Ademar 27 - Cuenca 31: 'Los pecados de siempre para decir adiós a Europa vía liga'

El equipo leonés pagó su fragilidad defensiva con la derrota ante un Cuenca superior que fue siempre por delante en el marcador

Jesús Coca Aguilera
05/04/2023
 Actualizado a 05/04/2023
Deividas Virbauskas se dispone a lanzar entre defensores del Cuenca. | JESÚS F. SALVADORES
Deividas Virbauskas se dispone a lanzar entre defensores del Cuenca. | JESÚS F. SALVADORES
Cuando tienes enfrente a la mejor defensa de los mortales de la liga Asobal, sabes que no puedes recurrir sólo a tu habitual acierto en ataque, porque va a haber muchas ocasiones en las que te lo van a frenar. Y que si eso sucede, vas a perder.

Con los pecados de siempre dijo adiós el Ademar a Europa a través de la liga, pues el Cuenca se impuso por 27-31 en el Palacio de Deportes y abrió con ello una brecha de seis puntos y el golaveraje en la tercera posición que se antoja definitiva y deja la bala de la Copa que hay en la recámara como única opción.

Una vez más, en lo que ya es habitual en toda la temporada, la defensa naufragó. Más aún sin Santista, que por su estado físico no podía jugar tanto como por nivel debería atrás, el Cuenca encontró agujeros en el 6-0 ademarista, en especial cuando estaba en él un Tiago al que atacaban descaradamente, y sin que la portería ayudara a tapar las carencias. Con Nazaré primero, los pivotes después, Simonet en los momentos de la verdad y los extremos tras mover bien el balón para sentenciar, Cuenca vio puerta con relativa facilidad y eso le llevó a ir abriendo una brecha con la que luego supo jugar.

Desde el 2-2 el Cuenca ganó siempre. La máxima fue de 4 y el Ademar tuvo 2 balones para empatar en la 2ª parte Ni una sola vez mandó el conjunto leonés en el marcador, siendo de hecho el 2-2 la última vez que tuvieron el empate. ¿A partir de ahí? Fueron haciendo la goma, con el Cuenca fijando su máxima ventaja en los cuatro goles del descanso (13-17) y el Ademar llegando a tener en la segunda mitad dos bolas para empatar pero no entrando en ninguna de ellas el tiro de Juan Castro.

No acertó ahí el leonés, pero un día más fue quien sostuvo al equipo, en especial en un tramo final donde mientras otros se escondían él asumió la responsabilidad para permitir que prácticamente hasta el último suspiro existiera la opción de la remontada, pues a 7 para el final la diferencia era de dos (24-26).

Pero, antes de llegar allí, hubo mucho de precipitación y de frustración, en especial con un arbitraje muy protestado por un Ademar demasiado obsesionado con ese aspecto.

Ademar se puso a 1 tras encajar un gol en 6’ en el arranque de segunda parte, pero ahí recibió un 1-4 Permitieron un nivel de dureza alto los colegiados, algo que beneficiaba a una de las defensas que más la aplica como Cuenca frente a una que apenas toca al rival como la de Ademar, y además castigaron con severidad las protestas, lo que es una condena más para un conjunto leonés perdido en ellas en especial desde un banquillo donde Cadenas fue excluido en el tiempo de descanso.

Con 13-17 se habían ido los equipos a vestuarios, después de una salida con dos protagonistas que brillaron escasamente y luego se apagaron en el Ademar. Lo hizo Deividas en el arranque, participando en los cuatro primeros goles antes de acumular una pérdida tras otra después, liderando un aspecto, el de los balones perdidos, en lo que es también ‘sospechoso habitual’ el equipo leonés y fue otro lastre todo el choque.

Con Cadenas teniendo que pedir ya tiempo muerto a los 6 minutos con 2-4, fue Antonio quien sostuvo al equipo en los instantes siguientes, si bien luego apenas entró en juego. Y como el ritmo anotador de Cuenca era altísimo, sin que el cambio de portero en las filas ademaristas cambiara eso, tras el 10-11 llegó un parcial de 1-4 que lideró esa escapada.

Los leoneses se colocaron 2 veces a 2 en los 10’ finales, pero con cañonazos de Simonet Cuenca respondió Sin embargo, el inicio de la segunda mitad fue el mejor posible para los locales. En inferioridad cerraron su portería y encajaron un gol en los primeros seis minutos, con la mejor versión de Milosavljevic tirando en estático ante el hecho de que David estaba desaparecido y nadie más que el serbio y Castro aparecían en la primera línea, poniéndose a uno (17-18) antes de que de uno de los primeros ataques para empatar y un tiempo de Cuenca se pasara a otro parcial de 1-4 que devolvía el choque a su máxima diferencia (18-22).

Y aunque con otro 3-0 el Ademar se volvía a poner a uno, de nuevo se quedaba sin rematar la faena en su última ofensiva con opción de igualar. Tras probar a atacar con siete y perder el balón permitiendo un gol a puerta vacía con el que Cuenca volvía a irse de tres (22-25), un gol de David y otro de Castro devolvían las esperanzas al Palacio, pero a ambos respondía con un cañonazo Simonet y, tras fallar Santista solo en 6 metros, desde el extremo Cuenca ponía un 24-28 que dejaba el choque visto para sentencia.
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