El Abanca Ademar necesitó como se esperaba de su mejor versión para romper una maldición que duraba los cinco años que el equipo leonés llevaba sin poder ganar en Huesca. Los leoneses, dirigidos por Diego Dorado ante la ausencia de Rafa Guijosa, se llevaron un partido muy igualado gracias a una segunda mitad en la que los nombres propios respondieron cuando el balón más quemaba.El partido comenzó tremendamente igualado con los laterales de ambos equipos como protagonistas como a la postre ocurriría en el final. Costoya y Vieyra tiraron del Abanca Ademar en el inicio como lo hicieron en el final mientras que Bonanno, que asumió con acierto el protagonismo en ataque dejó la baja importante de Teixeira, fue la principal referencia ofensiva del Huesca.
Sin ninguna de las dos porterías demasiado acertadas y los ataques primando sobre las defensas, fue quien tuvo más descaro de cara a la portería contraria quien logró las primeras ventajas. Una situación en la que Costoya se erigió por encima del resto encontrando soluciones a un partido muy trabado. Comenzaba por delante en el marcador el conjunto leonés tomando una ventaja que alcanzaba los tres goles como renta máxima (9-12)en la primera mitad.
Sin embargo, la excesiva dependencia del lateral asturiano terminó por lastrar al equipo leonés. Biosca dejó de tocar los balones que Gómez Lite comenzó a despejar, enjugando por tanto el conjunto local la renta que había logrado el Abanca Ademar hasta ese momento con Dija como protagonista.
Una exclusión de Carou terminó por darle la vuelta al partido a favor de los oscenses, que con un tanto de Ciric a falta de 30 segundos llevó el encuentro al descanso con un gol de ventaja para los de Nolasco.
Sin embargo, el partido cambiaría de forma radical en la segunda parte coincidiendo con la entrada en el partido de Vladimir Cupara. El serbio echó el cerrojo a la portería ademarista e impulsó al Abanca Ademar a recuperar una ventaja que, en cualquier caso no sería definitiva. Porque 10 minutos necesitó Huesca para anotar su primer gol de la segunda mitad, si bien en ese espacio de tiempo el equipo leonés solo pudo hacer 3 ante un buen Gómez Lite.
Con Simonet desaparecido, la entrada de Rodrigo le dio otro aire en ataque al Ademar que amplió su ventaja hasta los 4 goles al secundar la defensa liderada por Carou la actuación de Cupara, que detuvo 3 lanzamientos de 7 metros para desesperación del público local.
Pero no había dicho su última palabra el Huesca, que aprovechando la exclusión de Piñeiro se puso a 1 (18-19), pero no contó con la aparición estelar de un inmenso Vieyra.
El lateral argentino, que ya había dejado destellos en la primera mitad, anotó tres goles en los minutos decisivos para lanzar un envite que los locales no pudieron responder.
Un triunfo que refuerza la segunda plaza de los leoneses en una semana clave en la que primero Puente Genil y después Granollers pueden dejar prácticamente visto para sentencia lo que sería un brillante subcampeonato.