Y eso que es optimista. Tras rebasar las cuatro semanas que consideraba imprescindibles para dotar al equipo del «alma» que le permitiera escapar de la quema, Fabri cree que a falta de «seguir puliendo detalles», la Deportiva ha subido el listón. «A medida que hemos ido trabajando se ha visto una mejoría importante. Competimos dignamente ante el Numancia y mucho mejor contra el Nàstic en Tarragona», explica el gallego, que ve a los suyos «capaces de hacer daño en casa y fuera a cualquiera».
Para el choque espera contar con Álvaro Antón. A pesar de que el centrocampista burgalés se rompió el tabique nasal en un encontronazo con Lolo Pavón durante el entrenamiento del pasado miércoles, el técnico confía en que el interior pueda entrenar con normalidad durante la última sesión antes del choque gracias a una máscara de protección en la que se encuentra trabajando tanto el cuerpo médico como los fisioterapeutas.
Fabri quiere enfrentarse con todas sus armas a un equipo que consigue a domicilio lo que no es capaz en su estadio. «Solo han perdido tres partidos fuera esta temporada. Han hecho veinte puntos como visitantes y trece como locales», recuerda el míster, que piensa que la explicación al buen rendimiento de los aragonés lejos del Alcoraz responde a su facilidad para «gobernar los partidos sin balón». «En casa, con la posesión sufren, pero fuera es un equipo que tiene éxito porque es agresivo, está bien plantado y defiende muy bien», señala.
Por otro lado, el lucense se desmarca de cualquier polémica relativa al arbitraje. El duelo entre bercianos y aragoneses será dirigido por Ruipérez Marín, natural de Albacete, otro de los equipos involucrados en la lucha por la permanencia. «Creo en la imparcialidad de los árbitros. Todos cometemos errores, es algo inherente al ser humano, pero intentan hacerlo lo mejor posible sin afán de beneficiar a nadie», sentencia.
Anquela, un paso al frente
El Huesca llegará a Ponferrada tras caer en su estadio en el partido aplazado con el Mallorca (0-2), una buena oportunidad de dar un paso al frente en la clasificación. «Teníamos un comodín en la manga y lo no hemos sabido usar. No quiero ser reiterativo. Soy previsor porque el fútbol nunca sabes qué te puede deparar y no es que bajásemos la guardia sino que no supimos leer el partido ante el Mallorca y eso es grave porque hay gente experta en el equipo, aunque a veces nos cuesta», explica el entrenador del equipo oscense, Juan Antonio Anquela.
Al técnico no le preocupa la carga de partidos de su equipo, que afrontará en El Toralín su tercer partido en apenas siete días, y espera recuperar la puntería de cara a la portería rival. ««Es evidente que si no metemos gol no podemos ganar, pero con el trabajo que hacen los delanteros, si siguen así, la meterán», avisa.