Tras ascender el año pasado con el Alcorcón, Berto González fue uno de los fichajes de la Cultural que más ilusionó en verano. Sin embargo, en un año donde las cosas están yendo mucho mejor de lo que se podía imaginar, los leoneses todavía tienen el margen de mejora de que acabe de encajar un jugador que puede ser desequilibrante. De la temporada del equipo y la suya propia habla el asturiano en una entrevista en La Nueva Crónica.
–¿Es muy diferente el inicio de la semana de trabajo cuando, tras tantas seguidas viniendo de alegrías, llega tras un 3-0 como el de Tarragona?
–Nosotros siempre hablamos de que tenemos que ser constantes y que los resultados no nos afecten ni para bien ni para mal, pero sí que la inicias con ganas, ilusión y muchas ganas de que llegue el sábado para quitar el mal sabor de boca de ese partido.
–¿Realmente se logra que no afecte?
–Por mucho que busques ser líneal algo sí que influye, lo quieras quieras o no.
–Cuando un equipo va en muy buena racha y sufre una derrota muy importante a veces se dice que una derrota contundente de este tipo puede venir hasta bien. ¿Cree que eso es así o que nada positivo se saca si pierdes 3-0?
–No sé, a ver nosotros no queríamos perder, ni 3-0 ni 1-0, buscabas intentar alargar lo máximo posible esa racha tan positiva, pero éramos conscientes de que tarde o temprano nos iba a pasar, no íbamos a llegar sin perder al final de liga. Ahora lo único importante es intentar cortarlo lo antes posible y resarcirnos en el Reino.
–¿Por qué crees que al equipo le cuesta cuando el partido se pone en contra? Los tres partidos en los que el rival se adelantó acabaron en derrota...
–No creo que haya una razón específica, creo que para todos es siempre más complicado si el rival se adelanta.
–¿Ha llegado un momento, con esta racha tan positiva, que se cambia dentro la perspectiva y se piensa que es que este equipo está para subir o al menos jugar ‘playoff’ de ascenso?
–En realidad no nos vamos tan lejos, pensamos en el día a día y en intentar ser mejor equipo.
–¿Se habla dentro del vestuario de la respuesta de la afición y en cómo aumenta con el paso de la temporada?
–Es algo que no esperábamos, la verdad, meter por ejemplo como el otro día 9.000 personas y que te lleven en volandas todo el partido, pero ojalá siga siendo así, porque está siendo increíble y nos ayudan muchísimo.
«Lo colectivo es lo principal y va bien, pero me queda la espinita de no dar más y que me salgan mejor las cosas»
–Dejando de lado lo colectivo, que está siendo tan bueno, ¿en lo individual no están yendo las cosas como se esperaba al venir a León?
–Vengo con la idea de poder ayudar al equipo e intentar hacer buen año, individualmente y también colectivamente, que al final es lo principal y está yendo bien, pero está claro que me queda la espinita de intentar dar un poco más y de que salgan mejor las cosas, sé que en algún momento todo irá a mejor.
–¿Qué necesita para conseguirlo, para dar algo más?
–Al final creo que la clave está en lo diario, si trabajas bien en el día a día acaban llegando las cosas.
–Preguntado de otra forma, ¿por qué no se está viendo a ese Berto que se podía esperar cuando en verano es uno de los fichajes más ilusionantes?
–A mí también me ilusionaba mucho venir a este club, pero tampoco te sé decir por qué exactamente. Me centro en seguir trabajando y sé que tarde o temprano se acabará viendo la mejor versión de mí.
–¿Completar un muy buen partido podría cambiar las cosas? ¿Puede ser también una cuestión de cabeza?
–A ver, la confianza es muy importante en un futbolista, te la tienen que dar y debes tenerla. Yo debo ser fuerte, seguir teniendo confianza en mí mismo y atreverme.
–¿Se ha echado en falta ese atrevimiento para ver al Berto desequilibrante cerca del área rival de temporadas anteriores?
–Está claro que me siento cómodo dentro del área, llegando, asociándome... En estos últimos partidos en los que he salido no me he encontrado mucho en esa situación, pero también porque por ejemplo en dos ibas ganando y quizá te centrabas ya más en la defensa.
–Ya el año pasado fue importante para lograr un ascenso, en el Alcorcón, con un rol casi siempre de revulsivo desde el banquillo...
–Es que el año pasado también al principio me costó un poco, pero acabé jugando y siendo importante. Eso es lo que me tengo que proponer aquí, quiero cambiar esta situación, jugar más y ayudar lo máximo posible al equipo.
–¿Duele especialmente cuando se lesiona el compañero que está jugando por delante en su posición, Calderón, y no es el elegido para sustituirle en el once inicial?
–Es una situación complicada, al final Muguruza lo está haciendo muy bien y tenemos muy buena gente en el equipo, que además se adapta a diferentes posiciones y a muchas situaciones de juego. El técnico quizá no me ve tanto en esa ampitud de la derecha, sino más de extremo metiéndome para dentro, y es ahí donde más puedo rendir.
–¿Cómo es esa relación con Raúl Llona en el día a día para un jugador que está teniendo menos minutos?
–Es cercano, se puede hablar con él y cuando ve algo que no te gusta te lo dice. Igual que dijo en una rueda de prensa, él también lo ha hablado conmigo y me lo ha trasladado, que está contento conmigo y que a veces es cuestión del plan de partido que no entre.
¿Salir en Navidad? «Ahora no pienso en otra cosa que no sea en la Cultural, en ganar presencia y ayudarla»
–Si se mantiene la actual situación, ¿se plantearía una salida en el mercado de inverno?
–Ahora mismo no estoy pensando en otra cosa que no sea la Cultural, en ayudarla y en ganarme más presencia.
–Sobre el penalti del otro día, ¿hay lanzadores establecidos o hay cierta libertad en el equipo
–Todas las semanas practicamos los penaltis, hay uno o dos lanzadores del equipo titular, y a partir de ahí lo decide el entrenador.
–¿Y cómo se decidió el de Tarragona? Porque vimos ahí que íbais tres jugadores a por el balón...
–Estábamos hablando, igual que hicimos en la falta anterior. Yo les dije que me lo habían hecho a mí y que quería tirarlo, también para ganar confianza y eso. Al final me estaba encontrando bien, y marcar puede ayudar a respaldarte y venirte positivamente en la confianza, la pena es que no entró.