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De la tierra a la luna

De la tierra a la luna

OPINIóN IR

29/11/2022 A A
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De la tierra a la luna
Ignoro si, cuando Julio Verne escribió su famosa novela ‘De la tierra a la luna’, pensaba que lo que en ese momento era solamente ficción algún día se convertiría en realidad. Lo que no podía imaginar es que dos de los posibles viajeros a nuestro querido satélite, seleccionados por la Agencia Espacial Europea, iban a ser de la provincia de León. Y mucho menos que la chica, Sara Álvarez, fuera una nieta de Hermógenes de Vega de Espinareda y también descendiente de Lillo del Bierzo, localidades que a algunos nos resultan muy familiares. Cuando me enteré de que el chico, Pablo Álvarez, descendía de Sabugo, no puede evitar recordar que en ese pueblo acogieron a mi tío Lorenzo que, cuando tenía quince años, se escapó de casa, y los días que allí permaneció tuvo tiempo de echarse una novia de la que tuvo que despedirse con mucho dolor. Mira que, a lo mejor, podíamos ser de la familia…

Bueno, pues felicitamos a nuestros futuros astronautas, porque seguro que han tenido que currárselo bastante. Sin embargo, aunque parezca mentira, hay muchos malos estudiantes que se han adelantado a ellos en ese viaje. Al menos, cuando les impartíamos clase, nos daba la impresión de que estaban en la luna. Entre tanto, el resto de los mortales tenemos que permanecer en la tierra, si bien nos consuela que, aunque no podamos subir a la luna, algún día podremos ir al cielo.

La subida a la luna, por lejos que esté, es un pequeño paseo con relación al resto del universo y por eso es muy importante que hagamos honor a la etimología de la palabra tierra, en latín, que, además de ‘terra’, es ‘humus’. Me refiero a la humildad. La conquista del espacio es un éxito de la ciencia, pero nunca debería ser motivo de soberbia. En este sentido tenemos dos ejemplos muy diferentes de famosos astronautas. El primero es el de Yuri Gagarin, que dio tan solo unas vueltas alrededor de la tierra y a su regreso dijo con bastante sorna que no había visto a Dios por ninguna parte. El segundo es del viaje realizado por aquellos que sí alcanzaron la luna. Poco antes de que el primer hombre pusiera en ella los pies se leyeron las primeras palabras de la Biblia: «Al principio creó Dios el cielo y la tierra». Y también el versículo de un salmo que dice: «Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para darle poder?».

En todo caso, enhorabuena, a estos dos jóvenes con raíces bercianas. Y, si algún día llegan a la soñada meta, feliz viaje y mejor regreso.
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