De San Facundo a Fonfría y Poibueno

Este itinerario, en su primera mitad, sobrevuela un paisaje majestuoso

Francisco A. Ferrero
07/07/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Ubicación de la ruta de senderismo ‘ De San Facundo a Fonfría y Poibueno’, en Google Earth.
Ubicación de la ruta de senderismo ‘ De San Facundo a Fonfría y Poibueno’, en Google Earth.
La ruta tiene su inicio en el camino que da acceso al cementerio del pueblo de San Facundo. Una vez rebasado el mismo, una pista de tierra, apta para vehículos todocamino, nos traslada a través de una red mallada de pistas forestales al pueblo de Fonfría, distante a unos 8 km. Los primeros 2 km. del recorrido son los que requieren un mayor nivel de esfuerzo, ya que hay que ascender unos 300 m. de desnivel vertical. Durante el resto de camino se va ganando altura poco a poco, venciendo la suave pendiente hasta alcanzar la vallina pastoreada del arroyo de Ucedillo. El recorrido nos regalará, desde la altura y el silencio, unas magníficas vistas de los pueblos de San Facundo y Matavenero rodeados de un paisaje mineral, de aspecto bravo y solitario.

Una vez alcanzado el collado situado bajo el Teso del Cueto, accedemos al hermoso valle pastoreado de Ucedillo a través de una pista que corta durísimas cuarcitas veteadas, atravesadas por instrusiones de rocas granulosas de origen subvolcánico. Llegando a la cabecera de la vallina de Modrillos, la acumulación de material de obra situado al lado de un cruce de caminos nos señala los accesos a Fonfría y Poibueno, casi equidistantes desde este punto (ver esquema de la ruta).

Fonfría es uno de los numerosos pueblos que fue abandonado en los años sesenta.Ahora, semirrepoblado de nuevo, sobrevive como «ecoaldea». La elevada altitud del emplazamiento de Fonfría (1.280 m snm), el rigor impuesto por las bajas temperaturas, los prolongados periodos de aislamiento agravados por las pésimas comunicaciones y la nieve, y la evidencia de unas mejores condiciones de vida en otras zonas cercanas de crecimiento industrial, hizo que pasara de los 100 habitantes en 1960 a estar despoblado en el año 1970. Ya en 1881, el diccionario geográfico de Pablo Riera señalaba que Fonfría tenía 61 edificios de los que 26 estaban inhabilitados. Hoy el monte lo invade todo, recuperando, poco a poco, su antiguo territorio.
El 08/07/1752 del Catastro del Marqués de la Ensenada obtenemos de Fonfría la siguiente información precisa: «A la primera pregunta sobre el nombre de la población, los vecinos entrevistados indicaron que el pueblo se llama Fonfría y sus dos anejos se llaman, uno Matavenero, y otro Poibueno. A la pregunta referida al tipo de árboles, se indica que hay diferentes plantas de castaños, nogales y frutales y un plantío de chopos. A la pregunta del tipo de frutos que se recogen en este lugar y sus anexos se indica que se recoge centeno, hierba, castañas, fruta y hortaliza. Se indica que el lugar y sus anexos no hay más minas ni artefactos que siete molinos harineros de una rueda cada una que muelen con agua y son de propiedad de diferentes vecinos. Sólo se muele en invierno con el agua del arroyo que baja de la sierra. Se indica que hay cuarenta vecinos y medio (las viudas se consideraban como medio vecino), incluidas cinco viudas y dos mozos solteros que cada dos de estos componen un vecino. Tiene cien casas habitables, catorce corrales y doce  pajares. También dispone de una taberna propia que atiente a Fonfría y sus anexos. Hay dos tejedores de lienzos que solo trabajan en el tiempo que no tienen que realizar sus labores del campo».

Una de las preguntas del catastro, la 36, se refiere a si en la localidad hay pobres de solemnidad, a lo que la respuesta es la siguiente:  «Todos los vecinos de este pueblo y sus anexos lo pasan con bastante estrechez, pero no hay ninguno de los contenidos en la pregunta».

Unos cien años después, el diccionario geográfico, estadístico e histórico de Pascual Madoz (1850) se refiere a Fonfría de la siguiente manera: «Está situado en la parte baja de la sierra de su nombre con exposición al sur. Tiene 20 casas cubiertas de paja; iglesia dedicada al Espiritosanto, anejo de Poybueno, servida por un vicario que pone el párroco de la matriz; y buenas aguas potables…el terreno es de mala calidad y montuoso. Población 16 vecinos y 74 almas. Una fuente de agua frigidísima y que en ningún tiempo puede beberse en el mismo manantial, ha dado nombre al pueblo y a la montaña».

