Con la salvedad de la derrota ante Anaitasuna, cada partido del Abanca Ademar en este arranque de liga parece una repetición del anterior.
Juegan un buen encuentro los leoneses y son superiores durante más minutos que su rival, pero cuando entran en la recta final acariciando el triunfo se les nublan las ideas, no saben matar el choque ni acertar en las acciones finales y acaban dejándoles con la miel en los labios y provocando un reparto de puntos.
Con uno de los grandes de la liga Asobal, un Granollers que es junto a Bidasoa el gran favorito a ‘cazar’ las dos plazas europeas que deja el Barça, el conjunto leonés repitió los mismos pecados y el mismo resultado.
29-29 igualaron los de Dani Gordo, dejando un balance de cuatro empates en cinco partidos que es digno de récord en cualquier liga profesional de balonmano. Lo hicieron tras seguir negados en los lanzamientos de penalti (hicieron uno de tres, con Wasiak estrenándose como lanzador pero fallando a su segundo intento, y Castro errando uno decisivo que hubiera puesto a los leoneses tres arriba a ocho minutos para el final). Y de nuevo entrando ganando al tramo final, donde el rival empataba y Ademar no llegaba ni siquiera a encontrar lanzamiento en el último ataque para intentar sellar el triunfo.
Adelino debutó, pero de extremo. Oliveira volvió tras su lesión y fue clave atrás. Miñambres no jugó
Con empate (28-28) habían llegado los dos equipos al minuto final, donde forzaba la exclusión de Oriol Rey para acabar el partido en superioridad un Carlos Álvarez convertido en el mejor lateral derecho del equipo. Se esperaba a Adelino para reforzar esa posición, pero aunque el angoleño debutó lo hizo jugando cinco minutos de extremo, recolocando desde ahí al ex del Cisne durante toda la segunda mitad y rompiendo a la defensa con sus penetraciones y sus asistencias.
Suyo fue el que podía haber sido el gol de la victoria, a minuto y medio del final tras aprovechar entrando con valentía en el 6-0 una asistencia del mejor jugador sobre la pista, un Marko Milosavljevic estelar que por fin ha dado el paso adelante que tanto se le exigía y que se echó el equipo a sus espaldas, con 12 goles y tapando el hecho de que en la primera línea tanto Castro como Rodrigo estuvieran muy desacertados.
Blocaba la defensa en primera instancia el lanzamiento de Reguart, pero el balón seguía en posesión de Granollers y el 6-0 ademarista se acababa abriendo y Montoya recibiendo el balón en seis metros libre de marca para hacer el a la postre definitivo 29-29.
Con su máxima renta (26-23), Ademar se quedó 7 minutos sin marcar. Les frenó Panitti, que llevaba 0 paradas en liga
No pudo parar esa convirtiéndose en el héroe que su actuación había merecido Kilian Ramírez, que había sido con un 40% de acierto clave en la gran segunda mitad en la que le habían dado la vuelta al partido los leoneses, tras una mala primera parte de nuevo de un Saeid que mantiene pese a mejorar la defensa la irregularidad que el año pasado podía achacarse a los agujeros atrás.
Le quedaban 20 segundos al Ademar tras tiempo para ganar el choque. Lo intentó rápido con Milosavljevic, pero la defensa le frenó con golpe franco. Y a falta de siete con reloj parado Rodrigo, por quien se apostó para ese ataque final en lugar de Castro, daba un pase al aire que no llegaba a nadie y el choque terminaba en empate sin ni siquiera intentar probar al guardameta.
Con 28-28 Carlos forzó una exclusión y marcó, Montoya igualó a 20 segundos y en el último tiro Ademar ni lanzó
Un punto que sabe a poco a un Ademar que sigue mereciendo más y que había conseguido dar la vuelta al partido tras el descanso después de una primera parte en la que fueron más tiempo a remolque. Se le había puesto el choque cuesta arriba de salida, con 4-7 para arrancar que con un tiempo muerto a los 7 minutos cortó Dani Gordo dando paso a un 5-1 con el que el Ademar se ponía por primera vez por delante. Y el tramo final, tras haberse estado dos arriba (11-9) una escuadra leonesa en la que no jugó Miñambres y volvió tras su lesión Oliveira (dejó muy buenos minutos en defensa, donde un Popovic tocado y que no había entrenado en toda la semana epnas jugó); el Granollers cerraba el choque con dos goles seguidos para irse dos arriba (14-16) al descanso.
Sin embargo de vestuarios salió el Ademar como un ciclón. En un visto y no visto, ya le había dado la vuelta al partido, con un 3-0 de salida con Milosavljevic rompiendo una y otra vez la defensa y Kilian aportando atrás, y de hecho tras ese 17-16 el Granollers nunca volvió a mandar en el marcador.
Eran los mejores minutos ofensivos de los leoneses, cuyo único hándicap para no romper ahí el partido era la falta de efectividad de nuevo de los pivotes, porque Castro aunque no metía sí dirigía bien en esos minutos y con Milosavljevic y Carlos a ese nivel no era necesario nada más para batir una y otra vez a un Roberto que no olía un balón.
Pero justo cuando alcanzaron su máxima ventaja, tres arriba con el 25-22 que hacía a Rama parar el choque, entraba en el choque un factor diferencial, el cambio de meta de Granollers metiendo al joven de 19 años Pau Panitti, que no había hecho una sola parada en toda la liga y en el tramo final se sacaba un increíble 54% al detener 6 de los 11 lanzamientos que le realizaron.
Siete larguísimos minutos se pasó desde el 26-23 sin marcar Ademar, con el choque convertido por momentos en un duelo de paradas, errores en lanzamientos claros de los leoneses en momentos claves, y Granollers logrando un parcial de 1-4 con el que a cuatro minutos para el final volvía a poner las tablas (27-27) en el marcador, dando pase tras un tanto de Milosavljevic y otro de Antonio García al citado final que desembocó en las tablas.