La Deportiva y su Junta de Accionistas aprobaron los presupuestos para la presente temporada, 23/24, y cerraron el ejercicio de la temporada anterior, la 22/23. La Junta prevé unos ingresos totales de 4.845.000 euros y unos gastos de 4.821.000 euros, lo que supondría cerrar el curso con un superávit de 24.000 euros.
Algo muy diferente a la temporada pasada donde el conjunto blanquiazul disponía de 10,2 millones, una gran rebaja marcada tanto por el despido de hasta tres entrenadores durante la campaña 22/23, José Gomes, David Gallego y Juanfran, pero, sobre todo, el descenso de Segunda División a Primera Federación que ha trastocado y mucho los ingresos del conjunto blanquiazul.
Además de la aprobación de las cuentas de esta temporada, también se cerraron las cuentas de la temporada pasada en las que la Deportiva contaba con un presupuesto total de 10,2 millones, récord absoluto en la entidad berciana, y cerró el ejercicio con una deuda que asciende a los 900.000 euros, todo por ese descenso de categoría.
El descenso a Primera Federación y la destitución de hasta 3 entrenadores, marcan la deuda de la 22/23
No es la primera vez que la Ponferradina cierra un ejercicio en negativo, es cierto que en los último años no eran tan habitual, pero esta vez son ya dos temporadas consecutivas cerrando el ejercicio con pérdidas. Pasó en la temporada 21/22, en la que el club cerró el ejercicio con unas pérdidas de hasta 700.000 euros, después de 3 temporada seguidas mostrando un superávit, en gran parte por todo el desembolso del club en los actos del Centenario blanquiazul.
Sin embargo cuando al año siguiente se tenían en mente esas pérdidas, el club pierde la categoría volviendo a la tercera categoría del fútbol español, ahora Primera Federación, ante Segunda B, y trastocando ciertos planes del club.
A pesar de ello el club cuenta con uno de los presupuestos más altos de toda la Primera Federación y está como favorito en todas las quinielas para volver al fútbol profesional más pronto que tarde. Un camino que no lleva mal, ya que se ha marchado al parón de invierno como tercer clasificado, solo superado por el Celta Fortuna y la Cultural, aunque por solo un gol.
La ‘Ponfe’ ha pasado de los 10,2 millones de la 22/23 a los 4,2 y cerrando dos ejercicios consecutivos en negativo
La previsión tanto de la plantilla como del club es la hacer el famoso ‘ascensor’ y subir al siguiente año de descender, algo que no sería la primera vez que ocurre, de hecho ya sería la 2 vez, contando con que esta temporada lo logren. En la 09/10 se asciende y solo se tarda un año en volver, en la 11/12 el club consiguió de nuevo el ascenso a la categoría de plata.
La plantilla actual es muy joven, pero conoce perfectamente los planes del club, y con la ayuda de los más veteranos conseguir ese cóctel perfecto para devolver al club a Segunda División. Además, El Toralín está prácticamente terminado y pintado y es más un campo del fútbol profesional que del semiprofesional.
El club ha cerrado dos ejercicios seguidos con pérdidas y las noticias de la posible venta del club a un inversor sudamericano fueron muy fuertes durante el último verano, pero ha sido uno de los cambios más radicales de profesionalismo y mejora de infraestructuras de los últimos tiempos. El campo, las instalaciones, la tienda y las zonas del campo, todo es gracias a esa estabilidad que ha tenido en Segunda División durante cuatro temporadas.