Atasco en ataque... y en defensa

Manolo Díaz tiene trabajo por delante. A la falta de ideas que la Deportiva ha mostrado durante el arranque de temporada, hay que sumar, tras el partido del Nástic, el regreso de la fragilidad defensiva.

Ante el conjunto catalán, los blanquiazules encajaron dos goles, pero pudieron ser mucho más. Aunque solo cuatro fueron a puerta, los de Vicente Moreno realizaron hasta 18 remates, una cifra que evidencia la facilidad con la que los visitantes llegaron a la portería de Santamaría y que despierta viejos fantasmas.

Los problemas en defensa fueron constantes la temporada pasada. Únicamente Alan Baró y Camille -cuando las lesiones se lo permitieron- se hicieron con un puesto fijo en una defensa por la que pasaron Carpio, Ramírez, Alberto Aguilar, Lucas Domínguez, Castañeda, Gaztañaga e incluso Andy.

Este año solo Miquel está a la altura. A pesar del absurdo penalti que cometió en Mallorca, el central catalán se erigido como el líder de una defensa que sigue sufriendo rotaciones ante la falta de contundencia de los laterales y el discreto rendimiento de Lolo Pavón.

Aún así, durante las primeras jornadas la Deportiva consiguió reducir a la mínima expresión las ocasiones de los rivales. ¿El problema? Los resultados no acompañaron. El equipo berciano sacó las castañas del fuego en El Toralín, pero fuera de casa, varios fallos de concentración de los zagueros provocaron que los de Manolo Díaz se marcharan de vacío de sus cuatro primeros desplazamientos a domicilio.

En la próxima jornada liguera, la Ponferradina visitará en el Alcoraz al equipo que más disparos a puerta realiza en toda la Liga Adelante, el Huesca, que con 88 remates es el equipo más prolífico de la categoría, mientras que la Deportiva, con 58, es uno de los que menos peligro genera y tiene en Yuri -autor de seis de sus ocho goles- como única referencia ofensiva.