Con once minutos jugados de la segunda parte, el Abanca Ademar estaba metido de lleno en el partido en el Palau Blaugrana, donde perdía únicamente de un gol (23-22) dejando una gran imagen. Tal y como está desde hace años el balonmano español, sólo con eso ya es una actuación digna de mención. Pero es que los leoneses lo hacían sin tres de sus jugadores más determinantes, Saeid, Castro y Lodos, a quienes prefirió reservar Dani Gordo al tener molestias y volver a jugar partido, este sí ganable, la escuadra ademarista este domingo frente al Bidasoa.
Sin ellos, pero con un gran Kilian reivindicándose en portería con una extraordinaria actuación tras ser sobrepasado en la rotación por Álvaro Pérez en las últimas semanas, el Ademar consiguió soñar durante 41 minutos con el milagro... antes de que las opciones se esfumaran en un visto y no visto, con un tremendo parcial de 8-1 con el que el Barcelona puso la directa y sentenció un triunfo que acabó estando en los sangrantes números en los que acostumbran a moverse los blaugrana.
De 10 fue la gran herida que acabaron infligiendo la escuadra ademarista, que perdía finalmente por un 39-29 que no premia su batalladora pelea y que lleva a engaño sobre lo que fue el partido en sí a quien sólo vea el resultado final, pero que no deja de ser una visión más realista de la diferencia a la que el Barcelona puede llevar sus partidos cuando se ve en necesidad de apretar el acelerador porque alguien le exige.
La peor noticia fue la lesión de tobillo de Wasiak, que al caer de un salto pisó a un defensor y se fue sin apoyar
Y lo hizo el Ademar, pese a que las previsiones no eran muy halagüeñas sobre ello, más con las ausencias con las que llegaba. Pero el ‘pasillo’ que le hizo al FC Barcelona, que ya se proclamó matemáticamente campeón de la liga Asobal con cinco jornadas de antelación, fue la única concesión que le hizo en esos primeros compases una escuadra ademarista que tuvo sin embargo en el arranque su peor noticia.
No fue la derrota, que se daba por hecha. Fue la lesión de tobillo cuando apenas se habían jugado cuatro minutos de Patryk Wasiak, que tras dar un pase en salto pisó al caer a un defensor y se retiró de la pista sin poder apoyar el pie, dejando la acción mala pinta y salvo gran sorpresa dejándole descartado como mínimo para este domingo.
No le perdió la cara al choque en todo el primer acto el Ademar pese a esa adversidad y a que nunca llegó a estar por delante en el marcador, siendo el 3-3 la última vez que tuvo empatado un choque que el Barcelona ‘amenazó’ con romper rápido con el 9-5 que obligaba a Dani Gordo a pedir un tempranero tiempo muerto a los 13 minutos.
Tras llegar a ir 6 abajo en la primera parte, Ademar inició la segunda con un 0-3 que le puso a 1 y ataque para igualar
Surgió efecto la charla del técnico pero sobre todo el hecho de meter en pista a Kilian (cuyo 25% de acierto final que reflejan las estadísticas oficiales ni es real ni hace justicia a su actuación, que incluyó dos penaltis detenidos a uno de los mejores especialistas en esa materia del mundo como es Aleix Gómez), pero más adelante también a un Carlos Álvarez a quien había preferido reservar de inicio dada la carga de minutos que tiene en las piernas, y que volvió a ser como casi siempre salvo que Castro lo impida el mejor en ataque de la escuadra leonesa.
Entre sus acciones, la de un Rodrigo Pérez que también cuajó un gran partido en primera línea, ‘chispazos’ de Oliveira y Miñambres, y la efectividad un día más desde el extremo (lleva tres semanas a su mejor nivel de la temporada) de Darío Sanz, tras llegar a ir seis abajo (19-13) el Ademar acababa yéndose a cuatro al descanso (20-16).
Con un 0-3 de salida arrancó de hecho la segunda parte, poniéndose a uno un Ademar que incluso llegó a atacar para empatar, errando Rodrigo solo en seis metros, y que a base de forzar penaltis sobrevivió a una exclusión y llegó vivo hasta el citado 23-22 del minuto 41.
Cuando el Barça apretó atrás el Ademar metió un gol en 10 minutos y se vio 8 abajo sin opción de un final igualado
Pero... ahí se acabaron sus esperanzas. El Barça, que había estado jugando a medio gas en defensa, apretó los dientes y secó un ataque hasta entonces fluido, pero que sólo lograba perforar una vez en los siguientes 10 minutos la meta defendida por Gonzalo, encajando un parcial de 8-1 que dejaba el choque visto para sentencia (31-23).
¿A partir de ahí? Con el partido resuelto el Barça dejó de estrangular atrás a un Ademar donde Dani Gordo sacó el fondo de armario y dio entrada a dos jóvenes, Samu Saiz y Aldo Pagliotta, que se llevaron el recuerdo imborrable de conseguir marcarle gol al FC Barcelona, pues ambos vieron puerta antes de acabar un partido en el que se cumplía una lógica que a día de hoy es prácticamente imposible evitar.