
Porque el Abanca Ademar hizo leña del árbol caído, de un Teucro muy tocado por las lesiones y en horas bajas en la clasificación que no pudo ofrecer resistencia a un equipo leonés con ganas de darse una fiesta después de todos los contratiempos de esta segunda vuelta y esa motivación extra que suponía recordar que los gallegos se llevaron el partido de ida en circunstancias, cierto es, muy distintas, sin bajas y con los ademaristas inmersos en al vorágine de partidos que supone disputar la ‘Champions’.
No tuvo ninguna historia un partido que a los 10 minutos ya ganaba el Abanca Ademar por 4. Sabiendo de los problemas visitantes, llevó el equipo leonés el encuentro a un ritmo alto en el que anotaba un gol por minuto sin dar opción a respirar a su rival, que dependía en exclusiva de lo que hicieran Cutura o Fischer (9-5). Paró el partido Luis Montes en ese momento y lo que se encontró de vuelta fue un parcial de 5-1 que dejó el partido visto para sentencia.
Luis Montes paró el partido con 9-5 a los 10 minutos y de vuelta un parcial de 5-1 lo dejó visto para sentenciaSin argumentos en defensa para parar a un Ademar capaz de anotar desde la primera línea, con opciones para mover también el balón hacia unos extremos necesitados de goles y con un Jorge García Lloria que paró su primer balón a los 21 minutos de partido (19-9), el encuentro comenzó a centrar su interés en saber en dónde se pararía el marcador local y si sería capaz de mantener el torrente ofensivo el Abanca Ademar en la segunda parte tras el contundente resultado al descanso (24-11).
Cerca estuvo de doblar su resultado el equipo leonés, principalmente porque todos los jugadores mostraron ganas de reivindicarse. Todos tuvieron minutos, rotando por ejemplo Guijosa a los tres extremos diestros. Solo Biosca pisó la pista únicamente para un par de siete metros que no logró detener. El porcentaje de acierto por encima del 80% según al estadística oficial habla por sí solo.
El Teucro, a pesar de todo, no le perdió la cara al encuentro en ningún momento y encontró en el pivote Samu Gómez una buena manera de atacar la defensa ademarista. El cambio de defensa con Sergio Pérez, improvisado lateral zurdo ante la ausencia de Rial y con Moyano tocado y casi obligado a jugar con esperadas consecuencias para su equipo, tampoco paró el ataque de los leoneses. Además Slavic firmó una sensacional actuación terminando por amargar la tarde a los gallegos.
Un día para disfrutar antes de seguir en la permanente obligación de ganar mientras se espera el fallo de Bidasoa y Logroño. Por el momento la cuarta plaza ya es un premio a la reacción.