Chavales a los que habían reclutado por las escuelas rurales de toda la provincia, habitualmente los más espabilados, que ya los maestros avisaban a quien iba a «hacer la cosecha», salvo que fuera alguien tan sabio como González de Lama, de quien siempre recuerda el poeta Toño Llamas el examen que le hizo en Vidanes: «¿Qué pájaros son esos que vuelan a orillas del Esla? Hablame de ellos».
Bien es cierto que ellos mismos, con el paso del tiempo, hablan de las dos caras ‘del Menor’: los sabañones que padecieron por el frío; pero reconocen que «había dos salidas para los hijos de familias pobres, el seminario o nada».

Otras muchas preceptorías a lo largo de la provincia (Lois, Morgovejo, San Feliz de Torío, Vegarienza... y tantas otras)junto a los seminarios de La Bañeza, Astorga, Valderas... componían una infraestructura realmente inigualable...
Hoy el Seminario Menor es Seminario Mayor Redemptoris Mater y en él hay en la actualidad 11 alumnos, curiosamente de ocho nacionalidades. Y es que sigue las reglas del llamado Camino Neocatecumenal (fundado precisamente por otro leonés, el primero pintor Kico Argüello, de ahí el nombre genérico de los kicos). Tienen una «vocación misionera» y, según explica uno de los formadores, el polaco Maciej Jurczyk, «yo vine aquí ‘por sorteo’, despuésal ordenarte vas dos años a misiones y yapuedes regresar, como he hecho yo».
Y así, de aquella fábrica queda esta cantera, pues los alumnos de este seminario son la mayoría de los que se han ordenado sacerdotes en los últimos años (llevan 10 años en León). Hoy mismo se van a ordenar cuatro nuevos y tres de ellos son del Redemptoris.
- 11 alumnos de ocho nacionalidades, ¿sólo un español?
- Sí, curiosamente el mayor de todos ellos, tiene 47 años, es valenciano. Tenía su vida muy encarrilada, era un gran empresario al que le iba muy bien, pero lo dejó todo.
- ¿Y cómo se finacia este seminario, el edificio era una ruina y la parte que ocupan está muy bien?
- Con un milagro...
Y lo cuenta. «Un día nos llaman que ha fallecido un hombre, Jalón, que nos quería dejar su herencia ¿Cuánto será?, preguntamos. Nos dijo que era un hombre normal, 30 ó 40.000 euros tal vez. Cuando nos llegó era un millón».
Llámale milagro.