Cómo cagar en el campo o hay que explicároslo todo

En el entorno de las Hoces de Vegacervera, declaradas espacio natural, hay caminos muy apropiados para dar un paseo muy agradable si no fuera por desagradables sorpresas que llevaron a colocar un cartel que explica «cómo cagar en el campo»

Fulgencio Fernández
09/10/2022
 Actualizado a 09/10/2022
Un camino muy agradable para andar pero que presentaba con frecuencia desagradables sorpresas. | L.N.C.
Un camino muy agradable para andar pero que presentaba con frecuencia desagradables sorpresas. | L.N.C.
Dudaba si el cartel que ilustra sobre ‘Cómo cagar en el campo’ pasaría el corte de los libros de estilo periodístico pero, la verdad, es que tampoco pasaban el corte de la cursileríael de los sinónimos que lo pudieran endulzar: Cómo hacer caca, defecar de manera sostenible...Uff, todavía peor, cuando en auxilio de utilizar el original llega la noticia de que existe un libro, de ventas importantes, con ese mismo título. Adelante pues.

El cartel está ciertamente colocado en un lugar muy apropiado, en un camino situado a la salida de las Hoces de Vegacervera, un lugar realmente privilegiado, un camino atractivo como pocos, en plena naturaleza con el inmenso farallón al fondo y el sonido del Torío como banda sonora.

Pero resulta que si te entusiasmas mucho mirando al monte, las hoces o la roca que parece un monje te llevas con frecuencia una más que desagradable sorpresa, tanto mirar al cielo descuidas el suelo y lo que pisas os voy a ahorrar la descripción.

Hasta que apareció el cartel. Claro, contundente, con órdenes precisas: «1: Busca un lugar escondido, alejado de caminos y zonas de paso. 2: Cava un agujero o levanta una piedra. 3: Introduce el excremento en el hueco. 4: Tapa y camufla bien la deposición, nadie está interesado en encontrarla».

¿Quién lo colocó allí? En la zona hay un espacio de aparcamiento muy utilizado por caravanas y montañeros, que alaban la utilidad del cartel y tienen datos de cómo apareció.

- ¿Lo has escrito tú?
- No, pero lo firmo al 100%.

- ¿Sabes quién lo hizo?
- Diría que sí; y bien hecho está.

- ¿A quién va dirigido?
- Yo diría que a los coroneles tapiocos, que se maquean para ir al monte pero se les olvida que la montaña tiene sus cosas y el cuerpo humano sus necesidades, y hay que compatibilizarlo todo.

Los vecinos de la zona recuerdan ahora a un clásico del lugar, Alberto El Pajarín, que tuvo una especie de bar muy cerca, sin servicios, y cuando le preguntaban por ellos decía: «¿El servicio? Sí, aquí le decimos water close, pero le explico: El de caballeros, toda la orilla izquierda del río; y el de señoras, toda la orilla derecha, en siete kilómetros a la redonda. Ahora, eso sí, no se le olvide tirar de la cadena».

Tal y como explica el cartel.
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