Alicia Flórez: "No pensaba que por hacerlo bien cinco partidos me iba a llamar la selección"

La base del Ensino, segunda leonesa tras Piluca Alonso en ir con la absoluta de España, reconoce que "podía pensar en ir en verano de invitada, pero estar entre las 15 ahora no se me pasaba por la cabeza"

Martín Benavides Otero
14/12/2025
 Actualizado a 14/12/2025
Alicia Flórez, durante su encuentro con la selección española. FEB
Alicia Flórez, durante su encuentro con la selección española. FEB

Le gana el rebote defensivo a Marième Badiane, pívot gala, pese a que la diferencia de altura roza los veinte centímetros. Se recorre los 28 metros de parqué con apenas cinco botes. ¿Derribarla? La única opción que encontró Francia para frenarla. Así cocinó Alicia Flórez (León, 2004) su primera canasta con la selección española absoluta. Una jugada que, años atrás, se cansaron de padecer los equipos que se topaban con el BFL y con una adolescente insaciable. Porque, aunque San Esteban ahora se haya transformado en escenarios de mayor envergadura, la seña de identidad permanece imborrable.  

Quizás la única referencia previa en la ciudad sea Piluca Alonso, pívot que llegaría a ser campeona de Europa con España en 1993. Alicia, sin embargo, no se conformaría con repetir la carrera de su antecesora. «Soy una tía ambiciosa. Quiero más que eso», dice con convicción. La confianza, para ella, lo es prácticamente todo, pues «una jugadora mediocre con confianza es mucho mejor jugadora que la mejor jugadora sin confianza». Una seguridad en sí misma de la que ahora Flórez disfruta, o al menos eso dicen sus estadísticas: es la española con mejor valoración de toda la Liga Femenina Endesa.

-- ¿A quién imitaba Alicia cuando jugaba en el patio de Ponce?
-Desde muy pequeña seguí mucho a Kobe Bryant. Era el jugador que más veía cuando empecé. También a Luka Doncic en los años del Madrid.  Una vez me metí más en el baloncesto femenino, me fijaba en Alba Torrens y Marta Xargay. 

-¿Es consciente de que, quizás, en ese mismo patio ahora se juegue a ser Alicia Flórez?
-No, la verdad que no lo he pensado mucho. No está ahora mismo en mi cabeza pensar en ello, no es mi objetivo que eso pase. La única que de momento quiere ser como yo es mi prima de ocho años (ríe). Si con los años surge y me lo cuentan, estaré encantada. 

-De su etapa del BFL siempre ha destacado las enseñanzas a nivel defensivo que le inculcaron. ¿Qué más valores y experiencias se lleva de esa etapa que aplique en la actualidad?
-Me enseñaron mucho la ética del esfuerzo y del trabajo. Al final, creo que una cosa que me describe bastante como jugadora es que siempre busco un tiro más, un entrenamiento extra. Son aspectos que te definen un poco y creo que en León me enseñaron eso. 

-¿En qué momento se da cuenta de que tiene la posibilidad de vivir del baloncesto?
-La verdad que no lo pensé hasta que me llamó un equipo de Liga Femenina 2 después de un campeonato de España con 17 años. Justo ese año acabábamos de ascender con el BFL a esa categoría y, entonces, les dije que no. Pero fue justo en ese momento cuando sí que mi cabeza hizo clic y dije: pues igual me puedo dedicar a esto. 

-Desde fuera, ¿cómo ve la recuperación de esa cultura de baloncesto en León? ¿Qué necesita el BFL para enganchar como la Cultural actualmente?
-Me alegro mucho del planteamiento que ha tenido la Cultural porque me gusta decir que hay un equipo de LEB Plata en León haciéndolo bien. El BFL hace lo máximo posible, pero hay cosas que no dependen de ellas. Los chicos siguen teniendo más fama que las chicas y más en una ciudad como León. Pero cuanto más crezca el baloncesto masculino, más lo va a hacer también el femenino. Si la ‘Cultu’ sigue moviendo a tanta gente y metiendo más dinero, acabará atrayendo más gente al baloncesto que, al final, también irá a ver a las chicas. 

