
Que la EHF vaya guardando un sitio para el Ademar en la próxima edición de la Liga Europea, porque el conjunto leonés volverá a estar presente peleando de tú a tú con algunos de los mejores clubes del planeta.
Esta vez ni siquiera necesitarán de una invitación de la organización como este año, sino que se han ganado su sitio por derecho propio y a lo grande. No pudo ser vía liga, pero los de Dani Gordo se han ganado su billete a través de la Copa del Rey tras eliminar en semifinales al anfitrión Bidasoa, al que derrotaron por 34-35 en la prórroga para colarse en la final de la Copa del Rey que este domingo a las 18:00 horas le medirá al FC Barcelona.
Queda un sueño casi imposible, que es jugarse en 60 minutos un título, pero ya está en el bolsillo el gran objetivo de este torneo, que es un billete para Europa que bien podría ser nominativo y llevar el nombre de Javier Miñambres, porque el central leonés lideró el triunfo con la mejor actuación de toda su carrera deportiva.
Porque es indudable que la actuación de Saeid bajo palos, tanto en la segunda parte como en la prórroga, fue decisiva. También que el liderazgo del 6-0 defensivo de Benites tras el descanso secó el ataque irundarra y contribuyó al triunfo. Y por supuesto que hubiera sido imposible ganar sin el recital de lanzamientos lejanos de un descomunal Edu Fernández, que acabó con siete goles.
Con 30-29 y 14 segundos tras tiempo, Miñambres lanzó nada más recibir y, tras tocar en Maciel, forzó la prórroga
Pero el protagonismo, por inesperado y meritorio, tiene que ser sin duda para el central de sólo 20 años. Porque sin Rodrigo, lesionado como también un hombre importante como Lodos. Con Adrián Fernández muy desacertado en ataque, hasta el punto de secarse la ofensiva cuando salió a dirigir en la primera parte en vez del leonés. Así, con el equipo necesitándole más que nunca, salió al rescate, dirigiéndole a la perfección, lo que es su habitual debe, y sumándole además ocho goles, incluido el más decisivo del partido.
Porque en el momento de la verdad, con 28-28 a falta de tres minutos, todos los aciertos ofensivos pasaron por sus manos. Primero forzó una exclusión, provocando la igualdad numérica pues el Ademar estaba en inferioridad. Después, tras adelantarse el Bidasoa, asistió a Darío Sanz para que empatara. Y con 30-29 y 14 segundos para el último ataque tras tiempo, pues Gorka Nieto (estratosférico partido el suyo) había adelantado a los irundarras desde el punto de penalti, aparecía para mandar el partido al tiempo extra.
Nada más sacar recibió el balón y se sacó un lanzamiento que, tras tocar en la pierna de Maciel, acababa en el fondo de la red y ponía un 30-30 que era definitivo puesto que Ademar no dejaba tirar a un Bidasoa que luego no acertaba el golpe franco con el reloj a cero.
Un ‘trallazo’ de un gran Edu Fernández puso el 34-35 y la parada de Saeid en 6 metros a Salinas sentenció el triunfo
Todo se decidiría en 10 minutos. De nada valía lo anterior. Ni esa primera parte igualada, donde tras marcar sólo un gol en 11 largos minutos Ademar veía cómo del 11-11 sin que nadie cogiera ni dos goles de renta, se pasaba con Gorka Nieto imparable y un gran Mújika al 16-12 que fue la máxima ventaja para nadie en todo el encuentro y que se quedaba en 17-14 al irse al descanso.
Ni tampoco el parcial de 0-4 con el que en los primeros compases de la segunda el Ademar transformaba el 20-17 en el 20-21 que era su primera ventaja de la reanudación. Ni la decisiva tercera exclusión de Jevtic, a 13 minutos del final con 24-24, que se unía a la lesión de Furundarena a los cinco minutos y dejaba bajo mínimos la defensa del Bidasoa, iniciándose un intercambio de goles hasta el citado final de infarto que llevaba al tiempo extra.
Miñambres la había forzado y Miñambres la encarrilaba, pues hasta el último segundo de la primera parte, cuando Adrián Fernández colocaba el 32-33, todos los goles, los dos marcados por los leoneses, habían llevado la firma del central.
Ademar llegó a ir 4 abajo en la primera parte, pero recuperó la delantera con un 0-4 en el arranque de la segunda mitad
No volvería a ir por detrás el Ademar, que sobrevivía a una inferioridad de Carlos Álvarez con 33-33, forzando Miñambres un penalti que Wasiak transformaba para colocar el 33-34, y habilitando el central a Edu Fernández para que a 1:40 del final pusiera con un ‘trallazo’ ese 34-35 que acabaría siendo decisivo.
Porque no se movió más el marcador. Robó el balón la escuadra ademarista, hizo un ataque larguísimo que acabó en fallo pero dejó sólo 30 segundos al Bidasoa y, en el tiro de los de Mozas para empatar, apareció Saeid para detener el lanzamiento en seis metros de Rodrigo Salinas y meter a los leoneses en la final... y en Europa.