Colas a la muerte para no olvidar la historia en Ponferrada

La escultura "Estela de los condenados" realizada por Amancio González hace del Museo del Bierzo, antiguamente cárcel, un espacio de memoria

Mar Iglesias
11/11/2021
 Actualizado a 11/11/2021
Amancio González con la escultura que inmortaliza el homenaje a los represaliados de Ponferrada en el Museo del Bierzo. | MAR IGLESIAS
Amancio González con la escultura que inmortaliza el homenaje a los represaliados de Ponferrada en el Museo del Bierzo. | MAR IGLESIAS
Una cola de hombres en acero, cabalgando en el aire, en fila, camino de la muerte, es la primera de las dos esculturas que el artista Amancio González ha realizado por encargo del Ayuntamiento de Ponferrada para homenajear a los represaliados de la Guerra Civil en la ciudad.

Y el escenario para que la obra se inmortalice ha sido el Museo del Bierzo, antigua cárcel y paso previo a la pena mayor de muchos vecinos. Una historia que ahora quiere recordarse y reconciliarse con el presente con esa escultura que fue destapada tras un pequeño fragmento de la obra de teatro Miss Ponferrada en 1933, sobre la historia de Paquina, Francisca Nieto. 

A la sombra de la higuera, González quiso ponerse en el lugar de esas personas que sabían que caminaban hacia la muerte "con el corazón congelado y tristeza infinita". Un trabajo escultórico que asegura que no le ha dejado indemne "intento representar los últimos pasos de esa persona condenada".

El alcalde de la ciudad, Olegario Ramón considera que este homenaje da paso a la recuperación de la memoria "democrática" , necesario para curar heridas aún abiertas . Es una obra que "encoje el alma", dijo y que pretende ser "un grito" de homenaje a los que se llevó la barbarie. Entre ellos, Ramón recordó emocionado a su abuelo, Julio Ramón, al que el franquismo acusó de ser "requisador de ganado" para el ejército rojo o a el hermano de este, Germán Ramón, que fue alcalde republicano de Peranzanes, asesinado en el 37 a las afueras de Trascastro sin juicio, ni siquiera sumarísimo.

"Todos le debemos este homenaje a alguien"
, dijo el regidor que no dejó pasar la ocasión para sonrojar a la oposición por no asistir a este homenaje.

Ramón reconoce que no se ha cerrado el círculo de la reparación "y, por dignidad democrática, debemos trabajar para hacerlo", dijo. Desde sus potestades, anunció la presentación de una segunda escultura de González, que estará colocada en el Montearenas, una gran fosa común del franquismo donde se llegaron a asesinar a más de medio centenar de personas. También se rendirá homenaje a Jerónima Blanco y a su hijo Fernando, en la zona donde ambos fueron represaliados, en Flores del Sil, en el  1936. Ella tenía 22 años, estaba embarazada y su hijo 3. Ambos fueron expuestos durante dos días muertos, para que su marido, escapado minero, los viera al bajar por la noche a la ciudad. También se homenajeará a los 11 bercianos represaliados en los campos de concentración nazis en la segunda Guerra Mundial con adoquines con sus nombres colocados en el casco antiguo.

Una plaza y una vidriera "franquistas"

Ramón recuerda que aún quedan en la ciudad dos símbolos franquistas, la Plaza Comandante Manso y una vidriera dentro de la Basílica de la Encina que asegura que aún le hace juntar los puños al verla. Pero asegura que que deben ser los vecinos de esa calle los que promuevan el cambio.

Desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Marco González asegura que el cambio de esa placa al Comandante Manso "por el que muchos vecinos murieron aquí", dijo, es posible. Que la vidriera se considere que está en un espacio privado considera González que debería hacer repensar a las autoridades a quién van dirigidas sus ayudas, para hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica "que se ha quedado corta", dice, al permitir que estos símbolos aún se mantengan.
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