Agustinos, invitado de honor a la fiesta de Arcos Albacete

Los leoneses, que debían ganar por más de 32 puntos a los manchegos, cayeron ante un rival muy superior que logra con merecimiento el ascenso a LEBPlata

J. A.
22/05/2016
 Actualizado a 16/09/2019
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Pusieron la casa, los refrescos, los aperitivos... y en agradecimiento Agustinos fue el invitado de honor a la fiesta de un Arcos Albacete que lograba ayer con todo merecimiento el ascenso a LEBPlata, siempre dependiendo de lo que ocurra en los despachos como suele ser habitual en las competiciones organizadas por la Federación Española de Baloncesto.

Sobre la cancha los manchegos fueron de largo los mejores de los cuatro equipos participantes, algo que no solo demuestra que vencieran los tres partidos disputados sino también la sensación de superioridad que mostraron. Ante eso, poco pudo hacer el equipo leonés, que recibió el primer palo de la tarde tras la ajustada victoria (59-58) del Myrtia murciano sobre el Bball Córdoba, que significaba que los de Adrián Álvarez pasen de tener que ‘simplemente’ ganar a Albacete para ascender a tener que hacerlo por la friolera de un mínimo de 32 puntos.

En ningún momento pasó por la cabeza de nadie que eso ocurriera, y es que a pesar del buen inicio leonés ante un precipitado equipo manchego que dependía de sí mismo (7-2), la opción de soñar duró apenas cincominutos, los que tardó Albacete en igualar el partido y tomar la primera ventaja (9-12). Agustinos ya nunca más estaría por delante en el marcador.

El trío formado por Reed, Fall y Nevels fue una pesadilla para Agustinos, que  fue por detrás desde el minuto 5 de partido ¿El motivo? La aparición primero de Reed y luego de Nevels. Los dos americanos demostraron ser los mejores jugadores de la fase con un potencial ofensivo que nadie pudo parar y que dejó a ambos con 26 y 27 puntos respectivamente con altos porcentajes. Si a eso se le suma el poderío bajo los aros de un Massine Fall que fue de menos a más y se acabó convirtiendo en una pesadilla especialmente en defensa (6 tapones), Agustinos no pudo hacer otra cosa que rendirse a la evidencia.

Las referencias ofensivas del equipo no aparecieron, especialmente Diéguez, al que su equipo echó mucho de menos. Así las cosas solo la defensa zonal pareció servir para tratar de cortar el acierto de Reed y Nevels. Sin embargo, eso funcionó solo unos minutos, los que tardaron ambos americanos en enchufarse, yéndose Agustinos 9 abajo al descanso a pesar de una tímida reacción que les puso a cinco y que pronto cortaron de raíz los manchegos con dos robos y una canasta sobre la bocina. En la segunda mitad la aparición de Fall terminó de frustar cualquier esperanza leonesa, que poco a poco fue dejando marchar el partido ante un Albacete que no aflojaba. Adrián Álvarez rotó el banquillo dando oportunidades a toda su plantilla.

Sin embargo, los minutos pasaron y Albacete no hizo otra cosa que aumentar paulatinamente su ventaja ante un equipo que asumía que la gesta no iba a ser posible y trató de acabar el partido con dignidad.

Agustinos se rendía a la evidencia y así mismo lo hacía la afición, que ovacionaba al merecido campeón sobre el parqué de un Palacio que volvió a catar lo que es sufrir con el baloncesto.
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