Sólo había jugado tres partidos de liga y en el que más pronto había salido en el 79, pero en el encuentro más importante de lo que iba de temporada, en el derbi frente a la Ponferradina, al unirse la lesión de Bicho a las de Maestre y Barri, el joven jugador de 21 años del filial Adri Ruiz Castroviejo tuvo que entrar en el descanso. Cumplió en su primer gran momento como culturalista y, dependiendo de la evolución física de sus compañeros, podría volver a tener un papel protagonista frente al Andorra.De su debut y el futuro habla en una entrevista en La Nueva Crónica.
–¿Cómo está? ¿Cómo es la mezcla entre haber jugado un partido tan trascendental y el que acabe llevándose un palo así sobre la bocina?
–La verdad es que ha sido el partido más importante de toda mi trayectoria hasta ahora. Nos quedamos con la miel en los labios de conseguir el objetivo perseguido, pero tenemos ya ganas de que llegue este fin de semana y alcanzarlo con nuestra gente.
–Con Maestre y Barri lesionados, y Bicho tocado, ¿se podía ir oliendo durante la semana que quizá tuviera que acabar jugando?
–A ver, los entrenadores van hablando contigo, te dan instrucciones para que te fijes en todo y sí que me dijeron que estuviera preparado que me podía tocar entrar.
–Y cuando ve que es una realidad, que va a salir, ¿qué le pasa por la cabeza?
–Lo primero ilusión, ves que puede pasar algo por lo que llevas soñando toda la vida, que es jugar un partido de esa categoría, y lo segundo concentración porque te das cuenta de que necesitas prepararte a nivel mental y físico para estar concentrado al 100% y tener toda mente enfocada en el partido y la máxima confianza en ti mismo.
–¿Quién se lo dice?
–Primero me dice Odei que salga a calentar, que tiene alguna molestia Bicho, y estoy los últimos 20 minutos de la primera parte. Luego en el descanso, que estaba dentro del vestuario y él ya ve que no puede más, me dijo el míster que apretase que me tocaba y salí con el preparador físico para fuera.
–¿Le entran muchos nervios en ese instante?
–Tampoco nervios, pero sí es tensión, sobre todo en esos primeros minutos en el campo que coincide además que nos aprietan mucho.Pero luego ya hay más calma y me voy sintiendo cada vez más seguro de mi mismo.
«Llona me dijo que estaba preparado para ello, que me iban a tocar muchos partidos más así y que disfrutase»
–¿Qué le dijo Llona al salir?
–Que estaba preparado para ello, que me iban a tocar muchos partidos más como ese y que disfrutase.
–¿Y llegó a disfrutar? Sin contar obviamente el final, en el resto.
–Sí, la verdad es que sí. Incluso sufriendo durante el partido a veces también se disfruta.
–¿Cuántas veces ha visto repetido el gol del 2-1? ¿Se le da muchas vueltas sobre si podría haber hecho algo más en el despeje o al salir a tapar?
–Puf, llevo dos noches soñando con el gol, es una acción que pasa en un instante, pero también con todos los vídeos del rival que vemos hay cosas que puedes prever. Sabía que era zurdo, me perfilo para fuera, me hace el amago, le contacto pero saca el disparo que probablemente de un millón de veces sólo la pone ahí en esa. Al estar ahí en la jugada pues le das aún más vueltas.
«Llevo 2 noches soñando con el gol, al estar en la jugada le das más vueltas, pero de un millón de veces la pone ahí esa»
–Más allá de esa actuación, ¿acabó contento a nivel mental?
–Sí, sobre todo a nivel mental. Me sentía preparado y todos los compañeros me lo dijeron, que si me tocaba que sacara lo que llevaba dentro, que seguro que lo iba a hacer bien, y al acabar me dieron la enhorabuena. Sí que te queda ese mal sabor de boca de la derrota y sobre todo del gol del 2-1.
–Habla del apoyo de compañeros. ¿Quién es el que más encima de usted estuvo y cuál es esa frase que alguien le dijera al acabar y que se le haya quedado grabada?
