Cómo convertir un ascensor en una ‘obra de arte’

Cuando se hace obra en un piso, el ascensor se suele forrar con cartones, o con papel de estraza, o similar. De esta forma se protege el ascensor de la suciedad y de los posibles roces y golpes que se pueden producir al subir y bajar los materiales de construcción y las herramientas al piso que se está reformando.

Estudiantes de Maristas han realizado un trabajo artístico, dentro de la asignatura de Plástica, con el fin de decorar algún ascensor que se encontrara en esta situación, y tras solicitar los permisos correspondientes al constructor y a la Comunidad de Vecinos, se ha forrado el primer ascensor.

Aunque los trabajos se han realizado por estudiantes de primero y tercero de la ESO, de forma individual, hay que tener en cuenta que la obra final es colectiva, fruto de la suma de muchos trabajos, que parten de unas premisas comunes, para que armonicen y sean compatibles con los trabajos del resto de la clase.

Se trata de un pequeño proyecto de aprendizaje servicio, en el que el alumnado, además de aprender habilidades propias de la actividad artística, ven como su trabajo traspasa la frontera física de las puertas del cole para lograr una mejora, al menos estética, poniendo un punto de color en algún punto de la ciudad, interactuando con los trabajadores de la obra y con los vecinos del portal a través de su trabajo artístico, logrando, como mínimo, una pequeña sorpresa, al abrirse la puerta del ascensor.