosos pero con cautela».
Respecto a la economía, Aspire se ha hecho cargo del 1,7 millones de deuda con los que contaba el club y además Bravo señalaba que «no existe la incertidumbre de saber si se va a cobrar o no, se han hecho pagos urgentes que así lo requerían y se trabaja para estar bien con las instituciones y evitar que la Cultural vuelva a esa mala posición».
Confirmando la necesidad de que tanto el filial como el juvenil logren los ascensos a las mayores categorías posibles, el vicepresidente de la Cultural aseguraba que un ascenso del primer equipo «sería bienvenido» pero partiendo de unas bases innegociables y que han hecho posible que el club siga vivo y tenga un resplandeciente futuro por delante.