Guijuelo 2 - 2 Ponferradina: 'La resurrección se quedó a medias'

La Deportiva mejoró su imagen, pero solo pudo sacar a un punto ante un Guijuelo que rentabilizó los errores bercianos / Los charros se adelantaron hasta en dos ocasiones en el marcador

A. Cardenal
26/01/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Ríos Reina celebra el primer gol de la Deportiva ante el Guijuelo. | ARAI SANTANA (TRIBUNA DE SALAMANCA)
Ríos Reina celebra el primer gol de la Deportiva ante el Guijuelo. | ARAI SANTANA (TRIBUNA DE SALAMANCA)
Tocados, pero para nada hundidos. La Deportiva, tras dos derrotas consecutivas, sacó un punto de su visita al Municipal de Guijuelo (2-2) que deja un sabor agridulce. Y es que si bien los blanquiazules mejoraron, especialmente en la primera mitad, respecto al ‘fiasco’ de las últimas semanas, los errores defensivos volvieron a condenar a un equipo que mostró dos caras.

En ataque, la Ponferradina recuperó la chispa y logró llegar con relativa facilidad al área charra. ¿En defensa? Un flan. Cada balón parado fue una pesadilla y el Guijuelo, con muy poco, logró poner contra las cuerdas a un equipo que en cualquier caso, nunca bajó los brazos.

Hasta en dos ocasiones se pusieron los locales por delante en el electrónico. Después de que Carmona abriera la lata se vio la mejor versión de la Deportiva, que empató rápidamente y tuvo ocasiones incluso para haberse marchando a los vestuarios con los tres puntos en el bolsillo.

Y como el que perdona lo paga, al descanso se llegó con el Guijuelo mostrando la debilidad defensiva de los bercianos y una rentabilidad de ‘champions’: dos tantos con solo un disparo a portería gracias a un desafortunado despeje de Gazzaniga.

Pichín salió al rescate nada más empezar la segunda mitad, pero la remontada se quedó a medias y los bercianos siguen sin arrancar en esta segunda vuelta.

Revolución en el once


A grandes males, grandes remedios. Tras los últimos tropiezos, Bolo dio una vuelta de tuerca a un once sin Yuri. El técnico prefirió no forzar al brasileño, que ni siquiera entró en la convocatoria, y apostó por la fórmula que tan bien le funcionó en las primeras salidas de la temporada.

Hubo revolución en todas las líneas. Gazzaniga recuperó la portería tras más de dos meses fuera por lesión, mientras que en defensa Trigueros ocupó el eje de la zaga junto a Zabaco para dejar el lateral a Jon García. En la medular destacó la titularidad de Matthieu, que puede ser el gran beneficiado de la marcha de Fran Carnicer, y la presencia de Son y Pichín en las bandas.

En un campo donde cada partido es una ‘guerra’ –el Guijuelo había sumado 24 de sus 27 puntos en su estadio–, la apuesta era clara, intentar recuperar la solidez perdida en las últimas semanas y volver a sus orígenes.

La apuesta, en una primera mitad que fue una montaña rusa, salió a medias. El partido empezó sin un denominador claro y tanto Deportiva como Guijuelo tratando de reinar en las segundas jugadas.

La presencia en las áreas fue testimonial hasta que Carmona puso el partido patas arriba. El extremo verdiblanco pilló la espalda a la defensa blanquiazul y adelantó a los charros en el marcador en su primera llegada a los dominios de Gazzaniga, un jarro de agua fría para una Ponferradina a la que le volvió a tocar remar a contracorriente.

Sin embargo, esta vez los blanquiazules no fueron el equipo plano y sin alma de los últimos tropiezos. La reacción fue inmediata y la Deportiva se volcó sobre la portería de Ramos. Con Matthieu ofreciendo la conexión entre líneas que tanto se echaba de menos y el balón parado siendo de nuevo un arma fundamental, los bercianos metieron al Guijuelo en el área.Tras toparse dos veces con la madera –primero con un disparo de Pichín que había desviado previamente el guardameta y después con un centro-chut de Jon García–, Ríos Reina empató el encuentro con un disparo cruzado después de una jugada ensayada que hacía justicia, de forma momentánea, a la resurrección blanquiazul.

Otro mazazo


Recuperar la fe no iba a ser tan fácil. La Ponferradina continuó el asedio y recordó por momentos al equipo del inicio de curso, pero pareció tener la suerte de espalda en todo momento.

Resulta difícil describir la jugada del segundo gol sin creer en ‘gafes’. Justo antes del descanso, el Guijuelo volvió a ponerse por delante con una jugada surrealista. Luque botó una falta lateral y Gazzaniga, tras un movimiento extraño al salir de puños y su despeje terminó con el balón en su propia portería.

Los blanquiazules respondieron al tanto psicológico con otro que bien pudo serlo. Lejos de bajar los brazos, tras el paso por vestuarios los de Jon Pérez Bolo volvieron a meter la directa y solo tardaron dos minutos en devolver la igualdad en el marcador. Esta vez fue Pichín el que demostró que no solo Yuri lleva el gol en los genes. El ex del Rayo Majadahonda recibió en el interior del área y, con toda la sangre fría del mundo, batió a Ramos con una rosca milimétrica.

Con toda la segunda parte por delante, la Deportiva no logró rematar la faena. Pese a recuperar la inspiración en ataque, el Guijuelo metió el miedo en el cuerpo a los bercianos en cada jugada de estrategia. Gazzaniga y Ríos Reina sacaron dos balones sobre la misma línea de gol y evitaron una tercera derrota consecutiva que hubiera supuesto un excesivo castigo para un equipo que necesita recuperar la solidez defensiva para volver a brillar.
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