Corro de Prioro: Misa del 'Santo Padre' en una Catedral que fue de los sueños para Cheli

Tomasuco sigue invicto pero la nota emotiva de la tarde fue la primera victoria de Chelín, junto a Uco, David Riaño y Caberín

Fulgencio Ferández
16/08/2022
 Actualizado a 16/08/2022
José Luis García ‘Chelín’ vivió este lunes la tarde soñada, ganando su primer corro en la Catedral. En la foto  con su primer rival de la tarde, Carlos. | JESÚS F. SALVADORES
José Luis García ‘Chelín’ vivió este lunes la tarde soñada, ganando su primer corro en la Catedral. En la foto con su primer rival de la tarde, Carlos. | JESÚS F. SALVADORES
Es ‘La Catedral’ por algo. A los luchadores de la Ribera les encanta ganar allí porque «no hay mayor placer que amar a Dios en tierra de indios» y a los de la Montaña porque «no serás obispo si no dices misa aquí». Perdón por el inicio cristiano pero estando en la Catedral...

No está acostumbrado Prioro, que vio luchar a cinco hermanos Escanciano en el mismo corro, a no tener luchadores en la hierba defendiendo su bandera. Este lunes tenía uno, e importante, Rodrigo Fuentes, La Perla. Importante por él. Importante porque fían allí que sea quien le puede toser, un día u otro, a ese Santo Padre llamado Tomasuco que cuenta los corros por victorias.

La Perla está poco rodado, Tomasuco demasiado trallado ya. Rodri sólo ha luchado un par de corros. Tomasuco pasó nada más acabar en Liegos por «el taller» de los médicos con una contractura en la espalda que hace difícil imaginar que es el mismo paisano que acaba de lograr otro corro sumando cadriladas, voleos... poder.

¿Y qué pasó? Que Rodri primero tuvo que tirar a Rubo, tarea complicada y además se le adelantó con una entera, pero remontó y en la semifinal le esperaba Tomasuco. Era el momento esperado. En la silla dicen que no celebraron mucha fiesta el día antes. Llega el momento de la verdad y Tomasuco ejerce de Santo Padre en la Catedral y se adelanta con una entera. Le da otra entera Rodri que Uco no tiene muy claro y en la grada avisan: «No es bueno enfadarlo». Cierto. Responde como un ciclón y remata.

Sólo le falta la final, donde le espera Liquete, que lo pasó mal antes con Alberto del Cojo —ojo al chaval que después ganó a Rodri en la lucha por la tercera plaza y era el hombre más feliz del mundo— y el saque a vueltas que Tomasuco le dio al del Ferral nada más agarrarse dejó claro lo que iba a pasar y pasó: «Que en la Catedral la misa la tiene que oficiar el Santo Padre». Que se llama Tomasuco.


Prioro, el teatro de los sueños


Pero el momento más emotivo se había vivido un rato antes, en medios, con la primera victoria de un chaval ejemplar: Chelín de Puente Almuhey; un tipo del que dice mucho su única pena: «No vino mi madre, tenía que trabajar después y no se acercó». Sí estaba su padre y su hermana Edi, a la que no dolió nada su derrotapues lo que queríaera sentarse al ladode Chelín y tenerlo abrazado.

No puedo pedir más, ganar mi primer corro, hacerlo ante Fierro y en la Catedral Recordaría Edi aquellos malos ratos después de la grave lesión a la sombra de la Catedral, cuando se partió la mandíbula y «mi madre me pedía que me retirara, pero yo siempre tuve claro que iba a seguir», decía el chaval que reconocía: «No puedo pedir más, ganar mi primer corro, hacerlo ante Fierro y en la Catedral»; que así se convertía en el teatro de los sueños.

Tenía razón en recordar al rival, Fierro (Adrián) que había dado la sorpresa de derrotar a su tocayo el de la Sobarriba, el líder, y daba la impresión de tener uno de esos días en los que sale lo mejor de los Fierro... pero Chelín remontó primero una entera ydespués unamedia a la que respondió con otra entera que sin esperar a que la marcaran los árbitros golpeó con los puños al viento en una alegría tan incontenible como justificada y rematada por la más amplia sonrisa de Edi en la grada.

Pocos merecen más que este chaval de 22 años tener una tarde como la de ayer en la Catedral. Pocos lo merecen más que los García. Si llega a estar su madre, sería perfecto.

En pesados, con demasiada gente en el taller y otros muchos tocados. Unai no fue a Liegos porque «tengo la espalda hecha polvo» y además le picó una avispa. Víctor J. buscó nuevamente puntos con las muñecas destrozadas; los dos se retiraron en semifinales y la final quedó libre para Caberín y Davizuco, dos grandes. Caberín acabó con la anomalía de que él no haya ganado un corro y este domingo levantó al fin el dedo al cielo. Esta vez, la dedicatoria de siempre a su padre era también para la entrañable Julita, que se ha ido esta semana; pero en su cabeza bulle seguramente otra idea, dedicar un corro a quien todavía no nació pero la buena de Daysi ya lleva en sus entrañas. La cara del gran Abel denotaba que había algo más que otro .

Ligeros, David no se relaja


Ligeros empezó con una alta, el berciano Jorge regresaba tras enfermedad; y una baja, Fer, que se perdió por el camino. «Yo no, mi padre». Y llegó tarde.

En el pueblo donde la tradición manda, la llamada de la sangre, la primera gran ovación de la tarde fue para Rubén Cerezal por una mediana ‘made in Corcos’ en la que los aficionados vieron la huella de su padre, Daniel, o sus tíos Jesús y Daniel. Fue contra Florián pero antes ya había derrotado al berciano.

Sin embargo fue Florián quien pasó y quien se metió en una nueva final ante quien ha cogido con fuerza el testigo de Víctor, David Riaño, que apeó en semifinales a un Javier Sancho que sigue «de dulce» y en la final a Florián, motivado también y que venía de una tarde inspirada... pero David, coge el testigo de Víctor en casi todo y va a comenzar a ser noticia como los grandes, solo cuando pierda.
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