Carolina: "Mi secreto es la felicidad"

La gimnasta Carolina Rodríguez se siente "con nervios y ansiedad" antes de competir en los Juegos que pondrán fin a su carrera, "esta vez sí que sí, es un aterrizaje muy duro pero me va a dar pena siempre y éste es el momento"

Jesús Coca Aguilera
06/08/2016
 Actualizado a 19/09/2019
176482034
- ¿De qué pecados te confiesas?
- Creo que tengo todos los pecados. Pero sí que es verdad que he sido bastante buena, merezco por lo menos que me ayude el Señor, que siempre rezo, y nada pasaré por la iglesia antes de ir para pedir perdón por aquellos pecados que he cometido y dar las gracias de lo que me está ayudando.

-¿Cómo se viven los días previos a participar en unos Juegos Olímpicos?

- Pues se siente esa cosilla, ese nerviosismo, llámalo ansiedad, por lo que pueda pasar. Como ves casos de atletas que han estado hasta el final luchando, que te puedes lesionar, es que son cosas que te pueden pasar. Entonces por tu cabeza pasan algunos miedos, quizá esa ansiedad por competir que es tan bonito... Al final la competición no deja de ser como un Campeonato del Mundo porque te vas a concentrar exactamente igual, pero ver todo decorado, todo eso impone muchísimo. Así que con ganas de poder ir, de poder disfrutar de ese momento, porque es único y es efímero, cuando te quieres dar cuenta se acabó.

- ¿Se siguen afrontando como los primeros Juegos o qué cambia?
- Creo que como las primeras no, de hecho estoy a lo mejor más nerviosa por otras cosas que me pasan alrededor en el día a día, que por el hecho del entrenamiento, el trabajo está hecho, sólo me queda la guinda del pastel. Creo que puedo hacerlo bien porque hasta ahora la progresión ha sido bastante buena, los últimos torneos me han salido bastante bien, y simplemente sólo espero eso, que me salga bien. Pero oye, si pasa algo, que sepa todo el mundo que he hecho todo lo posible por estar al nivel y espero que no manche toda mi trayectoria y toda mi carrera porque realmente está siendo una pasada.

- Ahora entrenando en el CAR, estando en los terceros Juegos... ¿se ve como una fantasía que le sucedió a otra aquellos inicios entrenando en una iglesia abandonada?
- Lo bonito de esta historia es todo el jugo que tiene. De empezar en una iglesia y luego pasar a una nave donde tenía que buscar el hueco donde no había un agujero para no romper el pie... han sido circunstancias varias que han hecho que al final esté entrenando en condiciones, en un sitio como es el CAR de León, que es que tengo todo a mi disposición: entrenadores, instalaciones, médico, fisio... es que no me lo imaginaría ni en mis mejores sueños. Tampoco me imaginaría que después de Londres, cuatro años más tarde, estaría aquí entrenando y pisando el tapiz otra vez, pero sí que es verdad que es bonito que voy con la gente que realmente quiere, que me puedo sentir satisfecha no sólo por ser la gimnasta más longeva sino porque realmente me he dado en cuerpo y alma a este deporte y finalmente me está devolviendo todo esto.

- Muchos reveses en esos primeros años, vistos ahora con perspectiva, ¿crees que te hicieron más fuerte, mejor gimnasta, o por el contrario te planteas a dónde podrías haber llegado sin ellos?
- Te puedes llegar a plantear a veces que a lo mejor si no me hubiera estancado esos años que tuve malos, pues igual hubiese sido un bombazo y hubiera estado más arriba, pero es que no me puedo quejar, porque sé que más arriba es muy difícil, cuando miro alrededor en una final por aparatos las que están a mi alrededor sólo hablan ruso, entonces eso te da qué pensar. Estoy muy feliz, porque aunque sea tarde se ha conseguido, estar en el 'top ten' es una verdadera pasada y a mí me sabe medalla, y sobre todo porque me he planteado varias veces la retirada, la última hace dos años, cuando ya habían pasado los Juegos de Londres, ya me había operado, había quedado bien, había competido en otro Mundial más... me planteé retirarme y apareció Drasanvi, que es empresa de casa, empresa que me trata como si fuese mi familia y que al final ése trato y ése cariño se nota, porque hay patrocinadores que buscan el resultado y están preguntándote que porqué quedas segundo en vez de primero, y en este caso a mí no me está pasando y eso ayuda mucho porque te sientes feliz. Es algo con lo que entrenas a diario, que sabes que no te están molestando, que no te están presionando y al final las cosas salen bien.

