Ganar era muy complicado, pero siempre tienes la esperanza de dar la sorpresa o al menos plantar cara hasta el final aunque enfrente esté un equipo con una plantilla mucho más potente y que es claramente el favorito del Grupo.
Pero ni una cosa ni la otra consiguió el Ademar, que sufrió una derrota sin llegar a tener opciones en su debut europeo en la pista del Kadetten suizo, que demostró su superioridad y se impuso por ocho goles (30-22) a un equipo leonés al que sólo cuando el partido estaba ya perdido empezó a funcionarle el ataque y que se estrelló una y otra vez contra Pilipovic.
El meta, que acabó por encima del 50% de paradas, amargó a los lanzadores de un Ademar que no sólo se topó con el croata sino que además se hinchó a pérdidas de balón que permitieron correr a su rival.
En cualquier caso, el partido ‘murió’ en el inicio de la segunda mitad. Porque llegaban los leoneses al descanso cuatro abajo (15-11), diferencia que había sido la máxima de la primera parte, pero tardarían nueve eternos minutos en marcar en la reanudación, recibiendo un parcial de 6-1 con el que el Kadetten se iba de nueve (21-12) y dejaba sentenciado ya el choque cuando todavía quedaban 19 minutos por jugarse.
El Ademar perdía 7-3 a los 10 minutos pero, tras un tiempo muerto con gran bronca de Gordo, logró un parcial de 0-5 y le dio la vuelta al choque
Había controlado el Ademar el primer intento de escapada suiza, pero este era ya definitivo. Y es que el inicio del choque, con un 3-0 en dos minutos y medio ante una escuadra ademarista que salía de inicio con varios suplentes, era el preludio de un inicio de pesadilla, donde ni la exhibición bajo palos de uno de esos habituales reservas como Álvaro impedía que en 10 minutos Dani Gordo tuviera que pedir tiempo muerto con el 7-3 en el marcador.
La bronca del técnico, con Darío Sanz y Miñambres como principales destinatarios de su ira, fue de órdago, pero desde luego sirvió para espabilar a su equipo, que se pasó casi ocho minutos sin encajar un solo gol liderado por un Álvaro excelso que llevaba 8 paradas en 15 lanzamientos (acabaría con 12) y logró un parcial de 0-5 con el que le daba la vuelta al partido y se pondría por delante (8-9).
Sin embargo, el 9-10 fue la única vez en la que lo acabaría estando. Porque una vez pasado ese momento de inspiración el Kadetten volvió a encontrar la forma de leer la defensa ademarista de la mano del leonés Juan Castro, aún tocado y lejos del 100% tras salir de una lesión y sin acierto en el tiro... pero genial en la dirección, permitiendo con sus asistencias tiros claros.
Álvaro sostuvo con un recital de paradas al Ademar en la primera parte, pero el meta local Pilipovic fue un ‘muro’ durante todos sus minutos en pista
Así, con el extremo islandés Rikhardsson mostrándose prácticamente infalible en su recital de lanzamientos de todos los tipos, el Kadetten se acababa yendo a vestuarios con esos 4 goles de los que había mandado al inicio.
Eran remontables, sin duda, pero no dejaban margen de error. Y ese atasco del Ademar, con más pérdidas (llevaban ya 9 en 31 minutos cuando el Kadetten sólo estaba en tres), una exclusión (sufrieron los de Dani Gordo en sus inferioridades), ataques con siete sin éxito y encajando un gol a puerta vacía, y una parada tras otra de Filipovic con incluso en una contra fallada por Gonzalo, provocaban esa sentencia del Kadetten.
El Ademar tardó 9 minutos en marcar tras el descanso. En 41 llevaba 12 goles, mejorando sus cifras en el intercambio con el partido ya roto
Los 12 goles en 41 minutos del Ademar, una media de quedarse en 18 en el choque, fueron la realidad mientras hubo encuentro. Porque a partir de ahí la intensidad bajó y llegó el intercambio de goles, sin subir nunca a más la diferencia ni tampoco a bajar de los siete a los que redujo el conjunto leonés en diferentes ocasiones.
Al final derrota contundente, con un tiempo muerto del Kadetten pensando en el golaveraje para preparar la última jugada que no gustó nada al Ademar, pero esperada. La semana que viene, en León con el Nexe, sí que se jugarán gran parte de las opciones de clasificación de la escuadra leonesa.