Volvió a su casa para devolver a la Ponferradina a Segunda División y en su primera temporada completa, lideró al equipo hacia la final del ascenso, pero de nuevo a Borja Valle y a la Deportiva, se le escapó todo en la fase de ascenso.
No tenía otras palabras el capitán de la Deportiva "Siento mucho dolor y tristeza". Además de explicar que "creíamos que lo íbamos a conseguir, que iba a ser complicado, pero siempre con esa fe. Podía pasar y pasó, es fútbol, pero nos duele sobre todo, por la gente que indirectamente no puede hacer nada, por los empleados del club, nos sostienen".
Aunque también quiso reconocer los 11 meses de temporada: "Es un playoff, sabíamos que iba a ser un partido de momentos de ambos y solo teníamos que pasarlos. El gol llega de una forma muy tonta y acaba decantando un ascenso, cuando terminó el partido le dije al vestuario que nos tenemos que quedar con el camino y valorar este viaje".
"Creo que nadie nos puede decir nada y nosotros tampoco a la afición, toca lamerse las heridas e ir a por más"
Y cuando se le preguntó por si era un fracaso, Borja no lo quiso ni pensar: "Para mí no es un fracaso, personalmente sí, vine por y para esto. Pero si miro en lo más profundo de mí, veo ilusión, esperanza, felicidad, crecimiento, no lo considero un fracaso, había la posibilidad y se dio, en liga estuvimos hasta la última jornada, en lo global es un crecimiento absoluto".
"Si no lo avala que hacemos, ¿tiramos la toalla por 38 minutos? Es muy injusto. Si fuese de otra forma sería distinto, pero hay gente muy capacitada para levantar esto, tenemos motivos para volver a creer". Así definía Borja Valle un 'segundo intento'.
"Javi Rey merece una segunda oportunidad, me duele por él, era su momento de demostrar que vale para el fútbol profesional, pero no decido yo, solo llevo el brazalete"
Sobre la continuidad de Javi Rey, no pudo ser más claro "Ojalá decidiera yo, tengo mi pensamiento en lo profesional y en lo personal. Ha sido un 10 en todo". Para seguir con los elogios hacia el míster "equivocándose o acertando, va en su papel, es un tío que se ha entregado y eso significa que lo ha dado todo. Hemos creído todos en él hasta el final, desde los que juegan más hasta los que más, dudo que nadie no lo quiera aquí".
Por último, destacó ese lado más humano del técnico: "Verle llorar en el vestuario es una manera de entrega y enseñar tú cara más personal y ver a tus futbolistas llorar es algo diferencial en el fútbol y todo eso lo hemos vivido. Estoy muy agradecido por todo su trabajo, me duele mucho por él, era su momento de demostrar que vale para el fútbol profesional. El fútbol merece una segunda oportunidad, el proyecto es a largo plazo, pero solo soy un jugador, con un brazalete, pero no decido yo. Ojalá se quede".