El 'nuevo' Astorga se estrena con una victoria de prestigio

Dice uno de esos refranes (la mayoría de veces sin sentido) del mundo del fútbol que a «entrenador nuevo, victoria segura» y a pesar de carecer de una base lógica esta vez sí se cumplió en el Atlético Astorga.

Llámenle sabiduría popular o que el equipo ha encendido una chispa que parecía apagada con la salida de Tornadijo, pero el conjunto maragato pareció ayer otro sobre el pésimo césped (por llamarlo de algún modo) de La Eragudina. Sin embargo, durante 84 minutos el buen juego y la continua sensación de peligro que generaron los verdes parecía que se iba a quedar en otra estéril demostración de que este equipo sí merece quedarse en la Segunda División B. Pero por fin, sea por lo que sea, la suerte cambió y Borjas acertó a la enésima con la portería de Miguel Martínez de Corta, el mejor ayer de una U.D. Logroñés gris, plana y sin ideas que no hizo ni mucho menos honor al tercer puesto que ocupa en la tabla clasificatoria.

No arriesgó un ápice Pepe Calvo en su primer once como entrenador del Astorga. Jugaron los once que lo hicieron el fin de semana pasado en Valladolid con la excepción de Rubén, que dejó su sitio a un recuperado Taranilla. Tampoco lo hizo el estilo de juego del equipo, al menos en el primer cuarto de hora en el que los riojanos salieron a dominar el partido y tuvieron el control del juego con un Astorga agazapado que esperaba su oportunidad.

El balón parado le dio a los de Carlos Pouso las que a la postre serían casi sus únicas opciones de gol durante todo el partido, incluyendo un gol bien anulado por fuera de juego a Julio Rico. Sin embargo poco a poco los locales se fueron haciendo con el partido buscando las bandas y empezando a generar las primeras ocasiones de peligro. Ahí empezó a aparecer un Miguel Martínez que fue el principal escollo de los maragatos. El portero riojano sacó un balón a Borjas de cabeza a centro de Bandera pero no pudo más que ‘rezar’ para que un tiro del canario se marchase fuera por centímetros tras encontrarse el punta un rechace en el área pequeña.

También fue espectador el guardameta de la última ocasión clara de los maragatos en la primera parte, un tiro al palo de Lago cuyo rechace fue a parar a las botas de Ivi Vales para que este con el portero batido la mandase alta para desesperación de la parroquia local. Y es que perdonando y dando sensación de inmensa superioridad se iba el Astorga al túnel de vestuarios ante un Logroñés que era incapaz de encontrar soluciones para llegar con peligro al área local.

El segundo tiempo siguió el guión del primero. Pouso dio entrada a Titi por Chevi y el extremo fue todo un soplo de aire fresco para los riojanos. Si bien el equipo visitante llegaba poco, cuando lo hacía por la banda derecha era con peligro. El propio Titi mandó al lateral de la red una contra rojiblanca y creó una doble ocasión que despejó con garantías una muy bien plantada zaga maragata con un gran David Uña y un Víctor que parece decidido a no volver a cometer ningún error en la salida de balón.

En el otro área Ivi Vales y Diego seguían llegando hasta la línea de fondo rival prácticamente en cada ocasión y David Bandera y Borjas seguían disfrutando de ocasiones que una y otra vez se estrellaban en el portero riojano.

Pepe Calvo movió ficha quitando a Taranilla y a Diego, algo que en un principio no sentó bien en la grada dejando caer los primeros pitos sobre el recién llegado técnico pero terminaron por dar resultado. Con el Logroñés con todo el arsenal sobre el campo, Camochu y Menudo continuaban desaparecidos, siendo el Astorga el que seguía estando más cerca de un pequeño detalle que decantase el partido de su parte e hiciera valer todo el trabajo de 80 minutos.

Y el fútbol de una vez por todas hizo justicia con el Astorga a través de la picardía y el olfato de gol de un jugador que asoma la cabeza entre los pichichis de la Segunda División B. David Bandera cruzaba un balón a la media vuelta y Borjas le comía la tostada a la defensa riojana para adelantarse y encontrar el esférico solo en el segundo palo para marcar a placer y abrir el marcador. Los maragatos encontraban la recompensa a un partido en el que los méritos invitaban a pensar en un resultado incluso más amplio y que realmente no sufrió excesivamente en los últimos 10 minutos.

Los maragatos defendieron con uñas y dientes un resultado que les permite dar un paso adelante en la clasificación y, aunque no asegura nada, permite afrontar con más tranquilidad la complicada salida del próximo fin de semana en Ferrol, un campo que no trae buenos recuerdos para los maragatos.