A sus 17 años, la leonesa Alba Fuertes ya ha vestido la camiseta de las categorías inferiores de la Selección Española, ha disputado una Eurocopa y conseguido un ascenso a Segunda Federación con el Burgos CF. Además de conseguir el billete para el próximo Mundial Sub17 en Marruecos.
El verano pasado dejó su León natal para irse sola a Burgos y continuar con su carrera futbolística. «Lo llevo bastante bien dentro de lo que cabe, al final dejas de estar en casa con tu familia, pero también es un paso hacia el futuro, una persona independiente, quizás es un poco pronto, tengo 17 años, pero te da lecciones de vida y te enseña a ser independiente».
Además su llegada al Burgos para nada fue complicada. «Conocía a la mayoría de la plantilla por compartir vestuario con muchas en la Selección de Castilla y León. Lo hizo todo más fácil, tenía ya mucha confianza con algunas de mis compañeras y eso me hizo no empezar de cero».
"Venir a Burgos era dejar atrás León y a mi familia, pero también es un paso hacia el futuro, en la vida y en lo deportivo"
Y lo que bien empieza, bien acaba: «Hemos tenido muy buena temporada con el ascenso. No sé si iré a León por la reestructuración de los grupos, habrá tres grupos, sin saber las divisiones, lo más lógico sería ir. Lo viviré como un partido más, es especial porque salí de allí, pero nada más».
Todo ello, con el final más dulce posible, la llamada de la Selección. «Era Semana Santa y me pilló en mi habitación, sí que sabía que iba a salir la lista, entonces estaba pendiente. Cuando me enteré empecé a saltar de alegría y abrazarme con una compañera (risas)». Y así cuenta Alba esos días previos a la Eurocopa de Islas Feroe. «Estuvimos 5 días en Las Rozas concentradas y luego salimos hacia las Islas Feroe para jugar. Son días de mucho entrenamiento, mucho ritmo y poco descanso, pero son momentos que disfruto mucho».
"Estábamos todas muy ilusionadas con esta Eurocopa, el principal objetivo que era estar en el Mundial, lo conseguimos"
Y aunque no se llevaron el título, regresaron a España con el objetivo debajo del brazo, el Mundial. «Estábamos todas muy ilusionadas, llegamos con el objetivo de clasificarnos al Mundial, que lo hicimos y luego intentar llevarnos el Europeo. El primer partido fue muy físico y nos costó, al final empatamos, en el segundo nos soltamos un poco más y ganamos y en el de Italia...el fútbol no es siempre justo. Luego ante Austria nos quitamos esa espinita y ganamos 6-1 para clasificarnos».
«Estaba en el banquillo muy contenta, porque teníamos ya la clasificación atada y el entrenador me mandó calentar, salí los últimos 10 minutos, pero que me supieron a mucho. El final fue un alivio enorme, aunque nos hubiera gustado pasar y llegar a las semifinales, nos quitamos un ‘peso de encima’ por así decirlo y sobre todo, muy contenta por irnos al Mundial y a Marruecos». Así vivió la leonesa el momento de su debut.
"Sabía que iba a salir la lista, ya estaba pendiente y cuando vi mi nombre, empecé a saltar de alegría con una compañera (risas)"
Lo próximo que tiene por delante será volver a la lista de Kenio Gonzalo: «Generalmente en categorías con campeonatos oficiales como Eurocopas o Mundiales, se suele primar el mismo bloque por esa unión de grupo dentro y fuera del campo, siempre puede haber cambios, pero imagino que se seguirá la misma línea. No sé si estaré, no quiero dar nada por seguro, me centro en trabajar y si me lo merezco, iré».
Por último, destaca lo más importante a la hora de ser portera y esa fuerza mental. «Es una posición complicada en el aspecto mental, pero lo he trabajado mucho. Si piensas en «si fallo yo, lo paga todo el equipo», es cuando realmente fallas, entonces la clave es tener esa seguridad y no centrarte en el error, así estará bien el portero y el equipo».
