Coruxo 1 - 1 Ponferradina: 'La Deportiva sigue con su vía crucis'

Un gol de André a cinco minutos del final deja a la Ponferradina sin los tres puntos en O Vao / Los bercianos jugaron con fuego, no sentenciaron y lo acabaron pagando

Alejandro Cardenal
29/01/2017
 Actualizado a 01/09/2019
3012017ponfe.jpg
3012017ponfe.jpg
La ‘pasión’ de la Deportiva esta temporada sigue sin final a la vista. El conjunto berciano vivió en O Vao un capítulo más de su particular vía crucis viendo como los puntos se volvían a escapar en la recta final del partido.

La Ponferradina comprobó en sus propias carnes que Andre Osterholm, el ‘enchufado’ del ariete celtarra John Guidetti, es algo más que un favor de un compatriota. El sueco liquidó con su gol a una Deportiva que estuvo jugando con fuego durante toda la segunda mitad y se terminó quemando.

Los bercianos fueron de más a menos. Aunque lo único que brilló en la primera parte, y por su ausencia, fueron las ocasiones, los de Pedro Munitis firmaron un primer acto convincente, recuperando la intensidad que se echó en falta ante el colista.

Esa fue la parte positiva. También la negativa. Y es que la Ponferradina se presuponía un equipo en el que las ‘figuras’ iban a sobresalir sobre los ‘obreros’, pero se ha convertido en todo lo contrario. Ante el Coruxo, los blanquiazules se arremangaron, pero salvo algún destello de Menudo y Chavero, volvieron a exhibir una más que preocupante falta de ideas en los metros finales.

Volvió la defensa de cuatro


Viendo que la defensa de cinco más que camuflar las debilidades de la Deportiva, las agudizaba, Munitis volvió a una línea de cuatro y recuperó una propuesta más clásica en busca de tres puntos que se antojaban decisivos tanto para el conjunto berciano como para propio su futuro.

En un campo que tampoco dejaba margen a demasiada ‘delicatessen’, los blanquiazules se pusieron el mono de trabajo, igualaron a los gallegos en intensidad y recurrieron al juego directo y vertical.

No necesitaron largas posesiones para hacerse con el timón del choque. Volvió la pareja Cidoncha-Chavero, la dupla con la que el cántabro empezó su andadura en Ponferrada, y la Deportiva recordó en el arranque del choque a la de los primeros compases de la era Munitis.

Y es que la Ponferradina fue, por momentos, un equipo práctico. En un campo como O Vao, que castiga hasta el más mínimo error, los blanquiazules renunciaron a cualquier tipo riesgo en campo propio y aprovechaban los centímetros de Figueroa y Pallarés para iniciar la jugada en el contrario.

El equipo berciano estuvo más activo en ataque que de costumbre, pero siguió teniendo muchas dificultades para crear ocasiones claras de gol. ¿El Coruxo? Todo lo contrario. Sin la continuidad que sí mostraba la Deportiva, los gallegos avisaban primero con una volea de Fernando desde el interior del área que atajaba sin problemas Dinu.

Solo el diez de los verdiblancos y la clase de Jorge en la banda izquierda, llegando a desquiciar a Nacho López, lograban asustar a los de Pedro Munitis, que no lograban plasmar su superioridad de forma tangible.

Con bercianos y gallegos pensando ya en el descanso tras una primera parte con más trabajo que fútbol, llegaba el gol. Menudo colgaba un córner cerrado y en su intento de despejar, Fernando terminaba marcándose en propia puerta.


Peor con ventaja en el marcador


La ventaja en el marcador fue un arma de doble filo. Conscientes de la importancia de los tres puntos, los blanquiazules dieron un paso atrás y permitieron que el Coruxo entrara en un choque se le había atragantado.

Dinu salvaba en dos ocasiones a los bercianos, que le veían las orejas al lobo y buscaban la sentencia al contragolpe. La tuvo Pallarés, pero se encontró con Alberto Domínguez primero y el poste después.

Cuando parecía que los blanquiazules podían aprovecharse de un rival totalmente volcado, aparecía Andre con un disparo en la frontal tras un barullo en el área para prolongar la agonía de la Deportiva una semana más.
Lo más leído