El pueblo de Fonfría, más grande y a la solana que los de Poibueno y Matavenero, era el pueblo de cabecera de los tres, considerándose estos últimos como anexos al primero y principal. El Catastro se hace de manera conjunta para los tres pueblos, como si Poibueno y Matavenero fueran considerados barrios de Fonfría. Algo similar a lo acontecido en otro valle cercano, el de las Tejedas, donde el conocido como «Préstamo de Tabladillo» agrupaba a los pueblos, hoy también abandonados, de Las Tejedas, Tabladillo y Folgoso del Monte.

Hoy en Fonfría hay alrededor de unos cinco edificios con limitadas condiciones de habitabilidad y se están haciendo obras en la iglesia y en la antigua escuela. Dispone de un pequeño edificio comunitario provisto de paneles solares para alimentar eléctricamente una lavadora y otro panel para calentar agua y poderse duchar.

Salimos del pueblo de Fonfría en dirección oeste, después de haber paseado por sus viejas calles, ahora vacias, hasta interceptar la pista que corta la cabecera del arroyo de Modrillos, donde hay material de obra de los nuevos colonos con destino a la reconstrucción del pueblo de Poibueno. Desde este cruce se adivina, en continuo descenso, un exiguo sendero que nos traslada hasta el caserío de Poibueno situado en la confluencia del arroyo de Modrillos con el Rial. Rebasadas las praderías que flanquean el curso medio del arroyo, el sendero que traíamos se convierte en antiguo camino carretero hasta alcanzar el pueblo.

El arroyo del Rial tiene sus primeras fuentes debajo de pueblo de Foncebadón, por donde pasa el Camino Francés. Una ruta de peregrinaje que podía equipararse a «Camino Real», y este apelativo podría haberle darle nombre al río. Sin embargo el topónimo el Real, que en la Edad Media aparece escrito como Rial, parece derivarse más acertadamente del término hidrónimo rigu- (río), pero también de rega, que se puede interpretar como barranco, surco, reguera. El arroyo se conoce indistintamente como del Real (o del Rial), pero también a través de su acepción más antigua como río Argutorio (agrum guttatorium) o de Las Puentes.

En Poibueno hubo un monasterio en la Edad Media (fundado en el año 1154) conocido como Poimalo o Podiomalo, y regido bajo las normas de los canónigos regulares. Con el paso del tiempo su nombre se transformó en Poibueno, y en el siglo XIV el viejo monasterio quedó reducido a una iglesia atendida por un cura que mantenía el título de prior y que atendía religiosamente a los tres pueblos. Se podría considerar, por tanto, que Fonfría, Matavenero y Poibueno fueron fundados dentro de los dominios de la vieja Abadía de Poibueno.

Los monjes buscaban un desierto de soledad, apartándose del mundo para estar más cerca de Dios, eligiendo aquéllos parajes que, a los ojos del hombre, se parecieran al idílico Edén o Paraíso que tenían en sus mentes en base a las lecturas del Antiguo Testamento. Hoy, estos apartados territorios vuelven a estar ocupados por nuevos colonos venidos de toda Europa que también buscan una vida en soledad, en contacto íntimo con la naturaleza y alejados de la sociedad industrial que está barriendo la vida en los pueblos. Es posible, por tanto, que cada uno en su fuero interno, pueda encontrar ciertos paralelismos entre las razones que movieron a unos en el Medievo y a otros en la época moderna.

En Poibueno hay un clan familiar que lleva alrededor de 27 años viviendo en el pueblo, estando muy arraigado en el territorio, dedicándose a la agricultura y a la ganadería como los antiguos pobladores del lugar. Trabajan la madera con gran habilidad y han construido algunos de los magníficos puentes que sortean el arroyo del Rial.

Nos alejamos de Poibueno a través de un marcado sendero que acompaña a la corriente fluvial por su margen derecha, donde podremos ver el basamento de algunos molinos, hoy ya desaparecidos. A unos 600 m. de iniciada la andadura nos topamos con el «Pozo de las Hoyas», una formación rocosa producida en el lecho del río por la fuerza destructiva del agua y conocida en geología con el nombre de «marmita de gigante». Está situada bajo una quebrada cascada que el río Argutorio ha labrado sobre las tenaces cuarcitas. En esta zona el valle está coronado por abigarradas rocas, fuertemente pegadas, donde confluyen con el Argutorio los arroyos de Ucedillo y Reguera, presentando la mayor majestuosidad de toda esta cuenca hidráulica que fluye hacia el río Tremor. En lo alto se aprecia el caserío de Matavenero, colgado, como el nido de un águila, a media ladera sobre el precipicio.

El sendero continua bien marcado acompasando al río, que debemos de cruzar en varias ocasiones a través de ingeniosos puentes de madera. Alcanzando la presa de San Facundo, una pequeña presa abovedada de hormigón de 15 m. de altura y planta curva y muy aterrada, que abastece desde 1986 a la importante localidad de Bembibre, ya estamos a alrededor de 1 km de San Facundo, el lugar de inicio de esta apasionante ruta enmarcada sobre un paisaje salvaje y muy desconocido.
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