Desde el inicio de temporada las condiciones de entrenamiento del Abanca Ademar están siendo un constante ‘caballo de batalla’ en el conjunto ademarista. Y lejos de mejorar, a corto plazo están más cerca de empeorar.
Aunque el Palacio de Deportes estará listo la semana que viene, con una sola grada abierta, para que pueda volver a jugar como local el equipo leonés, para entrenar la instalación no estará disponible hasta el final de la obra, que podría ser a finales de noviembre o incluso de este 2023.
Además el Hansi Rodríguez, la pista de la Universidad donde han estado entrenando más tiempo hasta la fecha, empieza ya a estar más ocupada y con menos horas libres por empezar las competiciones internas y las clases, por lo que tampoco será una opción.
«El Palacio tiene sus plazos, lo que pedimos es tener alguna alternativa real para entrenar, la que sea»
Y así, ante la falta de soluciones viables del Ayuntamiento, en cuerpo técnico y plantilla el hartazgo va cada vez a más. Así, pese a la prohibición de criticar públicamente esta situación impuesta por la directiva, el técnico Dani Gordo ha vuelto a alzar la voz, señalando que «es complicado gestionar el día a día de una plantilla profesional sin tener un mínimo de condiciones. Volvemos a lo de siempre, me pueden decir que es que soy un llorón, pero si me preguntan o me callo, que digo yo que por educación tendré que contestar, o digo una mentira o la cruda realidad que es esta. Este miércoles entrenamos a las tres de la tarde, el jueves a las 9 de la mañana y la semana que viene no sabemos si entrenaremos o no, si habrá pabellón o no... No tengo ni idea, tampoco es mi función buscarlo pero también la hago».
Así, Dani Gordo destacaba que «el Ayuntamiento está haciendo un esfuerzo en arreglar una situación de la que vamos a ser el máximo beneficiado y tiene unos plazos, pero lo que digo es que tendremos que tener alguna alternativa, la que sea, pero que sea real para un equipo profesional del calibre del Ademar, que será uno de los más representativos de la ciudad con respeto a los demás clubes».
«Trabajaremos en las condiciones que nos den y hasta donde lleguemos, la última sesión se tiene que poner el el segundo entrenador de pivote para hacer dos equipos con 14 jugadores, porque los juveniles no pueden venir porque tienen clase, algún universitario ha tenido que faltar a clase obligatoria para venir... Esta es la realidad del equipo, no queremos poner ninguna excusa para los partidos, pero llevamos mucho en la mochila este año», concluía el técnico ademarista.