Antonio Martínez: "Ojalá nos quedemos muchos y recuperemos lo que hemos perdido"

Uno de los jugadores más afectados anímicamente por el descenso de la Cultural y Deportiva Leonesa a la Segunda División B es sin duda el capitán Antonio Martínez. El centrocampista madrileño, que finalizó la temporada en su mejor momento del año, asegura «estar aún en shock» tras lo ocurrido ante el Numancia: «Es como cuando vas a un funeral, pasan los días y no das crédito o no te lo quieres creer, no había tenido la desgracia de vivir esto pero es comparable a una muerte, se te va algo que tenías, con lo que disfrutabas y querías con todo tu corazón y se te escapa sin saber cómo en el último momento».

Martínez se dirigía a la prensa ayer tras recoger el premio a mejor jugador del mes de mayo que otorga Mahou con los votos de los aficionados, un galardón «que es un orgullo a nivel personal, pero que ahora es insignificante por lo que nos ha tocado vivir».

Estamos aún en shock, como si hubiera muerto alguien, se te va algo que tenías, disfrutabas y queríasReconocía el madrileño haber hecho un primer balance de las causas del descenso, señalando que «hemos cometido muchos errores, hemos pecado de no conocer la categoría dejando los deberes para última hora y nos ha faltado esa pizca de suerte en nuestros partidos y en los de los rivales» e invitando a «quedarnos con lo positivo y almacenarlo para devolver al equipo a Segunda».

En ese sentido se mostró «convencido de que Aspire va a hacer un proyecto para volver a subir al equipo» deseando que «ojalá estemos muchos de los que estamos ahora para devolver lo que hemos perdido» y dejando claro que «yo si puedo me quiero quedar y devolver al equipo a Segunda, voy a dejarme la piel como he hecho desde que llegué siempre para conseguirlo».

Un descenso que afirma «hubiera llegado antes si hubiésemos renunciado a nuestra forma de juego», afirmando que «todos los jugadores y el cuerpo técnico tenemos la responsabilidad compartida, desde el primero hasta el último, si nos hubiéramos salvado hubiera sido igual, no se puede culpar a nadie».