Albacete 2 - 2 Ponferradina: 'Ataque de lujo, defensa de colegio'

Los goles de Luka Djordjevic y Jesús Berrocal rescataron un punto para la Deportiva en el Carlos Belmonte (2-2) a pesar de los continuos errores defensivos

Alejandro Cardenal
03/01/2016
 Actualizado a 31/08/2019
Berrocal pelea un balón. | LALIGA
Berrocal pelea un balón. | LALIGA
Imposible sumar más con menos. La Deportiva rescató un punto del Carlos Belmonte (2-2) que el propio conjunto berciano se encargó de secuestrar con una serie de errores -más bien desastres- defensivos dignos de patio de colegio e impropios de un campo de Segunda División.

Y lo hizo gracias a que de medio campo para arriba, los blanquiazules son ‘cum laude’. Exquisito fue el gol de Luka Djordjevic para poner las tablas por primera vez nada más volver de los vestuarios y brillante la triangulación entre el montenegrino y Acorán que Berrocal terminaba empujando a la red en boca de gol.

Dos mazazos arriba para compensar los dos regalos que la defensa de circunstancias de los de Manolo Díaz concedió a un Albacete que ayer consiguió marcar en noventa minutos más tantos que en todo el mes de diciembre.

No fue la tarde de la zaga, pero tampoco Jonathan Ruiz ni Melero ayudaron a achicar agua de un barco que luchaba por mantenerse a flote. La medular pecó de endeble en labores defensivas y pasó inadvertida en la creación, obligando a Antón a asumir una labor que le aleja todavía más del área. Así, en medio del desierto, Djordjevic fue el ‘oasis’ al que se agarró la Ponferradina, sin Yuri, para poner fin a la mala dinámica con la que terminó el 2015.

Campanada en el once


Einstein definió la locura como la esperanza de conseguir resultados diferentes haciendo lo mismo. Aunque el fútbol de ciencia solo tenga el despiadado rigor de los resultados, Manolo Díaz hizo suyo el credo del padre de la física moderna y revolucionó la alineación en busca de la segunda victoria de la temporada a domicilio.

Habría que bucear en la hemeroteca para recordar un partido de Liga en el que la Deportiva empezara con Acorán y Yuri juntos, sí, pero en el banquillo. El madrileño buscó con el sacrificio de sus vacas sagradas una suerte de punto de inflexión, pero olvidó que los males del conjunto berciano en los últimos partidos no estaban en el área contraria, sino en la propia.

En una competición como la Liga Adelante resulta difícil sacar algo positivo fuera de casa; más todavía si se facilita al rival el escenario perfecto. El Albacete, que recibía a la Deportiva en puestos de descenso acuciado por su falta de pólvora -un gol a favor en los últimos cinco partidos de 2015-, terminó con su sequía en seis minutos, los que tardó Jason en encontrarle las cosquillas a una defensa de circunstancias en la que ni siquiera Casado, el mejor de largo en los últimos meses, dio la talla.

Y es que al extremo manchego, totalmente libre de marca, no le hizo falta ni despegar los pies del suelo para conectar el cabezazo que ponía por delante a los de Luis César Sampedro con medio Carlos Belmonte todavía buscando su asiento. Por su banda y con la colaboración de Antoñito, muy inspirado en ataque, creció un Albacete que sin grandes alardes ni un fútbol brillante, consiguió descubrir las vergüenzas de la Ponferradina.

Genialidad, mazazo y resurrección 'in extremis'


Tras el monólogo sin ideas del Albacete en una primera mitad que terminó con susto en forma de gol anulado, la Deportiva puso las tablas nada más empezar la segunda mitad con una genialidad de Djordjevic.

El montenegrino empezó el año igual que terminó el pasado, demostrando que si le dejan, está más que capacitado para llevar las riendas en ataque. El ariete se inventó un gol de la nada; no se rindió en la búsqueda de un balón que parecía imposible y a pesar de la carrera, definió con una vaselina desde el pico del área que sorprendió a Juan Carlos.

Poco le duró el subidón a los bercianos. El atisbo de reacción tras el gol de Djordjevic se fue al traste con el gol de Samu, al que le sonrió la fortuna cuando su disparo, que ni siquiera iba entre los tres palos, se colaba mansamente en la portería de Santamaría después de cambiar su trayectoria al rozar en Camille.

A pesar de que tocaba remontar, Díaz apostó por la imaginación -Infante, Acorán y Basha- antes que por el instinto goleador de Yuri y la jugada le salió redonda. El mediocentro suizo no dio empaque a la medular, pero se sumó con peligro al ataque y generó superioridad numérica, clave para que Berrocal, ya en la recta final, pusiera el definitivo empate a dos en el marcador que evita que la Deportiva empiece el año con susto, pero no camufla los defectos que le lastraron durante todo 2015.
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