Quedan cuatro minutos para el final y el encuentro está en un pañuelo. Ha cuajado un ‘partidazo’ elAbanca Ademar, jugando con una intensidad tremenda, con Cupara un día más sensacional en portería, Acacio soberbio en la primera mitad y una brillante gestión de las numerosas inferioridades. Pero también el Granollers, con Valadao y Toledo ‘acribillando’ desde la primera línea y Figueras en seis metros cuando se les agotó la ‘sangría’ de contraataques con que se habían sostenido en el primer acto.Ha llegado a mandar de tres goles el equipo catalán en la salida (8-5), lo ha hecho de cinco el leonés mediada la segunda mitad (18-23). Ambos se rehicieron a base de parciales. Con un 0-4 el Ademar se ponía por delante (11-12) en un primer acto que terminaba con empate; con un 4-0 se ponían a uno los vallesanos a falta de 12 minutos cuando el 0-5 logrado por los ademaristas ‘amenazaba’ con romper el choque. Pero todo eso ya no vale de nada.El resultado es 27-27 después de dos tantos seguidos del Granollers, uno de Cañellas y otro de Marc García.
Es momento de valientes. Y hay muchos factores en contra a nivel mental para afrontarlos. Vienes de jugar muy mal y perder un final igualado el sábado, te han levantado cinco goles en los últimos diez minutos, el público aprieta... Pero aparece el brazo de un veterano. En aviso de pasivo, al que la defensa vallesana estaba llevando casi en cada acción en estático al Ademar, Vieyra suelta un trallazo desde nueve metros que supera al meta Guardia, un juvenil que ante la lesión de Sastre y el desacierto de Almeida salía en el peor momento y a punto estuvo de ser héroe.
El Ademar ganaba 18-23 en el ecuador de la segunda mitad, pero el Granollers remontó y empató a falta de cuatro minutos Tardó en moverse el marcador. Se sucedían los errores. Defiende el Ademar en los últimos seis minutos con una defensa 5-1 que tenía en el avanzado a Carrillo, que un día más estuvo perfecto con seis goles de seis lanzamientos y con quien esta vez Guijosa no respetó la política de una parte para él y otra para Juanín. Pero quien aparece es Cupara. Es el broche a su gran partido. Otro más. Si se esperaba a medirle a verle contra los ‘cocos’, aprobó con nota. Fundamental durante todo el choque, su brazo aparece para detener el lanzamiento de Toledo.
El serbio ha estado muy bien, pero mucho mérito es de la defensa. Se supieron sobreponer los leoneses al mazazo de que Carou viera dos exclusiones en sólo 12 minutos, a las numerosas pérdidas que permitían correr a los locales y a las seis exclusiones sufridas en 40 minutos. Todo se corrigió. A todo se sobrepuso. Ni permitió una sola contra en toda la segunda mitad ni volvió a ver ninguna sanción de dos minutos. Y como en estático el 6-0 ademarista frenaba al Granollers y con uno menos los de Guijosa rozaron la perfección, logrando un parcial de 6-3 sumando todas las veces que tuvieron un hombre excluido, esto no había decisivo.
Acacio se salió en la primera parte, donde lideró a un equipo leonés que empezó perdiendo 8-5 y llegó empate al descanso Por tanto, ataca el conjunto ademarista para sentenciar. Y Mikel lo logra. El balón va al fondo de la red. Pero le señalan falta en ataque sobre Toledo. Parece clara pese a las protestas de Guijosa a un arbitraje tremendamente casero en sus primeros 45 minutos que cambió en la recta final. Otra opción para el Granollers, que ahora corta Juanjo Fernández forzando el ataque local.
Y llega la acción decisiva. Quedan 45 segundos. El Ademar lanza golpe franco avisado de pasivo y tras tiempo muerto de Guijosa. Un gol son dos puntos. Es una victoria de prestigio. Es un puñetazo sobre la mesa, la confirmación de que este año sí se puede pelear con los grandes y la invitación a que tanto afición como la propia plantilla se lo crea. Y el tanto llega. Lo logra Federico Vieyra. Segundo ‘trallazo’ desde nueve metros seguido que va para dentro. Quinto tanto del encuentro y segundo que vale su peso en oro.
Dos goles desde 9 metros y en pasivo de Vieyra, el último a 45 segundos, rompieron el 27-27 y decantaron el triunfo El Ademar logra su particular venganza ante el equipo que le echó de Copa Asobal y Copa del Rey el año pasado. Que le vapuleó en este mismo feudo en liga. Pero este conjunto leonés no tiene nada que ver con el del año pasado.
La alegría se desata. El grito de Rafa Guijosa a sus hombres en el vestuario lo resume todo: «Sois un ejemplo de equipo. Seguid así que no hay freno».