Estuvo muy cerca de darse la remontada en el Lydia Valentín, de hecho los bercianos llegaron a ponerse de 20 a falta de solo 32 segundos, pero la suerte no cayó del lado del Clínica Ponferrada, que a pesar de que ganó de 17, no le vale para estar en la siguiente ronda de la promoción de ascenso y despide la temporada vaciándose ante su afición para presionar a un Prat que por momentos dudó, pero que pasa de ronda, 80-63.
El Lydia Valentín, como era de esperar, no falló y con un ambiente de los de las grandes citas, intentó que el marcador empezase ya por encima para Ponferrada. La hazaña era muy complicada, llegar a las diferencia de 21, que nunca llegó, pero sí se estuvo muy cerca, de hecho a una sola canasta. Corría el último minuto en el cronómetro del pabellón y el Chivi Merlo con un triple puso el 80-60, levantando a toda la afición y creer en que la remontada ya no era misión imposible, todo lo contrario.
El Clínica Ponferrada llegó a la diferencia de 20 a falta de 32 segundos, pero el final no terminó siendo bueno
Desde ahí los bercianos no supieron quizás manejar bien los tiempos, primero cometiendo falta, para ponerse a 18 de nuevo, fallando en ataque y cometiendo falta de nuevo y entre medias, dos libres del Chivi Merlo que no entraron. Un duro golpe para un equipo que creyó hasta el final y que lo llegó a tocar con la yema de los dedos.
Todo empezó a pedir de boca, un Clínica Ponferrada pasando por encima de Prat y llegando ya a una diferencia en el marcador de 10 puntos con el 12-2. Un inicio espectacular de los de Oriol Pozo que incluso pudo ser mucho mejor de lo que terminó siendo. Con un Prat noqueado en el inicio, los bercianos comenzaron a perder la efectividad en ataque, aunque sí resistían en defensa hasta el final del cuarto con el 20-14, seis.
Sin embargo en el segundo todo se fue cayendo poco a poco y gracias a que la renta era amplia, no terminó la sangría siendo tan mala. Comenzaron a entrarle los triples a los visitantes, como en el partido de ida, y no a Ponferrada, que llegó al 2 de 15 en triples y terminó en 10 de 36 el partido. Prat se puso por delante y un arreón de Hierrezuelo al final todo se fue por la mínima, 32-33.
El rebote no fue un problema, todo lo contrario, 41 en total, 28 defensivos y 13 ofensivos y mejor desde el triple
La vuelta de vestuarios fue quizás lo que más hizo soñar a Ponferrada y a todo el Lydia Valentín, que era una auténtica caldera y apretaba en cada acción. No se llenó el pabellón bercianos, pero las más de 300 personas apretaron como nunca para generar un ambiente del que, como era de esperar, se empapó la plantilla para no perder la esperanza.
Pasó por encima, literalmente de Prat con un inicio en el que Ponferrada ya ganaba de 7 en pocos minutos y cogiendo de nuevo su mayor ventaja, más 10. Y por fin entraron esos triples que tanto se echaron de menos para poner el más 13 y creer, y es que al mismo tiempo, uno de los mejores jugadores de Prat, Smalwood, se marchó al vestuario por una falta antideportiva y eso calentó todavía más al Lydia Valentín. Último cuarto por delante y el marcador era de 59-46 y en Ponferrada se frotaban las manos.
Tras empezar de la mejor manera llegando al más 10, Ponferrada se marchó al descanso perdiendo, 33-34
Rindió a un gran nivel el conjunto de Oriol Pozo con un buen dato en el rebote, 41 totales, 13 ofensivos y 28 defensivos, como en el resto de estadísticas, lo que lastró todo fue que había que llegar a los 21 puntos de ventaja, pero no hay que dejar de lado el gran partido.
Todo en juego, 13 puntos de ventaja en el marcador y solo 10 minutos de juego, eso era la situación en un Lydia Valentín que para nada se rindió, siguiendo animando y presionar lo máximo posible a Prat. Y eso que los visitantes comenzaron apretando, de nuevo con los triples, pero que no noquearon a los bercianos.
Primero en un robo de Harguindey y triple de Samar y otro de Morales para irse de 18. Ahí es cuando lo incontrolable sale cruz, la colegiada desató el enfado de la plantilla y el pabellón con un falta en ataque que podía haber sido oxígeno puro para Ponferrada. Aún así con un brutal Harguindey en defensa y un Chivi Merlo eléctrico en el final, se puso el Clínica Ponferrada a 20 de diferencia a menos de un minuto para el final. Uno que estuvo marcado por las faltas y los libres y el desacierto de Ponferrada buscando el milagro. Temporada para el recuerdo y para la historia del club berciano que se despide ganando de 17 y con eso no le vale.