Concierto en el IES Lancia

El próximo miércoles, 14 de junio, el IES Lancia volverá a deleitarnos con un concierto especial. Yo añoro y recuerdo aquellos conciertos. Este año tiene connotaciones peculiares. Por una parte, los alumnos han pasado los años de pandemia con pocas posibilidades de ensayar y reunirse y, por otra parte, los años pasan y, Ana Belén, aquella jefe de departamento de música entregada en cuerpo y alma a sus alumnos y con espíritu siempre joven, resulta que ya se acerca a los 60 y coge el primer el primer tren de la jubilación. Este será su último concierto.

Somos plenamente conscientes del trabajo que supone, las horas que se necesitan y las preocupaciones que conlleva la organización de cualquier actividad extraescolar: una obra de teatro en español, inglés o francés, una exposición de tecnología o un congreso de química. No obstante, a pesar del esfuerzo que suponen, siempre compensan estas iniciativas. El departamento de música del Lancia, durante muchos años, nos recreó con estos conciertos. Todos conocíamos lo que había detrás de aquella música que nos embelesaba en el ‘hall’ de la entrada al centro, frente al salón de actos. ¿Cuántos recreos! ¡Cuántas horas libres dedicadas a conjuntar y a pulir a este grupo de jóvenes músicos! Daba la impresión de que fueran ya experimentados, cómodos en el escenario y sin miedo al público. Teniendo en cuenta que la práctica hace la perfección, cuántas horas de entrenamiento habrán hecho. Los conciertos son una experiencia muy valiosa y, aunque todos sientan nervios al subir al escenario, su motivación, interés, responsabilidad y preparación consiguen aislarlos del público. La experiencia es muy enriquecedora porque entrenan la capacidad de los alumnos para trabajar bajo presión. Estos muchachos se convierten en verdaderas máquinas. Siempre van de prisa. Yo los veía a las 2:30 de la tarde salir corriendo cuando todavía estaba sonando el timbre del centro. Recuerdo la conversación con Manu y Juanjo, unos muchachos de diecisiete años con un instrumento a sus espaldas en la mochila y con el tiempo cronometrado para comer deprisa y llegar a las clases de música. «Secun, no nos entretengas (me dijeron) hoy no tenemos tiempo para darte explicaciones porque tenemos un día muy apretado, con 12 horas ocupadas para cursar el bachillerato y sexto de profesional en el conservatorio».

Hace unos días, Ana Belén me comentaba las dificultades que tenía para poder reunir a todo este grupo de artistas para ensayar y matizar los detalles de este concierto. Están todos saturados de trabajo y actividades. Por otra parte, las profesoras ven con mucha pena cada año cómo se van los expertos de segundo de bachillerato y se ven obligadas a integrar en la orquesta a los nuevos proyectos de genios musicales.

Ánimo y gracias, Ana Belén, por el concierto que, como antiguamente, estás organizando para la comunidad educativa del IES Lancia. Posiblemente nadie se acuerde de tus miles de horas de clase en el instituto, pero jamás olvidaremos estos conciertos. El día 14, la orquesta del instituto, unos quince alumnos, con la colaboración de cinco profesores (Violeta, Ana María, Laura, David y José Luis), mostrarán su talento, calidad y habilidades en el concierto, con un repertorio variado interpretado por violín, viola, flauta travesera, piano, trompeta, violonchelo, guitarra eléctrica y percusión. Y obras como: ‘El Adiós’, ‘Lír’, ‘En busca del Helecho’, ‘El Sueño’, ‘Summer Stomp’, ‘La Marcha Turca’, ‘El día que me quieras’, ‘Interestellar’, ‘Gladiator’ o ‘La Esperanza de María’.

Por último, estas audiciones sirven para lucir en un escenario tantos esfuerzos realizados por los alumnos, pero también por sus familias. Los estudiantes sentirán que su esfuerzo ha valido la pena para seguir trabajando en el futuro. Los padres tendrán la oportunidad de presenciar el progreso de sus hijos dentro de la música. Podremos comprobar que es una buena ocasión para reunir a una piña de padres, madres, abuelos y otros familiares alentando los sentimientos de apoyo mutuo y orgullo. Será el día de presumir en el instituto delante de profesores y compañeros que aplaudirán y agradecerán la implicación de estos padres en la educación musical de sus hijos.

Nos gustaría que los profesores del departamento de música que, por supuesto, siempre estuvieron con Ana Belén en estos conciertos, tomasen ahora su batuta y se cargasen de ilusión y paciencia para continuar con esta velada musical porque ellos saben que este evento cuenta con el apoyo y estímulo de toda la comunidad educativa. ¡Que siga la tradición! Es un honor para el centro. Una excelente formación para los alumnos y un orgullo para sus familias. Es un premio y una recompensa para la profesora que lo ha trabajado y organizado.

La frase más repetida en el público al salir, como siempre, será esta: «Es una pena que este maravilloso concierto finalice aquí y no salga a lucirse fuera del salón de actos del Lancia».

Ana Belén, gracias por este último concierto. Te permitiremos llorar entre los aplausos que recordarás siempre. Muchas gracias por una vida dedicada al IES Lancia. Sé bienvenida a nuestro club de jubilados. ¡Feliz jubilación!