Cupara dirige la sinfonía perfecta

Un estratosférico partido del meta serbio lidera la exhibición del Abanca Ademar, que barre 33-21 a un Granollers al que ya tenía KO mediada la segunda parte y pone pie y medio en Europa

Jesús Coca Aguilera
17/04/2016
 Actualizado a 30/08/2019
Piñeiro lanza entre los defensores del Granollers. | MAURICIO PEÑA
Piñeiro lanza entre los defensores del Granollers. | MAURICIO PEÑA
Desde nueve metros, desde seis, a los extremos, a los lanzadores, en contraataques... Daba igual cómo lo intentara Granollers. Porque enfrente había un muro insalvable. Había un portero con quien se agotan los calificativos. Había un ‘gigante’ que ya se ha metido en el bolsillo a la afición del Abanca Ademar. Una vez más, Vladimir Cupara estuvo soberbio. Quizá más que nunca, y eso que tiene el listón muy alto. Pero es que en esta ocasión se sacó una exhibición ante uno de los ‘grandes’ de la liga Asobal, contra el gran rival por una tercera plaza que deja bastante encaminada un equipo leonés que además pone pie y medio en puestos de competición europea.

El portero dirigió la sinfonía perfecta de la escuadra ademarista, que se sacó en un día clave uno de los mejores partidos de los últimos años y barrió de la pista a un Granollers al que empequeñeció y acabó venciendo por 12 goles (33-21) tras barrerle desde el primer minuto, llegando a mandar por seis tantos ya en la primera parte, y teniendo el choque visto para sentencia con 10 de renta (27-17) cuando aún restaban 10 minutos para la conclusión.

Juanjo Fernández estuvo increíble en defensa, Piñeiro lideró el ataque en la primera parte y Carrillo fue infalible Todo salió a las mil maravillas. Cupara fue el director de una orquesta en la que nadie desafinó, si bien tuvo solistas que destacaron por encima del resto. Uno, sin duda, Juanjo Fernández, que se marcó un partido extraordinario en defensa, marcado por una garra y una intensidad sobresaliente que contagió a sus compañeros y dificultó cada ataque vallesano.Otro, Diego Piñeiro, que ante los problemas físicos de un Carou que reapareció pero para actuar sólo en defensa (donde, para variar, fue un pilar), jugó el partido casi completo en ataque y se sacó una extraordinaria actuación, siendo referencia sobre todo en la primera mitad y acabando con cinco goles de lanzamientos. Y el tercero, sin duda, un José Mario Carrillo infalible, que en sus 30 minutos de juego se marcó ocho goles de nueve lanzamientos (sólo dos desde siete metros), sin alardes pero con una efectividad que empieza a ser costumbre y que, más aún tras lo visto en el reciente Preolímpico,hace que su candidatura a la selección sea más que sólida.

Si a eso le unes que Juanín y Huerta se marcaron una gran primera mitad; que Leo Santos compensó las acciones en las que se acelera demasiado con una gran actuación defensiva, un derroche de ganas y cuatro goles casi todos de ‘zambombazos’; que Rodrigo puso calma y seriedad en la dirección, compensando el mal partido de Acacio; o que la dirección de partido y el planteamiento de Rafa Guijosa rozó la perfección; el resultado fue esta exhibición que se vio venir desde el comienzo de encuentro.

Ademar y Granollers se intercambiaron parciales en la primera mitad: del 8-2, al 8-6, de ahí al 13-7 y después al 13-11 Porque la salida fue en tromba. En sólo 10 minutos, el Ademar ya ganaba de seis (8-2). El Palacio, que fue el de las grandes ocasiones, vibraba. Pero tumbar a Granollers no puede ser tan fácil y los vallesanos reaccionaban con el tiempo muerto de Carlos Viver.

Fue una primera mitad de parciales y le tocaba el turno a los vallesanos, que le endosaban un 0-4 con el que se ponían a dos... pero se encontraban tras él con la respuesta ademarista, que con un 5-1 recuperaba la máxima ventaja de seis tantos (13-7), momento en el que eran las contras del Granollers las que lideraban un nuevo 0-4 con el que el partido se volvía a apretar (13-11).

¿Al final? Se llegaba al descanso con una ventaja de cuatro goles (15-11) para el equipo ademarista que suponía una buena renta pero dejaba todo en el aire.Sin embargo, Granollers ya nunca pudo bajar la distancia por debajo de los tres goles y, tras el 18-15, llegó el despegue definitivo de los leoneses.

Con dos ‘trallazos’ de Leo, una penetración de Rodrigo, un tanto de garra de de Juanjo, un robo de éste que acababa en gol de contra de Carrillo y, sobre todo, la continuación del recital de un Cupara que ponía en pie a todo el pabellón tras detener una contra, el partido se rompía definitivamente con el 24-17 mediada la segunda parte.

El Granollers nunca bajó de tres goles la renta en la segunda mitad, en la que el Ademar sentenció con un parcial de 9-2  Buscaba la heroica Granollers, tras un nuevo tiempo muerto, con una defensa 4-2 que rápido pasaba a ser individual. Táctica agresiva para reaccionar y endosar un parcial si salía bien, o morir definitivamente si iba mal. Y fue lo segundo. Porque, con dos tantos de Mario y uno de Carrillo, el Ademar se iba a los 10 goles (27-17) y se regalaba un final plácido, con posibilidad de minutos para Javi García,Tot o Biosca; y de cambios para buscar las ovaciones a los más destacados como Leo, Piñeiro o Cupara.

¿Quién lo hubiese imaginado ante todo un Granollers? Pero es que este sábado, todo fue perfecto. Hasta los resultados de los rivales, pues Cangas perdió en Sinfín y Aranda empató en Teucro, por lo que la distancia con el quinto es ya de siete puntos que se antojan definitivos.
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