
1-2 se impuso el filial pucelano en un choque en el que la Cultural ni tuvo la suerte de cara, pues el filial sin mostrar nada convirtió en gol sus dos únicas llegadas, ni supo adaptarse a lo que pedía un partido condicionado por el estado del césped, muy embarrado por las lluvias que azotan en los últimos días la capital hasta el punto de que el balón no corría por varias zonas del campo, sobre todo por la banda más cercana a los banquillos.
Con un escenario así, intentar jugar el balón era un suicidio. Era darse de cabezazos contra un muro con el que los leoneses se chocaron una y otra vez en la segunda mitad. Empeñados en cargar el juego por la zona impracticable, reacios a renunciar a su filosofía y buscar el juego directo, pese a verse por detrás en el marcador no fueron capaces de crear ni una sola ocasión en toda la segunda mitad, en la que acabaron jugando con tres defensas y Álvaro Tejedor de delantero centro.
Y eso que habían conseguido rehacerse del mazazo inicial. Porque, antes de cumplirse el primer minuto, un balón a la espalda de la defensa dejaba solo ante Calzado a Caye Quintana, que resolvía bien el uno contra uno y batía por bajo al meta culturalista.
Un jarro de agua fría que solucionaron pronto. Porque en la primera llegada leonesa llegó el empate. Un centro de Villarejo, que dos meses después volvía al once, lo controlaba dentro del área Gonzalo, llegando un defensa y quedando el rebote en los pies de unJavi Navas que en boca de gol fusilaba a Julio y ponía el 1-1.
Navas igualó al instante el tanto en el minuto 1 del filial, al que la Cultural asedió hasta el descanso sin el premio del gol Lo más difícil estaba hecho y la Cultural se volcó en busca de un tanto que mereció hasta el descanso. Casi siempre con Aketxe como protagonista, las oportunidades se sucedían. Una falta botada por el vasco que se iba fuera por poco, un centro que el punta vasco no se esperaba que se comiera la defensa y no acertaba a rematar solo en el segundo palo, un centro-chut de Núñez que se paseaba sin rematador y, la más clara, un pase al hueco de Aketxe que dejaba a Gonzalo solo ante Julio, al que superaba pero su disparo raso iba aminorando la velocidad con el barro y un defensor pucelano llegaba a sacarlo bajo palos. Hubo hasta tiempo para la polémica, con un posible penalti por mano de un defensor pucelano al intentar cortar en la esquina del área el avance de Aketxe.
Llegaba el descanso sin el premio del gol pero con la sensación de que, si seguía el acoso, tendría que acabar cayendo dado que el Valladolid B no era capaz de salir de su campo.
Pero en la segunda mitad el escenario cambió. El paso de los minutos dejó peor el césped, la Cultural se cegó y las alternativas no llegaron. Y para colmo, la segunda aparición por el área contraria de los vallisoletanos fue el 1-2. Robaban un balón que intentaban sacar jugado los leoneses y abrían a la banda derecha a un Toni que pisaba línea de fondo y ponía un centro raso y fuerte para que, en el segundo palo, apareciera Ángel, que se tiraba en plancha para anticiparse a Núñez y en la línea tocar el balón metiéndolo dentro de unas redes en las que también acabaron él, el lateral culturalista e incluso Calzado.
Los leoneses, que acabaron con Tejedor de delantero, no crearon ni una sola ocasión de gol en toda la segunda mitad Con Orodea, quizá el jugador al que mejor le venía el estado del terreno, fuera de la convocatoria por decisión técnica tras haber sufrido durante todo el sábado una gastroenteritis de la que ya estaba prácticamente recuperado; las soluciones pasaron por dejar con casi media hora aún por delante defensa de tres y sacar a Cristóbal y Babalola.
Arriesgaba Ferrando poniendo en el campo todas las balas ofensivas que le quedaban, pero no sólo no consiguieron aportar nada, sino que uno de los sacrificados fue Gonzalo, el mejor a balón parado del equipo, a quien se echó de menos en las numerosas faltas y córners que se lanzaron de ahí al final. Se antojaba como la única manera de encontrar el camino del gol, pero no llegaron a rematar con peligro ninguna, en parte porque Matador no tuvo su mejor día a la hora de ponerlas.
Ni contra diez, pues en el minuto 86 el Valladolid B se quedaba con uno menos tras ver Caye Quintana su segunda amarilla, hubo opciones. Esta vez tocó accidente. Para el optimismo, que hay margen de sobra para que quede sólo en eso, pues el ‘playoff’ de ascenso sigue estando a sólo tres puntos y la Cultural ha demostrado que puede pelear por él hasta el final. Para la reflexión, que quedan un par de meses con campos en los que el hielo o el barro obligarán a cambiar el chip... y adaptarse cuanto antes a otras circunstancias de encuentro.