–Sobre todo Sergi Maestre, que mucho, todo el año ha estado encima de mí ayudando en todo y también esta semana, donde también han estado otros compañeros como Barri, Bicho, Rodri o Guzmán que es además mi compañero de piso y un gran amigo. Y de mensaje me quedo con uno de Rodri, que me dijo que esto me iba a hacer futbolista y que era un pasito en mi carrera que ya había cumplido.
–Acaba el partido, con esa tristeza del palo final, y se le ve abrazarse con aficionados en la grada culturalista.
–Sí, estaban mis compañeros del Júpiter y mis entrenadores, había hablado con ellos de que a ver si les veía, y con esa angustia que llevaba dentro tras ese final necesitaba ese calor que me dieron en ese difícil momento.
–Y el sábado, en esa final contra el Andorra, con Bicho, Maestre y Barri lesionados y sin saber si estarán, otra vez puede abrírsele una puerta...
–Veremos a ver cómo evoluciona la semana, a ver cómo están y cómo llegan, ahora mismo no se sabe nada aún.
–¿Es necesario un trabajo a nivel mental durante la semana para que no influya el haberlo tenido tan cerca y que se haya escapado?
–La verdad es que en este equipo con las derrotas nunca ha habido malas vibraciones la semana siguiente y mi sensación es que el vestuario sólo piensa que se va a conseguir.
«Al acabar me abracé con mi gente del Júpiter. Con esa angustia que llevaba dentro necesitaba ese calor»
–Y el sábado, al entrar al vestuario o en ese viaje de vuelta al bus, ¿cómo era el ambiente?
–Uf, ahí más complicado, es que fue muy duro porque lo tocabas con las manos ya. Sin embargo en mi caso aprecié cómo hay compañeros que te animan, que ya ahí te dicen que lo vamos a conseguir, que queda una última bala y es en nuestro campo y con nuestra gente.
–Y qué gente. ¿Qué pensáis al ver que, tras haber perdido un derbi, os reciben a la vuelta en bus en el Reino para mostraros su apoyo?
–Nada más entrar con el bus ya decimos que qué locos están. Verles recibirte así, con bengalas y de todo, fue un subidón, es que dices esto lo tengo que sacar sí o sí también por ellos. Si hoy estoy triste me lo como, mañana pues igual también pero al siguiente tengo que tener la cabeza colocada única y exclusivamente en sacar ese último partido.
–¿Y cómo hay que salir en ese partido contra el Andorra? Porque por un lado te vale el empate...
–Nada, sin duda a revienta calderas, a ganar, no puedes confiarte nada ni ir a buscar el empate, porque si lo haces luego con un gol igual te vas fuera.
–¿Debe quedar claro desde el inicio quién se juega la vida y quién ‘sólo’ el puesto para el ‘playoff’?
–Sin duda, hay que dejarles claro lo que nos jugamos desde el inicio. Que se caiga el Reino en cada acción, celebrar cada jugada defensiva, córner o lo que sea como un gol, que vean que es nuestro momento y que no nos lo van a poder quitar.
"Ver a la afición recibirte así tras la derrota fue un subidón, es que dices esto lo tengo que sacar sí o sí también por ellos"
–Y cuando se imagina ese partido Adri Ruiz, ¿le viene más a la cabeza un final feliz o el triste?
–Nada, el bueno, yo soy una persona optimista, pero es que también estar rodeado por compañeros que lo son te ayuda a ello, te meten en ese , te metes en esa dinámica y si tenías alguna duda te la aclaran.
–Para la gente que le descubriera en El Toralín o lo vaya a hacer contra el Andorra, ¿cómo juega es Adrián Ruiz?
–Uf, eso es siempre muy difícil de decir. Soy un mediocentro un poco posicional, zurdo, con buen juego de pies y que llega al ataque también.
–Y por cerrar, ¿qué mensaje le mandaría a la afición?
–Que estamos muy orgullosos de todo lo que están haciendo, que este va a ser nuestro fin de semana y que todos juntos vamos a celebrar lo que nosotros llevamos buscando todo el año y el club durante muchos más, que nadie nos lo quitará.