El partido entre Ademar y Valladolid no tendrá en el banquillo leonés dirigiendo a su equipo al técnico Dani Gordo, en un día que iba a ser especial para él por ser el derbi y medirse al equipo de su ciudad de nacimiento.
Será Luis Puertas, que ya dirigió en anteriores ocasiones al Ademar cuando estuvo sancionado Manolo Cadenas, quien deba tomar las riendas por un día, ya que el primer entrenador ademarista ha sido sancionado por la Federación Española de balonmano con un partido debido a los insultos vertidos hacia los árbitros al final del partido en Torrelavega.
Según reflejaron en el acta los árbitros de ese encuentro, Zaragueta Ruiz y Oyarzun Aylagas, "al finalizar el encuentro Dani Gordo se dirigió a uno de los colegiados en los siguientes términos: Es una vergüenza, hijos de puta", señalando no obstante también que "antes de salir del pabellón se disculpa y pide perdón a ambos colegiados".
Acabó muy caliente el prepador ademarista después de que a 40 segundos para el final, con su equipo en plena remontada y tras dejar seis minutos sin marcar a su rival, durante un tiempo muerto veía primero la amarilla y luego la exclusión, dejando en inferioridad a un Ademar que con uno menos encajaba el tanto del Torrelavega que sentenciaba el choque.
Gordo, que fue excluido con 1 abajo a 40 segundos, le dijo según el acta a los árbitros: "Es una vergüenza, hijos de puta"
Le ha acabado costando esa circunstancia la sanción, según el artículo 33.C del Régimen Disciplinario, por "insultar a los árbitros", reduciéndose la sanción (hace unas semanas al técnico del Cuenca, Lidio Jiménez, le habían caído dos choques por algo similar", por esas disculpas que permiten aplicar la atenuante prevista en el artículo 6.b.
No obstante, él defendía que no se había producido el insulto, lo que llevó a presentar alegaciones en su defensa al Ademar, las cuales no han sido atendidas por no presentar pruebas de ello el club. "No pueden ser tenidas en consideración puesto que se trata de alegaciones de parte respecto de las que no se aporta elemento probatorio alguno y que no tienen entidad suficiente para desvirtual la presunción de veracidad de la que goza el acta del encuentro y su anexo", refleja el Comité de Competición.