La misma Cultural que ante el Arenteiro y el Zamora marcó en su única ocasión de partido tras generar lo justito en ataque, perdonó muchísimas oportunidades ante el Osasuna B el día en el que por momentos fue un vendaval ofensivo que generó ocasiones como para haber firmado una goleada de escándolo.
Sin embargo, lo que no cambió es el final. El mismo que han tenido cuatro de los cinco primeros partidos de la temporada. La victoria de un conjunto culturalista que está firmando el inicio soñado, con 13 puntos de 15 posibles y ubicado desde el primer día en el liderato.
Venció y convenció la Cultural, a la que esta vez ni los más exigentes podrán echar en cara el juego, pues se marcó 20 minutos en la primera parte y otros 20 en el arranque de la segunda absolutamente sensacionales. Auténtico caviar de ese que es casi imposible ver en esta categoría y que en León probablemente sólo se haya visto con continuidad en las últimas décadas durante el año del ascenso.
Se echó el equipo a las espaldas un Pibe absolutamente determinante, volvió a demostrar Escobar que si hace falta cambiar el esquema para hacerle sitio en el once deberá hacerse porque al nivel que muestra se lo ha ganado, fue un peligro constante Álvaro con sus subidas por la banda izquierda y volvió a aparecer ese ‘niño maravilla’ que es Chacón, que en su segundo partido como titular marcó otro gol que volvió a valer tres puntos.
Chacón falló un mano a mano pero pudo resarcirse cuatro minutos después marcando a pase de Pibe
Todo funcionó sobre ruedas durante 65 minutos en la Cultural, a quien lo único que se le puede echar en cara es el bajón tras los cambios, comprensible porque se antojaba absolutamente imposible mantener el nivel que estaba mostrando durante todo el choque, pero que pudo haber costado caro ante un Osasuna B que jugó casi toda la segunda mitad con un hombre menos.
El filial navarro, que llegaba a León situado en la segunda posición de la tabla, salió atrevido y disputándole la posesión que tanto le gusta tener en casa a los locales, pero sólo pudo hacerlo durante diez minutos, que fue el tiempo que tardó en hacerse con el partido una Cultural que fue claramente a más.
Y así llegó el peligro. Primero,cuando tras una combinación entre los dos delanteros de la Cultural Manu Justo dejaba con un toque de primeras a Chacón mano a mano contra el portero rival, pero le intentaba superar con el exterior y Valencia (el mejor con mucha diferencia de los visitantes) la sacaba.
Sólo cuatro minutos tardó en redimirse el mediapunta, que volvió a dejar muchos detalles de calidad. Culminó Chacón una jugada que nació con un robo en campo contrario de Víctor, un pase buscando al jugador desmarcado de un Maestre que sin alardes hizo un trabajo inmenso, un pase al hueco de Escobar para la carrera de Pibe y un centro desde la línea de fondo que en línea de gol llegaba a rematar Chacón.
Pero, incluso en los mejores momentos de la Cultural, el ‘Muro’ tuvo que hacer acto de presencia. Porque sólo una ocasión tuvo el Osasuna B, pero fue clarísima y podía haber cambiado el signo del partido de haber entrado. Fue en un centro lateral peinado en el primer palo y rematado solo en área pequeña por Asier Bonel, que se encontraba con que Bañuz, que se había ido hacia el lado contrario, tiraba de reflejos para sacar un pie milagroso y despejar el balón.
Se libraba la Cultural, que todavía tenía un tiro de Pibe que sacaba el portero y otro de Chacón tras una gran combinación con Álvaro antes del descanso, pero que fue al regreso de vestuarios cuando se convirtió en un ciclón.
En los primeros 20 minutos de la segunda mitad, Pibe forzó una expulsión y la Cultural tuvo seis ocasiones
Influyó, claro está, que lo hizo con un hombre más.Había visto Santos la primera amarilla en una clara falta sobre Escobar y, en una de las primeras acciones de la segunda, veía la segunda al frenar a Pibe, que había hecho un excepcional recorte en la frontal, siendo derribado en la misma línea del área grande cuando sino se iba contra el meta.
¿A partir de ahí? Fueron seis ocasiones claras en quince minutos, haciendo que pareciera imposible que no se ampliara en ninguna de ellas la diferencia en el marcador.
Cuatro de ellas tuvieron como protagonista a un Pibe que volvió loco al lateral rival, que respiró cuando Llona le sentó. En dos lanzamientos de falta que fueron pegados al palo, uno de las cuales le botó delante al meta pero aún así consiguió sacar la manopla para enviarla a córner; encontrándose en el otro con el ‘vuelo’ de Valencia para despejarla también a saque de esquina cuando buscaba la escuadra. En una llegada tras un gran centro de Álvaro al segundo palo que se volvía a encontrar el guardameta. Y en un córner que botaba y llegaba a rematar en el área pequeña Rodri, que la picaba demasiado y se le iba arriba tras el bote de balón.
¿Las otras dos? Fueron de Manu Justo, que tras sorprender Chacón a la defensa sacando rápido una falta se plantaba ante el meta, regateándole pero sacando un defensa luego su disparo sin ángulo ni portero bajo palos; y de otro fruto de la conexión Álvaro-Chacón, con el lateral poniendo al mediapunta ante el portero, este devolviéndosela de tacón ante él, y un defensa sacando bajo palos el tiro y evitando lo que hubiera sido uno de los goles de la temporada.
Bañuz, con una parada de reflejos con el pie tras un remate en área pequeña, salvó la única llegada navarra
Maravillaba la Cultural, pero de repente el nivel del partido bajó. Quitó Llona a Pibe y Escobar y el peligro cesó, dando pie a un final en el que el Osasuna B no generó ninguna ocasión (todavía tuvieron otras dos los leoneses, de Justo a pase de Chacón y en el descuento de Artola tras un centro de Calderón) pero en el que con el marcador en un pañuelo los nervios de que en una acción aislada se te pudiera acabar quedando cara de tonto estaban presentes.
No fue así. El mejor partido de la Cultural en la temporada tuvo como premio los tres puntos. Y por quinta semana, mirará hacia abajo a sus rivales.