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Avanza la tramitación para instalar una planta de biogás en Guardo

El teniente de alcalde explica que gestionará 200.000 toneladas de residuos, sobre todo purines, y creará 20 empleos

26/11/2025
 Actualizado a 26/11/2025
En la imagen, el polígono de Campondón, donde se instalará Verdalia Bio Guardo.
En la imagen, el polígono de Campondón, donde se instalará Verdalia Bio Guardo.

La planta promovida por Verdalia Bio Guardo, filial de Goldman Sachs, continúa adelante con el proyecto para instalar en el municipio de Guardo una planta de biogás. El objetivo inicial pasa procesar hasta 200.000 toneladas al año de residuos orgánicos, especialmente purines, así como estiércol, lodos de mataderos y otros subproductos animales. 

Si bien la instalación de esta empresa conllevará beneficios como la gestión de residuos orgánicos, la producción de biometano (un gas natural renovable), la reducción de emisiones de efecto invernadero y la creación de un fertilizante natural a partir del digesto, algunas organizaciones han mostrado su rechazo y han presentado alegaciones argumentando posibles riesgos de emisiones o afecciones sobre hábitats naturales. 

El primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Guardo, Luis Javier Cantero Herrero, abogaba por la tranquilidad ante la instalación de esta planta en el municipio, explicando que «es una tecnología ya madura, que está aprobada y es estable, con experiencia en Europa dónde ya hay operativas más de mil plantas, en países como Alemania e Italia». Asimismo, indicaba que la actividad de esta instalación que llegará próximamente al municipio se centra en «valorizar residuos que ya existen, con una solución bastante buena porque mejora la gestión de los productores, de los residuos que son los ganaderos y los agricultores, y además produce energía renovable y crea mejores condiciones de fertilización», al tiempo que apuntaba a otras ventajas derivadas de su instalación y puesta en funcionamiento apostillando que «crea riqueza y puestos de trabajo, las ventajas son patentes y están ahí».

Si bien existen organizaciones conservacionistas que se oponen a la implantación de esta planta de biogás en Guardo, Cantero hablaba sobre los trámites legales que se han cumplimentado para que esta planta cuente con todas las garantías y medidas que garanticen la seguridad y buen funcionamiento. «Desde agosto tiene la autorización ambiental integrada de la Junta de Castilla y León, eso significa que hay unos protocolos, se está siguiendo y mirando todo el proceso».

En lo que se refiere a la actividad de esta planta, el edil señalaba que «va a gestionar unas 200.000 toneladas de residuos, sobre todo de purines de cerdo y vacuno, y bueno, va a ocupar unas 10 hectáreas ahí al lado del polígono Campondón, en la carretera de León, con  25 millones de euros de inversión y producirá más de 100 gigavatios al año de energía, lo que equivale a unos 10.000 u 11.000 hogares, y creará 20 empleos».
Unos empleos directos a los que, señalaba, se sumarán otros indirectos, teniendo en cuenta que una instalación de este tipo conllevará actividades como transporte, gestión, revisiones… En definitiva, actividad económica que repercutirá en el municipio.

El proceso

Según el proyecto de Verdalia Bio Guardo, esta planta se instalará en una parcela de 10 hectáreas en el polígono de Campondón, y contará condigestores anaeróbicos donde los residuos fermentarán durante 30-40 días a temperaturas entre 52 °C y 55 °C para generar biogás. El proceso productivo de la planta se basa en la digestión anaeróbica, un sistema biotecnológico que transforma residuos orgánicos en un gas renovable de alto poder energético. Este biogás es posteriormente purificado para obtener biometano, un combustible equivalente al gas natural pero de origen 100% renovable, apto para su inyección en redes o para usos industriales y de movilidad.

Además de la generación de energía renovable, la actividad de la planta produce digestato, un subproducto estabilizado que puede emplearse como fertilizante orgánico, contribuyendo a cerrar el ciclo de nutrientes y fomentando un modelo de economía circular.

La planta de biogás conllevará, además, múltiples beneficios directos: reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, disminución de residuos orgánicos sin tratamiento, producción de energía renovable gestionable, dinamización económica y empleo en la comarca, e impulso a prácticas agrícolas más sostenibles.

El proyecto ya ha obtenido una Declaración de Impacto Ambiental favorable, en la que se contemplan una treintena de  condiciones a cumplir durante las fases de construcción, operación y cierre. 

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