"Si la Cultural sigue moviendo a tanta gente y metiendo más dinero, acabará atrayendo más gente al basket que al final también irá a ver a las chicas"

--Siempre ha destacado la importancia de su familia a lo largo de su carrera, ¿qué le dijeron cuando optó por marcharse a Valencia con 18 años?
-Les agradezco que quisieran que hiciese segundo de bachillerato en León antes de nada porque creo que son etapas que te curten como persona y se te nota a la hora de jugar. Luego, aunque siempre me dieron la oportunidad de decidir lo que yo quisiera, opinaron que la oferta de Valencia igual era irrechazable. Es el mejor proyecto que hay en España y, sino lo llego a coger, pues igual no estaba aquí ahora mismo. 

-Aterriza en Valencia, primera experiencia fuera de casa…y se rompe nada más llegar. ¿Cuánto de duro fue ese primer año?
-Muy duro. Salí de casa con las ganas de comerme el mundo y a los tres días me estaba operando. Fue una locura sentimental en apenas cinco días. Anímicamente también fue muy difícil, pero mis padres fueron a visitarme mucho y estuvieron pendientes.  Aprendí a valorar un poco más otras cosas que tiene el deporte. Además, siempre le agradezco al Valencia la increíble recuperación que hicieron conmigo. No he vuelto a tener nunca problemas, que al final es una cosa que te da mucho miedo cuando te lesionas una rodilla. 

-¿Qué aspectos cultivados en esa etapa se ven en la Alicia actual?
-Creo que al final maduras un poco, se te quita la cosa de niña de lo quiero ahora y lo tengo ahora. Te levantabas un día y había una parte que no dependía de ti. Tenía que hacer unas cosas u otras en función de cómo se levantaba mi rodilla, de si estaba más hinchada o menos que el día anterior. También aprendí muchas cosas a nivel de equipo, la gente me trató muy bien aún sin estar en el equipo como tal. Es un año que recuerdo muy bonito igualmente.

“Salí de casa con las ganas de comerme el mundo y a los tres días me estaba operando de la rodilla”

-Acaba ese año jugando los playoffs con Paterna y el mundial sub-19. Esta temporada también se ha adaptado muy rápido a un escenario diferente, ¿cuál es el secreto?
-Creo que tuve suerte de que el año que me lesiono Gloria Estopá, mi entrenadora en aquel momento, se pasa los siete meses diciéndome que soy una persona importante para ella. Suso (entrenador Ensino Lugo) también me ha dado el 100% de su confianza desde que llegué. Al final, si tu entrenador y tus compañeras te dan la confianza que necesitas, vas a responder sin darte cuenta. Siempre digo que una jugadora mediocre con confianza es mucho mejor jugadora que la mejor jugadora sin confianza.

-¿Cuánto ADN, y no sólo de nombres, tiene la actual selección absoluta de ese combinado sub-19 que pone contra las cuerdas a Estados Unidos?
-Las jugadoras que estábamos, (Elena) Buenavida, Awa (Fam), Iyana (Martín), Noa (Morro) y yo, somos personas muy competitivas. Creo que sí que al final las mayores nos respetaban un poco porque decían: joder, estas chavalas han hecho cosas ya en las inferiores, vamos a respetarlas.

-Valencia le acoge como un proyecto de `2´, pero en Lugo está jugando muchos minutos de base, ¿dónde se ve desarrollándose más en un futuro?
-La verdad que es algo que hablo ahora mismo con mi entrenador y no lo sé muy bien. Aquí (en Lugo) me gusta mucho jugar de uno porque he encontrado un juego vistoso y con movilidad que es lo que me aporta a mí. En Valencia, al final, el puesto de base es bastante más difícil. Debes tener confianza y un cierto caché porque estás rodeada de gente muy buena. Prefería jugar un poco más de dos porque recibía la bola y ya tenía que generar algo. De base tienes que pensar, hacerlo y generar después.

