A lo largo de todo 2021 se registraron en la Comunidad 22 casos de legionelosis humana notificados a las Secciones de Protección de la Salud por parte de las Secciones de Epidemiología de cada Servicio Territorial, incluyendo las comunicaciones del grupo de trabajo europeo para la vigilancia de legionelosis asociada a viajes (EWGLINET); en todo el año no se notificó brote alguno.
La distribución de esos veintidós casos esporádicos en las provincias castellanas y leonesas en las que hubo declaración por legionelosis humana durante el año pasado fue la siguiente: Burgos (dos), León (tres), Salamanca (siete), Segovia (uno), Soria (uno), Valladolid (cuatro) y Zamora (cuatro); en relación con estos casos se realizaron dieciséis inspecciones a establecimientos susceptibles de relación, con veintiséis tomas de muestras, de las cuales diecinueve resultaron negativas y siete, positivas.
En el informe comunicado este domingo se detalla además que en Castilla y León, el censo oficial 2022 referido a establecimientos con torres de refrigeración y/o condensadores evaporativos suma 415, con un total de 1.051 instalaciones (667 torres y 384 condensadores evaporativos). Por provincias, en Ávila hay veinte establecimientos (diecinueve torres y dieciocho condensadores); Burgos, 90 (190 y 93); León, 60 (75 y 66); Palencia, veintiséis (49 y diecisiete); Salamanca, 40 (veintitrés y 45); Segovia, 38 (63 y veinticinco); Soria, 33 (32 y 36); Valladolid, 91 (195 y 61); y Zamora, diecisiete (veinte y veinticuatro). A lo largo del primera semestre de 2022 se realizaron 1.490 inspecciones a estos establecimientos, alcanzado esta actividad inspectora la cifra de 3.192 visitas en el ejercicio anterior.
En el trascurso de la actividad inspectora de 2021 se tomaron 522 muestreos para la detección y análisis de ‘Legionella pneumophila’ en el agua de instalaciones susceptibles a su presencia, de las cuales 419 tuvieron un resultado negativo; en las 103 restantes, positivas, los Servicios Oficiales Farmacéuticos conminaron a los titulares a la ejecución de medidas correctoras, mediante tratamientos exhaustivos de limpieza y de desinfección, de manera que en todos los casos las posteriores analíticas ya fueron negativas.
Por su parte, durante la primera mitad del presente año, se han ejecutado 269 muestreos, con 197 resultados negativos y 72 positivos, lo que ha conllevado, nuevamente, en el caso de éstos últimos la puesta en marcha de medidas correctoras de forma que los posteriores análisis han descartado la presencia de la bacteria. La distribución en 2021 por provincias de las muestras de agua es Ávila (40), Burgos (75), León (81), Palencia (56), Salamanca (61), Segovia (51), Soria (43), Valladolid (70) y Zamora (45); en el primer semestre de 2022 el número de muestras tomadas es Ávila (veinticinco), Burgos (37), León (42), Palencia (veintiséis), Salamanca (35), Segovia (veinte), Soria (veintiuna), Valladolid (treinta) y Zamora (33).
Formación de profesionales
Otra actividad en relación con la vigilancia sanitaria sobre la legionela y también materia de salud ambiental es la formación higiénico-sanitaria del personal profesional que realizan operaciones de mantenimiento de estas instalaciones. En este sentido, el ordenamiento autonómico regula el procedimiento de autorización de los cursos en materia de control y prevención de legionelosis y la comunicación de sus convocatorias, contexto en el que los Servicios Oficiales Farmacéuticos realizan inspecciones para comprobar su cumplimiento.
A lo largo del año 2021 se solicitaron por parte de sus promotores autorizaciones para 70 cursos (Burgos, seis; León, quince; Palencia, dos; Salamanca, ocho; Segovia, tres; Soria, dos; Valladolid, veintiséis 26; y Zamora, ocho), detectándose únicamente un incumplimiento en un curso de la provincia leonesa.
Por otra parte, durante el primer semestre del año 2022 se han celebrado 35 cursos, sin incumplimientos, correspondiendo por provincias cinco a Burgos, siete a León, dos a Palencia, cuatro a Salamanca, tres a Segovia, trece a Valladolid y uno a Zamora.
La legionela es una bacteria ambiental presente de forma natural en ríos, lagos, cursos fluviales o superficies de agua, desde la que puede colonizar diferentes recursos hídricos.