
Qué cruel puede ser a veces el fútbol. Acarició el Astorga una nueva campanada copera poniendo contra las cuerdas a un equipo de Segunda División como el Mirandés, pero tras conseguir llevar el partido hasta la tanda de penaltis esta acabó con lágrimas y no con fiesta en La Eragudina.
Y es más, cayeron los de Lago porque el que estaba destinado a ser el héroe de la clasificación acababa siendo la cara de la derrota. Porque fue Adri Álvarez el mejor de los maragatos, a los que revolucionó desde su salida, forzando la prórroga con un golazo que puso el 1-1 en el último minuto del tiempo extra y teniendo la única ocasión que hubo en la prórroga, pero erró el penalti decisivo.
Había nivelado la parada de Llamazares el error inicial de Ivi Vales y marcaron los tres lanzamientos siguientes los dos equipos con Canito, Selles y Mario lanzando muy bien los maragatos, pero Adri erró el quinto y permitió que el gol de Tamarit salvara los muebles a un decepcionante Mirandés.
Triste epílogo para un choque en cuya primera mitad quien fue el mejor y no sólo mandó sino que tuvo las mejores ocasiones fue el equipo maragato, con sus carrileros Sergio y Ceínos muy profundos y generando peligro con sus incorporaciones, y Aleixo, Albertín y David Álvarez ganando la batalla del centro del campo.
Los dos fallaron el primer penalti y metieron los tres siguientes, tras los que Adri la tiró fuera y Tamarit no falló
Tuvo varias llegadas, disparos lejanos y acciones a balón parado, pero cuando más cerca estuvo del gol el Astorga fue en un tiro desde la frontal de Aleixo, con potencia pero centrado permitiendo la ‘palomita’ de Juanpa para mandarla a córner; y tras una buena acción de Sergio por la derecha, en un remate con el recurso del tacón tras quedársele atrás a Ayoub, que se iba fuera por poco.
¿Y del Mirandés? Pues muy poquito y todo en unos siete minutos finales donde se fueron arriba, teniendo un disparo lejano de Petit ante el que tras dudar reaccionaba a tiempo Llamazares; y, sobre todo, una gran ocasión de Etienne Eto’o, que recortaba dentro del área y se sacaba un disparo raso y cruzado ante el que metía una gran mano el portero, mandando los sorianos al larguero un rechace que estaba no obstante anulado por fuera de juego.
Sin embargo, tras el paso por vestuarios, una genialidad dio a los visitantes el premio que no merecían. Es cierto que había salido mejor el Mirandés, que tenía más balón y hacía defender más al Astorga, pero el 0-1 no llegó de una acción elaborada sino de una invención de Petit desde el centro del campo.
Tras ser mejor el Astorga en la primera parte, Petit adelantó desde el centro del campo al Mirandés en el inicio de la segunda
Porque ganaba Eto’o el duelo aéreo tras un envío largo desde la defensa, quedaba el balón botando sobre el círculo central, y Petit la enganchaba en el aire y superaba por arriba a un Llamazares adelantado para colocar el 0-1.
El gol lo cambió todo. Dejó de apretar el Astorga, al que le hizo daño a nivel mental pero que también empezó a notar cómo a nivel físico el Mirandés estaba un punto por encima, yendo a más la situación a medida que pasaban los minutos, y siendo significativo cómo en la primera media hora de la segunda mitad los locales veían cuatro amarillas por llegar tarde y golpear al rival.
Parecía decantado el partido, con un Astorga que no había pisado prácticamente el área rival en la segunda parte, pero estar a un gol te daba pie a que una jugada aislada fuese suficiente. Y apareció en el minuto 89, cuando pocos ya lo esperaban.
En el último minuto, en la primera llegada de la segunda parte de la segunda parte, conectó una volea tras un córner para empatar un Adri que tuvo el 2-1 en la prórroga
Forzó un córner el Astorga, el primero de la segunda parte, y se vino abajo La Eragudina. Con razón. Porque lo despejó la zaga pero en la frontal controló Adri Álvarez, que enganchó una espectacular volea que entraba a media altura y pegada al palo, firmando un golazo que hacía venirse abajo el campo y llevaba el partido a la prórroga.
Y ahí, con los maragatos creyendo en la campanada y los mirandeses pensando en la posible liada, el partido empezó a parecerse más al de antes del descanso, acariciando de hecho el 2-1 un Adri Álvarez que, tras un balón largo, le ganaba la espalda al defensa y dentro del área sacaba un zurdazo cruzado que se iba a la derecha por milímetros.
No habría ni una oportunidad más en toda la prórroga, pues como suele ser habitual en la segunda mitad pesó más el miedo a perder que el arriesgar por ganar, y el partido se fue a los penaltis, donde la moneda salió cruz para un Astorga que cayó con la cabeza muy alta..