Del poli malo y unas virtudes

La verdad: mis días no están como para darle badajazos a las campanas de la alegría y el optimismo. Políticamente hablando, aclaro. Y es que, mire por dónde, últimamente o, mejor, una vez más, reparo en que, aun mi agnosticismo, vengo –y lo que te rondaré santa urna– poniéndole cristianas virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) a esta profesión mía del laico izquierdismo.

Un día te levantas, cafeteas, ojeas el teléfono y te sacude un artículo –‘El embrollo electoral’– de Alfonso Guerra, tantos años ‘poli malo’ junto a Felipe González, que más que artículo es obús contra el secretario general del que aún supongo su partido, el PSOE, Pedro Sánchez.

Recuerda el obús aquel dicho del centrista fundador de la hoy Unión Europea, Konrad Adenauer, cuando sentenció: «…hay tres tipos de enemigos: los a secas, los mortales y los compañeros de partido». Mas hay que agradecerle, eso sí, que ya en el título anuncie lo de embrollo, pues sí contiene algún embuste.

Llama la atención, sobre todo, la ausencia de cita de alguna de las cosas bien hechas por el gobierno de coalición PSOE-Podemos y, aún más, el mínimo asomo de crítica a las políticas del PP no ya sufridas en la anterior crisis económica, sino en las de su hacer presente o sea.

¿Le darán igual a don Alfonso, por ejemplo, EREs que ERTEs; o reproducir con naturalidad, espero que no asumir, las falsedades extendidas por las derechas; o ni citar a VOX ni a coz? Posible es que ya sufra alguna amnesia. ¿De dónde si no ese «socialismo liberal que había impregnado la acción del PSOE durante 140 años»? Entre otros olvidos, incluso sangrientos, ¿no fue el PSOE marxista hasta el segundo congreso de 1979, el extraordinario del 28 y 29 de septiembre, en que abandonó tales tesis como exigían la Internacional Socialista, Willy Brandt y Europa? ¿A quién servirán estos embustes, estas omisiones? ¿Lo harán a favor o contra el PSOE aun sea en la persona de su secretario general? ¿Dónde situará el, digamos, mal menor? Y mientras, las autoproclamadas puras y redentoras izquierdas que si podemos sumar o restar o dividir aún más. ¡Ay doña aritmética!

Dame fe, esperanza y caridad, Razón. No me hagas amnésico, aun los errores, de políticas y logros sociales habidos en esta legislatura y déjame de esos liberalismos que trajeron tanto desencanto, tantas traiciones a tanto sector productivo y obrero, con perdón, amén de tantas corrupciones. ¡Qué cruz, qué izquierdas! ¿Y las derechas? En su discreto o secreto ambas a una. ¡Tiempo al tiempo!

Buena semana hagamos y tengamos. ¡Salud!