"En Lugo me gusta mucho jugar de base porque he encontrado un juego vistoso y con movilidad, en Valencia ese puesto es bastante más difícil" 

-Está promediando unos números asombrosos en este inicio liguero, ¿entraba en sus planes?
-La verdad que no. Cuando hablaba con Valencia sobre la cesión era para crecer y tener minutos, pero no me imaginaba jugar más de 30 por partido. Jugar tanto te permite engordar las estadísticas. Si en 30 minutos no coges rebotes o no das asistencias, algo estás haciendo mal.  Cuando llegué a Lugo, el segundo entrenador sí que me dijo que tenía que realizar un ratio de estadísticas de si cojo 4 rebotes y doy 4 asistencias, me permiten perder 2 o 3 balones. Eso es muy bueno porque creo que mi cabeza ya se ha adaptado a que pueda fallar un poco. 

-¿Qué tiene Lugo para que le haya sentado tan bien?
-Es una ciudad a la que siempre vine mucho a jugar torneos y amistosos con el BFL. Además, se parece mucho a León y está muy cerca de casa. Yo me siento como si estuviese en casa. El club es muy familiar, lo cual me gusta aprendes a valorarlo al haber estado en Valencia que es profesionalidad absoluta. 

-El objetivo del club es clasificar a Copa de la Reina y, paradójicamente, el último encuentro de la primera vuelta es ante Valencia Basket…
-(ríe) No creo que me regalen nada, pero me haría ilusión ganar a Valencia. Espero que la ley del ex funcione un poco. Lo importante es que ahora nos vienen tres partidos seguidos que por lo menos tenemos que ganar dos. 

-Viendo su rendimiento, ¿podría Valencia repescarla ahora?
-Sí, podrían contactar conmigo si hiciese falta. Es verdad que dejamos una cláusula de que si pasaba algo pudiera volver, pero al final ellos quieren mi desarrollo y yo también. Lo más beneficioso es quedarme aquí todo el año. 

-Dice que no se esperaba la llamada de la selección, pero viendo los números… ¿ni siquiera tenía pensamientos intrusivos?
-Sí que pensaba que en verano igual podía ir como invitada porque llaman a más gente para preparar los torneos importantes. Pero una cosa es eso y otra que en noviembre me digan que estoy entre las 15 y sin ser invitada ni nada. Eso no se me pasaba por la cabeza. 

-Qué le llamó más la atención de la absoluta? ¿Qué tiene de diferente?
-Me llamó mucho la atención llegar allí y que 6 o 7 personas del staff que no conocía de nada supiesen absolutamente todo de mi vida. Sabían las cosas que más me gustaban y las que menos y me preguntaban cada 10 minutos si necesitaba algo. Ese nivel de preocuparse tanto por la gente no me lo esperaba. Mirase donde mirase había una persona queriéndome ayudar. Al final, tú vas allí a entrenar, te sientes bien y cómoda para dar tú 100%.

-¿Se fija el objetivo de estar en el premundial de marzo?
-Ahora estoy pensando en el Ensino, en clasificar a la Copa de la Reina. Al final, yo no pensaba que por jugar cinco partidos y hacerlo bien, iban a llamarme. Yo pensaba: tengo que demostrar mi nivel durante una temporada entera para poder estar.

-Desde su llamada a la selección, el número de entrevistas realizadas ha aumentado exponencialmente. As, Gigantes… ¿cómo hace para mantener los pies en la tierra?
-Eso se lo doy a mi padres. Mi padre es un poco más flipado, pero mi madre siempre me ha dicho que dé un poco más de mí independientemente de lo arriba que esté. `Si no te mantienes no sirve para nada´, me decía. El BFL también me inculcó mucho eso. Lo más importante es que a mí me gusta mucho el baloncesto. Pierda o gane tengo las mismas ganas de ir a entrenar el lunes, de ir diez minutos antes a tirar o a lo que haga falta. Al final, cuando vives algo con tanta pasión, no te fijas tanto en lo de alrededor y vives en tu propio mundo.

-Es la segunda leonesa de la historia en ir convocada con la selección absoluta. La anterior, Piluca Alonso, ganó tres ligas, una Copa de Europa, un Eurobasket e incluso acudió a los Juegos Olímpicos de Barcelona. ¿Firmaría su carrera?
-(duda unos segundos) No sé, yo soy una tía ambiciosa. Quiero más que eso. 
 

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