- Hablábamos al principio de pecados, ¿en la gimnasia rítmica predomina el de la envidia?
- Sí, pero yo creo que ése lo tenemos todos como nacional gratuito en España, y no sólo con el deporte sino en todos los aspectos. Yo creo que sales a la calle y el primer objetivo, es 'a ver si le puedo criticar algo'. En la gimnasia sí, hay envidias, pero bueno yo creo que un deportista y más cuando es de alto nivel, esas cosas no se te pasan por la cabeza, estás tan centrado en lo tuyo, y poder hacerlo bien, y la ambición de querer ganar y esas cosas, que la envidia... yo no me fijo en el otro para ver si lo hace mejor que yo. Seguramente la haya, pero ya te digo que está un nivel por debajo.

- ¿Cuál es la receta para seguir mejorando y creciendo a una edad en la que en este deporte en concreto las otras gimnastas ya se han retirado?
- El secreto está en que soy una apasionada de este deporte, en que si volviera a crecer seguramente escogería el mismo, que he tenido la suerte de caer en las manos apropiadas y sobre todo el hecho de que hay que tener cabeza. Sabes que te tienes que cuidar, yo los últimos años a ver, soy una chica delgada, pero a medida que pasa el tiempo más te tienes que cuidar la alimentación, porque no te tienes que pasar por aquí o por allá, porque un kilo más en mis rodillas o en mis tobillos supone un mundo, el hecho de saltar con un lastre repercute mucho en mis articulaciones porque son muchas horas las que paso aquí. Luego una buena base de preparación física ha sido también la clave, porque a lo mejor si te pones a saltar 80 horas pues al final acabas cascando por todos los lados y es importante estar fuerte; y, sobre todo, la felicidad, el haber vuelto a casa, el haber buscado mi camino y encontrar mi hueco, y es muy importante, la gente de tu entorno es clave para que te sientas tú bien, y al final el querer es poder, y muchas veces aunque tengas unas condiciones físicas de la leche, si no tienes éso que es el factor emocional no puedes conseguir nada, y todo lo contrario, hay gente que es muy feliz pero no le dan las condiciones y no llega a lo más alto.

-¿Consideras que te tienen un cariño o respeto especial a nivel competitivo por lo anómalo de seguir estando de lleno en el 'top ten' mundial a los 30 años?
- Yo creo que en parte sí. Hay gente que dice 'a ver esta tía si se retira que está aquí 'dando por saco', pero por norma general, por lo que veo en entrenadoras y tal, me sonríen y me preguntan, pero ¿cómo estás?, y les explico éso, que el único secreto es que me encanta la gimnasia, que yo vengo sólo a hacer mis ejercicios, y a intentar hacerlo lo mejor que pueda para ser feliz, y hay muchas entrenadoras bielorrusas y tal que me dicen, 'ole tu' y me dan un abrazo. Y sí que lo noto entre compañeras, porque cuando llegamos allí tenemos buen rollo entre nosotras y que sí que noto que cuando llego allí me siento a calentar y son ellas mismas las que vienen a saludarme, a darme un beso y qué tal estás... y eso forma parte del respeto.

- ¿Tras los Juegos se acaba ya la aventura? ¿Esta sí que es la retirada buena?
- Sí, esta vez sí que sí. Parece todo muy bonito porque todo está saliendo bien y demás, pero el día a día realmente está siéndolo, pero me cuesta mucho mantenerme donde estoy. La gente a lo mejor no lo puede apreciar porque no entrena conmigo todos los días, y por muchas veces que diga mi entrenadora que estoy en mi mejor momento, pues sí, estoy, pero es el momento clave que uno tiene que decir 'hasta aquí', porque si empiezas a flaquear y te empiezas a ir por la puerta de atrás sería muchísimo peor, sobre todo anímicamente para mí. Sé que es un aterrizaje muy duro pero en algún momento hay que hacerlo, me va a dar pena hoy, mañana y pasado, pero hay que hacerlo. Y éste es un buen momento, una vez que salga de esta burbuja a saber lo que me espera ahí fuera, pero estoy contenta porque realmente es que he dado todo lo que podía, son muchos años, he sido muy feliz y ahora espero ser feliz en otra etapa. No me veo en otro Mundial, realmente no me lo planteo para nada y tampoco me lo planteaba hace cuatro años, pero esta vez sí que sí, ya es una cuestión de salud mental.

-¿Y después de la gimnasia qué?
- Pues no lo sé, todo el mundo me dice: ¿y vas a seguir entrenando?. Pues yo la verdad es que no me veo haciendo las mismas horas que he hecho yo en el tapiz entrenando a otras niñas, porque necesito desconectar, necesito hacer otras cosas. Intentaré terminar mis estudios y sí seguiré vinculada a la gimnasia en el sentido de que apareceré por la puerta algunos días y me quedaré a ver a mis compañeros, ayudaré en lo que pueda a Sara Llana que ahora mismo es el relevo actual que tenemos, pero yo te diría que un año o dos estaré un poco 'out', fuera de onda, porque necesito ver otras cosas, hacer otro tipo de trabajos... ver más mundo.
Archivado en
Lo más leído