En poco más de un mes, la Cultural ha pasado de soñar a temblar. El bache ya es una crisis en toda regla, una que todavía no ha tocado techo y que se agudizó ayer en Córdoba, donde los leoneses ‘resucitaron’ otra vez más a un equipo en crisis y cayeron 2-0.Es el sexto partido seguido sin ganar de los de Docampo, que han sacado dos de los últimos 18 puntos en juego teniendo ya más cerca el descenso que el ‘playoff’, y que acumulan su quinto partido seguido sin ver puerta, un mal que volvió a quedar de manifiesto en una segunda parte donde el dominio apenas se tradujo en oportunidades.
No fue ese el problema en la primera mitad, que fue donde a la Cultural se le fue el partido. En 22 minutos ya caían 2-0 los leoneses, que completaron una bochornosa media hora inicial, con el centro del campo a merced del rival y la defensa completamente superada.
Y es que la la defensa de circunstancias, con Saúl, Amelibia, Trigueros y Castañeda que en condiciones normales hubieran formado la zaga estando al completo de baja, naufragó por completo, especialmente en los laterales.
Muguruza asistió con un despeje de cabeza hacia el centro a un Márquez que con un ‘zapatazo’ hizo el 1-0 De hecho el gol que a los cinco minutos marcó el transcurso del partido fue una asistencia de Muguruza, que de forma incomprensible despejaba cabeceando hacia el medio un balón lateral que recibía solo, poniéndosela en las botas de un Kike Márquez que controlaba, tiraba de ella y cerca de la medialuna se soltaba un tremendo ‘latigazo’ que se colaba por la escuadra.
Llegaba pronto el gol que quitaba los miedos y las dudas a un Córdoba que ya antes había tenido una ocasión clarísima para adelantarse, de Puga que cruzaba demasiado en el mano a mano que tenía ante Salvi tras hacer una pared para cogerle la espalda a Cristian.
Y la Cultural, que esta temporada es ‘sospechosa habitual’ en lo de venirse abajo tras recibir un ‘mazazo’, volvió a dar fe de ello, si bien unos centímetros podían haber hecho que eso cambiara.
Porque esta vez Docampo sí puso el ataque que se le reclamaba: Kawaya en banda, Blesa en mediapunta y como delantero un Percan que generó más peligro como ‘nueve’ que sus antecesores en todo el último mes, pero compartió con ellos la falta de puntería.
Sólo una metió, pero no valía. Tras un pase al hueco de Alarcón, el leonés definía a la perfección de primeras frente al meta, pero el gol era anulado por un fuera de juego que sí existía.
De un centro lateral llegó el 2-0. El Córdoba tuvo el 3º, pero falló una a puerta vacía y Salvi hizo dos paradones ¿A partir de ahí? El sufrimiento constante. Entraba como quería el Córdoba en la zaga y llegaba el 2-0 en una buena triangulación donde Joel salía a intentar cortar un balón casi al centro del campo, permitiendo a Carracedo controlar y girarse marchándose de él, mandando su balón para la subida de Puga por la banda que el lateral culturalista había dejado desguarnecida, y poniendo un centro cerrado que con el portero superado y en boca de gol Casas no era capaz de rematar al fondo de las mallas, quedando el balón muerto en el área pequeña donde Simo se anticipaba a Tarsi y marcaba el segundo.
La Cultural estaba ‘muerta’ y el Córdoba que ya se había ido ganando 0-3 al descanso en el Reino llevaba el mismo camino en El Arcángel. Así habría sido de no fallar Javi Flores a portería vacía tras la segunda jugada de un córner, donde Moreno ponía al segundo palo un centro lateral pero el atacante cordobés daba al aire con todo su favor.
O de no aparecer Salvi, que sacaba con el pie el tiro desde dentro del área de un Carracedo que aprovechaba la gran separación entre líneas culturalista para recibir solo dentro del área y escorado hacia la derecha.
No tendría más ocasiones el Córdoba en ese primer acto, pero sí otra clamorosa recién iniciada la segunda parte, esta tras centro desde la derecha de Kike Márquez que Casas remataba solo en área pequeña con Muguruza al lado sin moverse ni ir a por la bola, pero que volvía a encontrarse la buena respuesta de un Salvi que tiraba de reflejos para despejar el esférico.
Todo el peligro del equipo leonés, que mejoró tras el descanso, pasó por Percan, que jugó como 9. Le anularon un tanto y no acertó en un mano a mano Sin embargo, más allá de esa acción el dominio tras el descanso fue culturalista. Estéril, pues sólo Percan lo convertía en peligro, pero al menos sin dar la sensación en ningún momento de bajar los brazos como sí había sucedido en otras derrotas, y provocando el ‘run run’ en una grada donde se notaban unos nervios que hubieran jugado en contra de los locales en el caso de haber conseguido poner el 2-1.
No se dio el caso. Tuvo la más clara Percan, que a media hora para el final tuvo fe para presionar y aprovechar la indecisión de Moreno para robarle el balón al cedérsela a su portero, pero su disparo de primeras lo sacaba desde el suelo el meta en una buena intervención.
Mejoró Alarcón al irse a la derecha, ganó protagonismo un Muguruza cuyo problema no es yendo para arriba y se sucedieron las llegadas. Se pidió penalti por mano de un defensor al cortar un centro de Kawaya, pero el árbitro dejó seguir. Conseguía cabecear Percan una falta lateral, pero muy arriba. Voleaba Alarcón en el segundo palo un centro de Percan, pero también altísimo. Llegaba a meter su disparo en el fondo de la red Obolskii, pero antes se había señalado ya fuera de juego de Percan al asistirle. Disparaba en buena situación el delantero leonés, presente en todas las acciones de peligro, pero de nuevo se iba por encima del palo.
Y así se llegaba al final, con la sensación de que daba igual el tiempo añadido que el gol no caería. Y con el crédito del equipo y el técnico bajo mínimos.